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Ya se cumplieron 50 años del mural "Presencia de América Latina"

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Por estos días se cumplen 50 años desde que el maestro Jorge González Camarena y su equipo realizaran el mural "Presencia de América Latina", en el hall de la Casa de Arte de la Universidad de Concepción. Por estos días se convoca, se celebra y se hace raya para la suma: ¿Qué significan cinco décadas para un mural?, ¿Qué ha pasado en estos 50 años? Ejercitemos una vez más nuestra memoria.

En primer lugar habría que revisar algunas circunstancias que determinan y definen la ocurrencia del mural. Más allá del terremoto y de la oportuna ayuda del gobierno mexicano, el proyecto del mural y la construcción del edificio se concreta en un contexto histórico de especiales características.

EL CONTEXTO

Es tiempo de efervescencias políticas y sociales que se viven en América Latina. Es la década del 60, con sus sueños de unidad, de justicias sociales, de utopías, de levantar las banderas de la igualdad, de asumirnos como pueblo mestizo, de mirarnos desde el fondo de la tierra. Ideas que nacen entre el mundo obrero y que por aquellos días suscriben comprometidamente artistas e intelectuales. La literatura, la música y la plástica articulan y reformulan sus respectivos discursos "para desenmascarar, descubrir, denunciar o analizar, aspectos censurados, humillados, violentados o heridos…." (Ana María Guasch).

El más elocuente lenguaje es el muralismo mexicano que, luego de apoderarse de los espacios públicos de su país de origen en la década del 20, expande su discurso por Latinoamérica, Rivera y Alfaro Siqueiros, artistas y revolucionarios, habían sembrado sus ideas con una singular propuesta iconográfica, construyendo el más elocuente relato histórico, político y social en los muros de la nación azteca, ideas que siguen germinando en terreno fértil: el de las desigualdades. Es nuestra América mirándose e interpelándose, asumiéndose como mestiza, altiva y culturalmente rica, enun continente de nativos marginados y humillados.

Por aquellos días también grupos musicales como Inti Illimani y Quilapayún nacen al canto chileno. En los prados de la Universidad de Concepción nace el MIR y en la comuna de La Reina la gran Violeta apagaba su voz, mientras, al otro lado del mundo, Vietman hervía bajo las bombas.

LA EJECUCIÓN

En ese escenario comienza a ejecutarse este mural, un relato basado en la simbología americana con un discurso algo apaciguado, comparado con el de Alfaro Siqueiros de la Escuela México de Chillán, aunque no menos elocuente. El protagonismo de las pieles cobrizas, del gran rostro y de la pareja original, donde el soldado español y la mujer nativa están en un mismo plano y de un mismo tamaño caminando seguros sobre esta tierra, habla de esa dignidad adeudada y de esa anhelada hermandad. Así también están representadas las riquezas de la tierra y de nuestros mares, las construcciones precolombinas sustentando visual y simbólicamente a los pueblos americanos.

Han pasado 50 años y en algunos aspectos podríamos decir que estamos en lo mismo, pero la ocasión es igualmente propicia para revisar y ejercitar la pintura en un Para y un Desde la ciudad en la que está inserto el mural.

Para la ciudad, porque se pone en circulación parte de la colección de pintura en los muros expositivos disponibles de la región, más de 150 obras distribuidas en ejes temáticos, en 11 exposiciones que durante el mes de octubre acogerán las instituciones que generosamente ofrecen sus espacios y se suman a esta celebración, como la Corporación Cultural Artistas del Acero que acoge la exposición "El arte y la duda"; la Universidad Católica de la Santísima Concepción con "De fugas y vértigos"; la Sala del Museo Nacional de Bellas Artes, Mall Plaza Trébol con la muestra "A propósito de utopías/El Grupo Signo"; a su vez en el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura se exhiben 20 grabados realizados por mujeres en la muestra "Edición femenina"; muy cerca de allí, en la sala del Arzobispado de Concepción 10 obras de gran formato incluyen la exposición "El paisaje como metáfora"; en la Galería El Caballo Verde se encuentran los "Cuatro maestros para el grabado" con obras de Chávez, Cruz, Vilches y Millar; por su parte en la SalaSemco de la Biblioteca Municipal de la ciudad se halla "La naturaleza del objeto"; en la recién remodelada Sala David Stitchkin en la Galería Universidad deConcepción se encuentra "El espacio imaginario".

LA ACTUALIDAD

También en Cecal UdeC de Chillán está la muestra del Grupo Montparnasse con "La lección de París"; y en la Sala de la Universidad de Concepción de la sede Los Ángeles están los grabadores regionales con "Estampa Regional", para finalizar este circuito en nuestra Sala Dos en la Casa del Arte con la obra de los pintores muralistas, "El idioma del muro" que reúne una serie de pinturas de caballete pero que refieren su discurso formal y conceptual al lenguaje del muralismo, haciendo especial hincapié en la obra Principio y fin de Julio Escámez, mural realizado en la Municipalidad de Chillán en el año 1971, del que queda solo esta pintura como testimonio.

Y desde la ciudad, porque dos destacados muralistas urbanos, sumados también a esta celebración, están realizando sendos murales en las salas de exposciones al interior de la Pinacoteca, Joel Bustos REN, y Francisco Moreno, Fakir, cuyostrabajos se terminan en estos días y serán borrados a fin de mes. Es la pintura ejercida desde la calle que ha consolidado un repertorio de imágenes que se despliega por la ciudad e interactúa sin intermediarios con el transeúnte, en los barrios periféricos, en los edificios poblacionales o en panderetas vecinales, aportando su particular mirada y revitalizando un discurso visual que nace y se desarrolla al margen de las academias y de los circuitos oficiales del arte, que se alimenta del día a día, de las voces populares, tal como en su día lo seguramente hicieron los pintores aztecas.