Chilenidad, patriotismo, identidad y folclore. Todos conceptos, ideas y fundamentos, incluso, sentimientos, que florecen especialmente en estas fechas. Fiestas Patrias, en el camino celebratorio de la instalación de la Primera Junta de Gobierno, en 1810, presidida por Mateo de Toro-Zambrano; pareciera la excusa para recordar que somos chilenos, bailar y escuchar cuecas a tono. Sean tradicionales o bravas.
El folclore, su sonido, está en boga, incluso, más allá de estas festividades. Una manera de proyectar aquellos es contabilizando -imposible actualmente- aquellas voces comprometidas, que cantan lo suyo guitarra en mano, y desde una observación "autoral".
Sin embargo, la idea de lo folclórico va más allá de notas, bailes y acordes. "Desgraciadamente no hay un concepto de folclore elemental o básico en las personas involucradas, llámese conjuntos folclóricos, clubes de cuecas, grupos criollos, ballets (...) Menos aún en el grueso público", explica Roberto Contreras, profesor asociado de la UdeC, en el departamento de Música (hace 35 años), y de la UBB. Aquí se desempeña como docente de Folclore y Cultura Tradicional, sumando dos décadas y media.
Para el Premio Municipal de Arte en 1983, actualmente el concepto está evolucionando. "Incluso en muchos países europeos ya se le denomina etnología", dice.
Para asumir el tema, comenta que teóricamente el folclore como disciplina puede dirigirse hacia tres campos de estudio específicos. "El folclore como cosas, objetos o bienes culturales (materiales e inmateriales), otro como 'función', es decir atendiendo a la funcionalidad de dichos objetos o cosas; y otro referido al 'comportamiento', es decir, cómo se comportan las personas cuando usan dichos objetos o cosas", señala.
- Para determinarlo debemos ver desde que punto de vista teórico. Si nos vamos al "cosalismo" (objetos, cosas) diríamos que la música folclórica es aquella que se transmite generacionalmente por la vía oral. Cumple una función en el grupo social a la que está adscrita y mantiene vigencia a través del tiempo.
EL SIGLO QUE CORRE
Para el también investigador del área, cada región del país mantiene una música folclórica propia. "Predomina el norte con una mayor cantidad de expresiones musicales-coreográficas vigentes. El centro tiene danzas, que tienen funcionalidad en todo el país como el vals, la cueca, el corrido, la cumbia y en algunos sectores el tango y bolero. La zona sur austral incorpora otras danzas como el chamamé, la rancherita patagónica y el pasodoble. Las expresiones cantables de mayor vigencia son todavía la tonada, la canción, los cánticos religiosos, los villancicos, cantos de paseos y de fiestas familiares y despedidas escolares", sostiene.
- La temática de algunas formas musicales tradicionales, como la tonada y la canción, por ejemplo, han variado a través del tiempo. Ya no se canta solo al esterito, al campo, a las faenas campesinas, al amor: hoy se ha ampliado a nuestros problemas cotidianos, a lo ecológico, a los dramas sociales, la política (...) Debemos recordar que el folclore no es una momia, que debemos mantener sin que se le caiga ni un polvito de ella. Es cultura vida, dinámica y funcional, que atiende los requerimientos de la sociedad donde se desenvuelve.
- La ruralidad ha ido también cambiando respecto a los ritmos tradicionales. Si bien es cierto mantiene los ya señalados, ha incorporado de una manera interesante la llamada "cumbia-ranchera". Grupos influenciados por la música mexicana y colombiana han fusionado, para dar vida a estos nuevos ritmos que tanta aceptación tienen en el sector rural de todo el país. Creo es lo más interesante en este campo.
SONIDOS JÓVENES
- Lo han hecho de manera impresionante a la llamada cueca brava-chora, partiendo desde Los Tres en adelante (el grupo penquista editó "Unplugged" en 1996, clave en estas corrientes). La incorporación de instrumentos electrónicos como el bajo, la guitarra, así mismo la batería, fusionados con arpa, acordeón, piano, los platos y pandero, dan vida a una orquesta criolla urbana que adopta la cueca como la principal expresión musical. A lo largo de todo Chile ha tomado una fuerza interesante y valiosa, digna de estudio y seguimiento. La música popular, por su parte, también comienza a producir cambios en su temáticas enfrentando ahora problemas de orden social con profundidad y sentimiento crítico.
- A través del tiempo, el folclore suele perder el nombre de su autor. Éste pasa casi al olvido, excepto algunos temas ya folclorizados de Violeta Parra, Víctor Jara, Jaime Sauvalle, Raúl de Ramón, por nombrar algunos. Lo interesante para el folclore es la funcionalidad que cumple el tema musical ya sea cantable o danzable, o ambas cosas a la vez. El autor es, generalmente, el compositor, es decir, escribe el texto y crea su música. Suele ser el intérprete, con ello pone el énfasis y sentimiento que no es fácil para otro.
- Creo que sí. Hay elementos que se relacionan: La temática social, ecológica, de crítica, tienen puntos en común.
- En alguna medida sí, pero no panfletaria. La juventud quiere expresar su disconformidad, su malestar y rechazo a muchos aspectos de la sociedad actual.
- Claro que sí. Un ejemplo es la canción popular, la cumbia sin ir más lejos que a nivel de regiones tiene características propias. También está el resurgimiento de la paya hace algunos años.
- Las influencias de Cuba, México y Colombia han ido marcando nuestra música popular, que es la que cantamos hoy, dejando de lado muchos de los temas tradicionales/folclóricos. Es parte de la evolución social y de la música.
- La cumbia, la ranchera son dos ejemplos que se han folclorizado por su permanencia en el tiempo, funcionalidad y "chilenización".