Durante 2015, las empresas distribuidoras y transmisoras eléctricas han sido víctimas de 69 robos de cables. Los principales afectados, no obstante, no son las empresas, sino los vecinos de la Región debido a los cortes de luz que ha provocado este delito.
La información proporcionada por las compañías de energía a la Mesa Público Privada Robo de Conductores Eléctricos, constituida el 31 de agosto de este año, da cuenta que la sustracción de cables ha afectado a un total de 66.142 clientes y provocado cortes de luz por un total de 944 horas en la Región.
El intendente, Rodrigo Díaz, recordó que la creación de la mesa y el trabajo que se está desarrollando busca contrarrestar el crecimiento que ha experimentado este delito en el Biobío.
Cabe recordar que en agosto, según lo informado por las empresas, estos robos se habían incrementado significativamente en comparación a 2014. A Frontel le habían sustraído más de 102 kilómetros de cable y a Copelec, más de 25 kilómetros. El año pasado, la suma de cable hurtado no superaba los 53 kilómetros entre ambas compañías.
"En la Región ha vuelto a existir el robo de cables, el que genera terribles problemas para los usuarios, que ven interrumpido el suministro eléctrico, pero que también perjudica a a otras instancias, como son los hospitales o comercio detallista, que ven cómo pierden su mercadería por estos hechos", contó el intendente Díaz en la fiscalización que se le hizo a una empresa ayer.
Inspecciones
Durante la jornada de ayer las autoridades, junto al Grupo Especializado de Bienes Robados (Gebro) de la PDI realizaron diversas fiscalizaciones a locales de compra y venta de excedentes industriales de Talcahuano, ya que este es uno de los puntos donde se podrían encontrar cables eléctricos.
"Esta es una medida de control y claramente lo que hace es inhibir a las personas de cometer este tipo de acciones ilícitas", expuso la máxima autoridad de la Región.
El subprefecto de la PDI y jefe de la PDI de Talcahuano, Cristian Meneses, comentó que en las fiscalización se busca verificar si al interior de este tipo de establecimientos existe acopios de cables o conductores eléctricos, pensando en que el comercio ilícito de este producto está asociado a la receptación.
"Se trabaja (con diversas entidades) a fin de neutralizar estos mercados. Se han hecho numerosas fiscalizaciones en la comuna de Talcahuano, afortunadamente no hemos encontrado conductor eléctrico, por cuanto que los comerciantes a través de nuestras alianzas estratégicas entienden que adquirir este tipo de elementos constituyen un delito", enfatizó el jefe policial de Talcahuano.
Agregó que están trabajando con los distintos Grupo Especializado en Bienes Robados, Gebro, de la Región, para terminar con este tipo de comercio.
Sobre este tipo de inspecciones, José Miguel Ortiz, coordinador regional de Seguridad Pública, expuso que "lo que estamos haciendo es perseguir una etapa importante del delito, que es la receptación (compra de bienes robado). Este trabajo es en concordancia con la ley corta que impulsa el gobierno que aumenta las penas para los delitos hurtos, robos y receptación".
Otras medidas
El intendente explicó que la mesa público-privada trabaja en diversas medidas. Una de ellas es tener la información concreta de dónde se están realizando los cortes, para orientar la detección de este ilícito. Asimismo, se están realizando rondas de patrullajes en los puntos donde se están originando los robos, los que principalmente son en la zona rural.