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UE se reunirá de nuevo la próxima semana por la crisis migratoria

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La presidencia de turno de la Unión Europea, que ocupa Luxemburgo este semestre, convocó un nuevo Consejo de ministros europeos de Interior para el próximo 22 de septiembre, con el fin de lograr un acuerdo definitivo sobre la crisis de refugiados.

"La presidencia quiere que el Consejo adopte una decisión sobre un mecanismo provisional para la distribución de 120 mil personas con necesidad de protección internacional de los Estados miembros expuestos a flujos migratorios masivos", explicó el titular de Asuntos Exteriores Europeos y de Inmigración y Asilo de Luxemburgo, Jean Asselborn.

El ministro añadió en un comunicado que seguirá consultando a sus homólogos de cara a la reunión extraordinaria, a fin de tratar de acercar posturas.

La UE se enfrenta a un momento crítico en el que se juega su credibilidad internacional después de que los países comunitarios fuesen incapaces de superar su división interna y respaldar el reparto de 120 mil refugiados que había propuesto la Comisión Europea.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que anunciará mañana si convoca o no una cumbre extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE para tratar la crisis de refugiados, como pidieron Alemania y Austria.

También el primer ministro eslovaco, Robert Fico, se pronunció a favor de una cumbre en la que se decida definitivamente el siguiente paso, pero advirtió de que su país no se dejará intimidar con "amenazas" de otros Estados porque rechaza las cuotas propuestas por la Comisión.

Ayer, Hungría anunció que construirá una valla como la que levantó en la frontera con Serbia también con Rumania. El Gobierno alegó que tras el cierre de la frontera con Serbia los traficantes de personas podrían buscar una ruta alternativa por Rumania, alegó el ministro, citado por la agencia MTI.

La policía húngara detuvo ayer a 45 personas por entrar de forma ilegal en el país tras sellar su frontera meridional, mientras que centenares de refugiados quedaron en un "limbo legal" entre Serbia y Hungría.