Rendimiento escolar y calidad de la docencia
Los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce) dados a conocer recientemente por Unesco (julio de 2015), además de destacar los logros de los estudiantes chilenos (3º y 6º básico) en las áreas de Lectura, Escritura, Matemática y Ciencias entre 15 países, más el estado mexicano de Nuevo León (México), ponen de manifiesto la enorme importancia que tiene el docente de aula en dichos logros de aprendizajes.
La calidad de la educación tiene como techo la calidad de sus docentes, se establecía en un estudio mundial encargado por la Ocde en 2006 (Mckinsey, 2007).
En efecto, este tercer estudio, de carácter comparativo y explicativo, destaca como factor interno a la escuela que explica los resultados el compromiso del docente con sus estudiantes, pues existe una relación altamente positiva entre los logros de aprendizaje en ambos niveles estudiados en las áreas de lectura y matemática y el desempeño docente a nivel de aula.
Es decir, factores como "asistencia y puntualidad del docente" son considerados positivamente por los estudiantes como determinantes en sus logros educacionales. Mientras más alto es el compromiso de los docentes más altos son los puntajes que obtienen en las pruebas rendidas, en todas las áreas.
Igualmente, los resultados logrados por los estudiantes chilenos se explican también por otras características de las prácticas docentes a nivel de aula. Es decir, la calidad de la preparación de clases, la paciencia del docente al impartir sus materias o la motivación al exponer contenidos se asocian positiva y significativamente con los aprendizajes logrados por los estudiantes de 6º básico en el ámbito de la lectura. Esta es una de las variables con más peso explicativo sobre los logros de aprendizajes en el ámbito de la lectura y a nivel de sexto año básico.
Las prácticas docentes positivas, como las descritas en el Marco para la Buena Enseñanza (MBE), permiten que los estudiantes obtengan puntajes más altos en todas las áreas escolares en que son medidos, lo que da pábulo para afirmar que la formación inicial y continua debieran ser aspectos centrales en la política educativa vinculada al desarrollo profesional docente, como política pública, y debiera ser concebida como eje central del desarrollo del país y no constituya -como hasta ahora- un problema del mercado o un tema financiero.
Los mismos resultados, en que Chile alcanza los niveles más altos de todos los países medidos, muestran que las diferencias socioeconómicas existentes entre los escolares (y sus familias) en nuestro país se expresan igualmente en los puntajes.
A mayor nivel socioeconómico mayor es el rendimiento que alcanzan los estudiantes, a pesar de tener también buenos docentes, diferencias que igualmente se proyectan al campo laboral, a los puestos de trabajo, en las remuneraciones y en los lugares de residencia.