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Sensación de fracaso e inseguridad: los riesgos de repetir de curso

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A esta altura del año, los estudiantes de educación básica y secundaria pueden tener dos certezas: lo primero es que cada vez falta menos para las vacaciones de verano; y lo segundo, el resultado de éxito o fracaso del año académico.

Y aunque la cercanía con el término de clases es siempre bien recibida, fallar en los estudios es una compleja situación que ya muchos comienzan a abordar con temor, en especial cuando la posibilidad de pasar de curso se ve difícil.

Pero, ¿es realmente bueno repetir el curso? La directora de Psicopedagogía de la Universidad Andrés Bello, Mónica Arrau, afirmó que esta decisión se toma cuando los niños no alcanzan los niveles de logro y competencias que corresponden al nivel escolar que cursan.

"Esta alternativa se toma luego de haber descartado otros factores que impidan el correcto desempeño esperado para su curso, como por ejemplo dificultades en el aprendizaje y/o factores socio familiares que intervengan el proceso escolar", afirmó.

Eso sí, la académica aclaró que es importante en edades tempranas descartar factores relacionados con la visión y la audición, entre otros.

¿ES EFECTIVO?

Según Mónica Arrau, en algunos casos repetir de curso es una situación que puede alcanzar niveles de "tragedia", razón por la cual implica un delicado e individual manejo de parte de la familia.

"Esto se debe concebir desde el principio que nos presenta la palabra diversidad, que nos permite situar este evento en diferentes contextos y obviamente en diferentes situaciones", indicó la psicopedagoga.

Las consecuencias de esta situación tendrían, según explicó la académica, directa relación con las interacciones comunicacionales entre padres e hijos.

Junto a lo anterior además se debe considerar la manera en que se plantean los logros al interior de la familia en cuanto a los objetivos educativos y al manejo del desarrollo de competencias emocionales y valóricas, como por ejemplo la tolerancia frente a la frustración, autoestima, autoconcepto y resiliencia, entre otros.

"Es por esto que la diferencia entre visualizarlo como un evento negativo o positivo dependerá, en gran medida, de las actitudes, roles y nivel de compromiso de los principales componentes relacionados con la situación, como por ejemplo: familia, educadores, colegio y grupo de pares", agregó.

La psicóloga infantil, Alicia Muñoz, explicó que uno de los mayores riesgos, que además complican la eficacia de la repitencia como método, son los efectos negativos que se producen en la imagen que los estudiantes tendrán de sí mismos.

"Es muy probable que la interpretación inmediata que ellos hagan al respecto sea de fracaso, tal como lo han hecho saber estudios y expertos en educación, quienes confirman que el cuestionamiento de las propias aptitudes que se producen en ellos es un peligro, ya que genera problemas en la autoestima", afirmó.

Dudar de las capacidades de aprendizaje y generar frustración temores e inseguridades, llevarían, tal como señaló la profesional, a un desgano y una falta de interés por mejorar los resultados académicos.

APOYO FAMILIAR

"Que un estudiante repita no significa que no sea inteligente. El problema es muchas veces esta situación les hace pensar que eso es así. Ahí el apoyo de la familia es muy importante", enfatizó Muñoz.

Según agregó la psicóloga, la contención y la protección de la autoimagen es necesaria para evitar que en el año académico que se debe volver a rendir se reincida los resultados negativos.

Sobre este asunto, Mónica Arrau recomendó que a los padres apoyar a sus hijos, con un tipo de contención que dependerá de la edad de los estudiantes.

"Es aconsejable que en los más pequeños se asuma como un evento del cual se debe sacar partido, ya que la reiteración de contenidos y de curso tiene que ver con potenciar y complementar las materias que adquirió en un primer momento", afirmó la directora de Psicopedagogía de la Unab.

La psicopedagoga agregó que en este tipo de situaciones es muy común culpar al estudiante, sin considerar que es un acontecimiento multicausal. "Por esto es que, necesariamente, se deben revisar las conductas y compromisos de los diferentes actores partícipes de esta situación, como por ejemplo padres, educadores y del propio estudiante."

De este modo, lo siguiente será tomar las medidas necesarias para enfrentar una nueva etapa con la modificación de aquello que se considere como una debilidad.

Tiempo y argumentos claros ayudarán a pedir aumento

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La insatisfacción con las remuneraciones es un sentimiento compartido por un amplio porcentaje de trabajadores. No obstante, en muchos casos, hablar con los jefes para pedir un aumento en el sueldo implica una compleja tarea, así como también lo es solicitar un cambio de cargo.

La psicóloga laboral de la empresa de recursos humanos GrupoExpro, Paulina Larraín, afirmó que la clave es una comunicación donde el empleado sepa expresar de manera explícita lo que quiere, con las palabras precisas y de forma asertiva.

"Normalmente falla la comunicación con el jefe porque las personas no están acostumbradas a usar las palabras adecuadas para manifestar lo que les está pasando", sostuvo.

Ante esta posición, la experta entregó algunos consejos para enfrentar estas situaciones que normalmente resultan estresantes

Lo primero que se debe considerar es el tiempo que se lleva trabajando. Según indicó la psicóloga, con seis meses en un trabajo, no es recomendable solicitar el aumento, ya que antes el empleado debe darse cuenta si su labor da buenos resultados, es necesario y aporta a la empresa, lo que sucede probablemente al cabo de uno o dos años.

Además, al hablar con el jefe para pedir aumento se tiene que dar argumentos que lo justifiquen. "Las jefaturas funcionan con pruebas, por lo que hay que informar cómo se contribuyó a incrementar la producción, el compromiso con el trabajo, puntualidad y no tener conflictos con el equipo", sostuvo Larraín.

Si la respuesta es negativa, es importante que el empleado pregunte las razones, dado que permitirá mejorar su trabajo, alinearse con la empresa y, tal vez, conseguir el incremento de sueldo a futuro.

NUEVO CARGO

En el caso de que lo que se busca sea asumir más responsabilidades, será necesario plantear explícitamente al jefe el deseo de que evalúe ascenderlo a un nuevo cargo, acorde al crecimiento profesional logrado.

En esto es fundamental argumentar, por ejemplo, con el nivel de conocimiento de la empresa, sus nuevos estudios y habilidades, y el deseo de tener nuevas tareas.

"Si el cargo está ocupado y no se logra el ascenso de manera inmediata, el jefe conocerá las intenciones y posiblemente lo considerará cuando surja un cupo", señaló la psicóloga laboral.