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"Este no es el camino que el Papa Francisco quiere recorrer con la Iglesia"

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El arzobispo de Concepción, Fernando Chomali Garib, emprendió rumbo a Roma horas antes que estallara la polémica filtración de correos electrónicos entre los cardenales Ricardo Ezzati y Francisco Javier Errázuriz, en donde ambos manifiestan su intención de impedir que una de las víctimas de abuso sexual del sacerdote Fernando Karadima integrara una comisión creada por el Papa Francisco y que el jesuita Felipe Berríos se convirtiera en capellán de La Moneda.

Apenas llegó a su destino fue informado de las consecuencias que esta filtración había tenido en el país y de todos los cuestionamientos que, a medida que pasaban las horas, sumaban las máximas autoridades de la Iglesia Católica.

Cada cierto tiempo revisaba internet y recibía información sobre el episodio. Pero poco podía hacer, y menos decir.

Chomali había viajado a la capital italiana en su calidad de integrante de la Pontificia Academia para la Vida (instancia creada por el Papa Juan Pablo II, en 1994) para analizar la incorporación de nuevos miembros y conocer los avances del encuentro anual de la institución. Luego de ello, viajó hasta Essen, Alemania, para presentar una serie de proyectos sociales de la Arquidiócesis ante la Acción Episcopal Adveniat, institución que apoya el trabajo de la iglesia en América Latina.

Tras una semana fuera del país, ayer en la tarde arribó a Concepción para afinar los detalles del Tedeum de Fiestas Patrias, que presidirá mañana en la Catedral, y para comentar con Diario El Sur los últimos episodios que han golpeado a la Iglesia Católica y a sus máximas autoridades.

-A nadie le gustaría ver sus conversaciones privadas en la prensa y menos que se obtengan de mala manera. Se instala una cultura de la desconfianza muy perjudicial para las personas y la sociedad.

-El mismo cardenal Ezzati reconoció que podían ser ofensivos en el contexto de una conversación privada que se hace pública. No me parecen adecuadas algunas expresiones.

-Juan Carlos Cruz es una víctima de abuso y en ese contexto hay que leer sus declaraciones. Yo no minimizo el dolor que para él este episodio significa. Karadima le robó el alma a todos quienes lo rodeaban. Juan Carlos la está recuperando, de allí su pasión al hablar.

-El caso pudo haberse enfrentado de manera más rápida y diligente. Eso está claro. Pero no olvidemos que Karadima fue hallado culpable de abuso por el Vaticano y la justicia. El hecho que se haya creado una comisión por la Santa Sede y la Conferencia Episcopal demuestra que no se hacían las cosas de la mejor manera y que hay que enmendar el rumbo.

caso berríos

-No me parece la mejor manera de lograr ciertos objetivos.

-Leyendo los discursos de Benedicto XVI y de Francisco uno se da cuenta que hay mucho que cambiar en el modo de hacer las cosas al interior de la Iglesia. Queda claro que algo de eso ha habido y que este no es el camino que el Papa Francisco quiere recorrer con la Iglesia. Yo me sumo a ello, por cierto.

restarse o seguir

-Yo opino que es la forma que tiene mucha gente de expresar su decepción por las instituciones y por la Iglesia Católica. Eso es el fondo del tema. Esperan de nosotros y siempre una actitud de servicio y de entrega. Lo mejor es cuestionarse cada uno de qué manera contribuye a la transparencia o al secretismo y sobre todo tener la capacidad de reconocer que también los cardenales son seres humanos y se pueden equivocar o actuar de una manera errónea o que no se espera.

-Es una decisión que él tendrá que tomar. Pensó en conservar la tradición independientemente de su situación personal y no se restó.

-Cada uno tendrá que ver lo que hace. Es compleja la situación, por cierto.

manejo

-Tendría que estar en la situación y después de la guerra somos todos generales. Pero creo que haber reconocido que la conversación pudo haber ofendido ya es importante. Nunca es tarde para enmendar el rumbo.

-Es la opinión de un joven líder que estudia en la Universidad Católica de la Santísima Concepción y que pide un alto nivel de coherencia de parte de las autoridades. Le diría que me alegra que tenga ese nivel de exigencia respecto de las personas con autoridad. Ello nos da esperanza en los futuros líderes del país. También le diría que analice lo que ha hecho desde que llegó a Chile a los 17 años y lo que hizo por la universidad en su totalidad. Si unos emails desafortunados que fueron mal habidos opaca toda su obra por cierto que no sé quién quedaría en pie.

Es una reacción que se comprende en el contexto que estamos viviendo. Esperan de quienes tienen responsabilidades al interior de la Iglesia vivir con los más altos valores a los que puede aspirar un hombre en cuanto discípulo de Jesucristo. Los jóvenes en eso son radicales. Le dan más crédito a lo que ven que a lo que oyen. El nombre a Mons. Ezzati se lo ofreció el rector previa consulta al consejo en virtud de todo lo que hizo por la Universidad. Eso tiene un valor sin duda. Los jóvenes quieren más. En lo personal es un llamado a ser coherente y fiel testigo de Jesucristo. No sé si daré el ancho. Estos hechos me cuestionan y me interpelan profundamente, sobre todo cuando soy muy consciente de mis límites.

TEStigo

-Por cierto que si me llama el juez voy a ir. La paz de las víctimas se logrará con la verdad y si contribuyo a ello, excelente. Yo refrendaba el informe respecto de la situación económica de las parroquias de Santiago que me entregaba el tribunal de cuentas del Arzobispado. Me tocó respecto de la declaración de 2009 o de 2010 de dicha parroquia. Pero quien debiera hablar es el propio Fernando Karadima. Su silencio hiere.

"Haré un llamado a la esperanza"

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-¿

Partiré agradeciendo por los miles de testimonios de chilenos y chilenas que con esfuerzo y de manera anónima sacan adelante a sus familias y al país. Además haré hincapié en la urgencia de preocuparnos más de los jóvenes y generar mejores condiciones laborales. Haré referencia a la Mina Santa Ana por cierto. Hablaré de la delincuencia como problema social más que policial que debemos enfrentar todos con una mirada más sistémica. Haré un llamado a la esperanza, a la alegría y que no nos venza el pesimismo, la apatía, la indiferencia. Diré que urge volver a darle credibilidad a las instituciones y que cada palabra, cada acción, cada gesto cuenta. Y haré un llamado a que cada uno de nosotros hagamos un examen muy personal para ver de qué manera hemos contribuido a la promoción del bien común.