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Ex vocalista de Los Bunkers aconseja a los músicos del mañana

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El ex vocalista de Los Bunkers, Álvaro López, nunca pensó que iba a llegar a ser el cantante que es hoy. "Cuando tenía seis años no cantaba nada, no le achuntaba a ninguna nota", explica, este penquista de actuales 35 años, quien desde 1999 fue la voz de la banda con la que grabó 7 álbumes hasta "La velocidad de la luz" en 2013, un año antes de que el quinteto entrara en "receso".

Invitado a contar su experiencia de vida en la ceremonia de premiación del premio Avonni Campomar 2015 de este año, el pasado jueves en el Centro Español; el cantante dio detalles de cómo se proyectó desde Concepción al resto del orbe.

En ese contexto, y frente a una atenta audiencia, López detalló cómo fue encontrando las herramientas que necesitaba, para lograr todo lo que se propuso al inicio de su travesía en la música.

Aunque sus amistades más cercanas le recomendaban seguir una carrera universitaria relacionada con escalas y notas, se decidió por la carrera de Traducción en Interpretación de Idiomas Extranjeros en la UdeC.

"Lo que pasaba en el fondo era sacar el cartón, pero me di cuenta que la universidad no ofrecía lo que yo necesitaba", apuntó, dándole así un giro a su futuro.

- No ofrecía lo que realmente buscaba (...) No quería terminar tocando guitarra con la pierna izquierda o dando clases en un colegio, mi rollo era involucrarme en otro ámbito.

CON LOS AMIGOS

Su carrera, como la mayoría de las veces ocurre, se inició junto a un grupo de amigos. Sin embargo, llegó un momento en el que ya no querían cantar ni tocar como un hobby, sino que buscaban profesionalizarse (eran los tiempos de la Paul Schäfer Band).

De ahí, cuenta, se quedaron "solo los que estaban realmente interesados en tomarle el peso al asunto musical". Desde ese momento comenzaron a escribir sus propias canciones, en lo que fue el inicio de Los Bunkers.

El problema es que las cosas no prosperaron como ellos esperaban. "Entonces decidí dejar la universidad y emprender rumbo por separado" junto a su hermano Gonzalo. Sumando a los hermanos Francisco y Mauricio Durán, además de Mauricio Basualto (batería con amplia trayectoria en el medio musical) se trasladaron a Santiago.

López recuerda que comenzaron a trabajar duro -una clave para el éxito- ensayando de lunes a domingo "ocho horas diarias".

"Había un espacio en Chile que no se había llenado, un tipo de canciones que no se habían cantado. Ese espacio estaba dispuesto para nosotros y teníamos tiempo para hacerlo, en definitiva contábamos con un buen show", comenta el también integrante de López, agrupación de tendencia más pop en la que también milita Gonzalo.

DUEÑO DE SU EMPRESA

Para el también jurado de "The Voice Chile", si los intereses están en el lado musical, es muy importante que se crean el cuento.

Para Álvaro López muchos de los músicos que están comenzando hoy, no tienen el pensamiento de querer hacer de esto un trabajo, por lo que aceptan ir a tocar a bares a cambio de unas cervezas, por ejemplo. "Uno tiene que ser dueño de su propia empresa y no esperar que alguien te lo diga", sentencia a modo de consejo.

- Ellos tienen que dar ese paso o sino nadie va a salir de la Región con algo nuevo. En este sentido, tenemos la responsabilidad de enseñar y educar a la gente a un nivel que no sea mediocre (...) También tenemos que hacernos cargo de eso.