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"El Caballo Verde se conoce como galería de arte penquista"

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Conversar con Carmen Azócar es un infinito de palabras, recuerdos, anécdotas. También cariño, y uno sentido muy intensamente por lo que ha hecho durante los últimos 30 años de su vida: el arte.

"Y ¿qué es el arte", le pregunto a esta menuda mujer de mirada curiosa y atenta. "Las artes hacen habitable al mundo", resume, mientras la taza de su café se posa en labios que, sin duda, siempre han vocalizado decires lúcidos, ya sea en una inauguración, conversación con algún invitado o de un simple transeúnte que se para frente a la vitrina de la galería El Caballo Verde, hace 6 años ubicada en el local 5 de calle Caupolicán 321.

El espacio que Carmen Azócar abrió el 9 de noviembre de 1985, se proyectó primero en el segundo piso de la histórica galería Universitaria (hoy UdeC). Allí se gestó no sólo un punto de exhibición, en una década complicada, sino también de contacto y encuentro para los artistas.

"A decir verdad, me ha sorprendido internamente e intensamente este nuevo aniversario. Me siento feliz. Sin duda, que ninguna manifestación artísticas es para gustos generalizados, pero lentamente El Caballo Verde fue formando público", comenta, quien dice ha tratado de realizar su labor con "con rigor y libertad".

- No ha sido fácil, porque vivimos un tiempo en que el mercado lo regula todo. Creo que este sueño de tener la galería, casi no me ha permitido percatarme del paso de los años.

- En cualquier ciudad de provincia, siempre al sur del sur: Temuco, Valdivia o Punta Arenas.

- Por supuesto! Este trabajo lo considero un privilegio. Imagínese que las artes nos regalan la posibilidad de imaginar un mundo mejor para todos. El arte es palabra primitiva en el sentido que viene primero y está en el fondo de toda palabra. Su tarea principal es representar y salva guardar los recuerdos, los retazos de la memoria, que se tejen en el tiempo y en el espacio. El arte es el único lenguaje que respeta el alma de cada persona y, a diferencia de cualquier otra actividad, no evoluciona en términos de progreso o retroceso.

- Invité a Vicente, porque considero que es uno de los más destacados e importantes escultores del país. Además, su primera muestra individual de escultura en 1986 la hizo en mi galería. Hoy es internacionalmente reconocido por sus pares , la crítica y el público. Dos veces ha obtenido el Premio Altazor. Ha realizado numerosos proyectos urbanos de escultura en Argentina, Francia, México, Alemania, Italia, Marruecos, China y Portugal. Su obra está en importantes colecciones privadas y públicas (acá su trabajo puede apreciarse en el Cementerio General de Concepción o en Penco, entre otros puntos).

LA GALERÍA Y SU NOMBRE

Sobre el origen del nombre de la galería, Carmen Azócar lo asocia a la figura de Pablo Neruda y su mujer, Delia del Carril ("La Hormiguita" la llamaba él); con quien tiene recuerdos desde niñez. "Incluso, yo no sabía que él era poeta y ella pintora. Efectivamente, escuché ese nombre de niña, no recuerdo si en casa o donde Hormiga y Pablo. Los escritores nombraban un caballo verde que imaginaba galopando por cielo, tierra y mar en ese precioso color. No imaginé que esas tres palabras tendrían un significado tan importante en mi vida. Pedí ese nombre en préstamo a Neruda y representa en el fondo mi niñez. Al crecer conocí su historia, Neruda ejerciendo el cargo de Cónsul de Chile en Madrid, creó una revista literaria, para reunir en sus páginas la literatura de la época. La llamó El Caballo Verde para la Poesía. Se hacía en forma artesanal, Neruda escribía sólo el editorial. Se publicaron poemas de García Lorca, Miguel Hernández, Vicente Aleixcandre, Jorge Guillén y otros, todos muy jóvenes en ese entonces. Se editaron 5 números , el sexto quedó en imprenta: estalló la Guerra Civil, de todos conocida (1936-1939).

La exposición con la que abrió sus puertas El Caballo Verde en 1985 reunió obras "de cuatro maestros", en sus palabras: Gracia Barrios, Nemesio Antúnez, Mario Carreño y Ricardo Yrarrázaval.

- Mantener una galería es un milagro. Son las estrellas que se han confabulado para que persista en el tiempo El Caballo Verde.

- Esta Región ha entregado numerosos e importantes artistas al país. Destacaría al maestro Julio Escámez, Pedro Millar, Santos Chávez, Jaime Cruz, Eduardo Vilches, Vicente Gajardo, Lorena Villablanca, José Fernández y Gustavo Riquelme, entre otros.

- Tengo conocimiento que existen movimientos, no sólo en las artes visuales, sino también en música, teatro, danza y escritura. Numerosos jóvenes participan activamente en talleres y grupos.

- Falta un compromiso, sobre todo de las instituciones públicas, que ayuden a difundir la cultura en nuestra ciudad. No olvidemos que Chile es un país esencialmente centralista.

- El Caballo Verde es conocida como galería de arte penquista. El público que la visita sabe que va a encontrar algo diferente, nuevas propuestas contemporáneas, que a veces hasta les sorprenden.

- Seguir presentando a los artistas más destacados del país, sin importar el lugar de su nacimiento ni residencia. Lo fundamental para mí, es haber contagiado al público de la ciudad, que me ha acompañado durante estos años.