"El Clan": Un correcto relato de una cruda historia real
Entre 1982 y 1985, miembros de la familia Puccio, liderada por su patriarca Arquímides, realizaron una serie de secuestros y asesinatos en la ciudad de Buenos Aires, en medio del último aliento de la dictadura de Videla. Treinta años más tarde, Pablo Trapero (Elefante Blanco) es el encargado de dirigir esta adaptación cinematográfica, que causó gran expectativa en el país vecino, por lo mediático que fue este caso en los 80's.
Protagonizada por Guillermo Francella (El Secreto de sus Ojos) y Peter Lanzani (Casi Ángeles), El Clan cuenta la historia detrás de la familia Puccio, durante todo su periodo de actividad delictual. La narrativa nos muestra los pasares de Arquímides Puccio, quien trabajó para la inteligencia militar argentina, y de su hijo Alejandro, conocido por integrar el equipo nacional de rugby comúnmente conocido como "Los Pumas". Algunos de los secuestrados eran compañeros del equipo del propio Alejandro, el que ayudaba en la logística a su padre para efectuar los raptos.
Desde un punto de vista técnico, El Clan es un espectáculo visual, con una cuidada fotografía y montaje, factura bastante común hoy en día en la industria del cine argentino. La ambientación ochentera juega un rol fundamental en el metraje, pues vemos que Trapero fue cuidadoso en casi todos los detalles, desde los decorados hasta las vestimentas, además de la utilización de un soundtrack particularmente anglo y sesentero, algo que complementa bien la estética oscura que tiene la película (aunque a veces resulta algo molesta la extensión de las piezas musicales en el montaje).
Pero probablemente el punto más fuerte de El Clan recae en sus actuaciones, pues Guillermo Francella entrega una interpretación digna de sus pergaminos. Como Arquímides Puccio, vemos al actor absolutamente compenetrado con el papel, robándose todas y cada una de las escenas en la que forma parte. Destacable es también el desempeño de Peter Lanzani, quien logra transmitir esa sensación de incomodidad y arrepentimiento de un tipo que simplemente lidió con una situación de la que jamás tuvo las agallas para escapar.
Sin embargo, El Clan no logra ser el thriller envolvente que ameritaba la historia real en la que se basa. El director Pablo Trapero elige una narrativa, una forma de contar la historia y afrontar los personajes que no permite llegar a conocerlos en mayor profundidad. Hay una serie de aspectos psicológicos en el funcionamiento de esta particular familia que nunca vemos explotada, pues todo el peso de la trama recae en sus dos protagonistas. Los personajes secundarios jamás logran incorporarse de una manera interesante al relato y a ratos el filme se siente como un documental actuado sin los suficientes highlights emocionales. De hecho, la historia que vemos en pantalla es tan similar a la historia real, que podría incluso ser la explicación de algunos vacíos que presenta la cinta. Quizás faltó algo más de ficción, que nos permitiera adentrarnos en esta tenebrosa familia.
Pese a ser una película correcta, y con un final que deja los pelos de punta, El Clan no logra dar el paso para situarse junto a las grandes producciones argentinas de los últimos años, pero sin duda es un thriller de buena factura y que cumple su objetivo.