Esta semana el Instituto de Salud Pública (ISP) dictó una resolución que autoriza la venta en farmacias de la píldora del día después sin receta médica, lo que causó rechazo en organizaciones regionales.
Desde el Instituto, sin embargo, informaron que las razones para acoger la liberación del fármaco responden a que tras 10 años de uso, es segura, según lo muestra la farmacovigilancia, que no registra notificaciones negativas y sobre todo "porque esto ayudará a fortalecer la protección a las mujeres de un embarazo no deseado", manifestó Álex Figueroa, director del ISP.
En la Región esta modificación no fue bien recibida, debido al riesgo que puede significar un sobreabuso de la automedicación, considerando que es una "bomba hormonal", como expuso la senadora y miembro de la Comisión de Salud, Jacqueline Van Rysselberghe y el presidente regional del Colegio Médico, Juan Enríquez.
Adicionalmente, en el marco de la manifestación en contra del aborto, organizaciones también se sumaron al rechazo. Ana María Martínez, representante regional de Red por la Vida, expresó que "creemos que esto es un tema más ideológico que por salud pública".
REACCIONES
Dentro de los detractores de la autorización, el presidente del Colegio Médico de la Región, Juan Enríquez, explicó que la liberación del producto para venta sin receta puede fomentar la automedicación en las mujeres.
"Esto no puede ser. El medicamento debe ser vendido con receta médica, obligatoriamente. No estamos en contra de que no se pueda ofrecer, de ninguna manera, pero sí debe ser con receta, fundamentalmente porque puede ser nocivo para la salud de las mujeres, y ese riesgo debe ser supervisado por un médico", planteó Enríquez.
Críticas más duras realizó Jacqueline Van Rysselberghe. La senadora declaró con respecto a la decisión del ISP que "lo encuentro un franco descriterio desde el punto de vista de la salud pública, más allá de las concepciones que uno pueda tener de cómo funciona. La píldora del día después es una bomba hormonal, y por lo tanto, no puede ser ingerida sin supervisión, con el riesgo de ser ingerida mucho más seguido que lo conveniente. Me parece que esta resolución obedece más bien a un pensamiento ideológico que a un criterio sanitario", declaró.
Ana María Martínez, presidenta de la Red por la Vida en la Región, manifestó que "cualquier remedio en Chile se vende con receta médica, así que la verdad lo encuentro un descriterio", señaló.
Carla Osses, representante de Grupos Ciudadanos por la Vida, también se sumó a los reclamos aduciendo que les parece lamentable la situación, "sobretodo porque muchas veces, cuando se ocupa esta pastilla no hay una conciencia real de lo que podría implicar en la vida, en la familia o en la persona. Hay que hacer una mayor educación sexual en las familias y en colegios", expuso y llamó a no usarla "porque en el fondo esto conlleva a una habitualidad, o que se pueda utilizar sin la conciencia de vida", expresó.
Menor rechazo
Más conciliador fue Héctor Ireland, presidente del gremio de Químicos Farmacéuticos del Servicio de Salud Talcahuano, quien afirmó que "realizar juicios éticos es una decisión personal" y que como profesionales les corresponde informar debidamente a quienes busquen el fármaco, además de proveer del medicamento, según indique el ISP.
Informó que adicionalmente, como cualquier otro fármaco, puede tener contraindicaciones, y que por lo mismo vendrá con un folleto en el que se explique su modo de uso e indicaciones generales. Mencionó que también le corresponde al estamento informar sobre los riesgos al momento de venta del fármaco.
DETALLES
La resolución exenta 3094, firmada el 2 de septiembre por el director del ISP, modifica la condición de comercialización de Levonorgestrel (principio activo anticonceptivo) de 0,75 ml y 1,5 ml.
La posibilidad de amplia venta de la pastilla -que funciona hasta 72 horas después de una relación sexual de riesgo- iniciaría durante las próximas semanas y cualquier persona podría adquirirla.
Cabe recordar que en el servicio público las estadísticas de entrega muestran que en 2012 fueron 8.863 dosis distribuidas de manera gratuita, cantidad que subió a 13.747 en 2014.