Para recuperar la confianza se necesita un cambio de rumbo en el gobierno
La falta de expectativas y de confianza tienen al país complicado. Para poder superar esto es necesario que exista un cambio de rumbo. En eso coincidieron ayer el ex ministro de Transportes, Claudio Hohmann, y el economista de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Santo Tomás, Alejandro Puente, después de participar en el encuentro "El valor de la confianza", que tuvo lugar en Concepción y que organizó la casa de estudios junto al Centro de Implementación Estratégica (Cies).
En conversación con este medio, ambos coincidieron en que definitivamente, las personas tienen menos confianza en las instituciones y en las autoridades, en particular las políticas, aunque en niveles inferiores a los que se muestran en otros países del mundo y a la historia reciente del país.
DIFERENCIA
La gente pareciera que no cree en nadie, salvo en muy pocas cosas. "Ahora la gente no está desconfiando de la institución u organización en la que se atiende directamente. Si uno le pregunta por los bancos, la ciudadanía dice que no le inspira confianza, pero en el banco donde opera, sí tiene confianza, porque le dieron un crédito hipotecario sin problemas, mi ejecutivo me trata bien y así sucesivamente. Incluso eso opera en la política, en el sentido que la crítica muy mal, pero respecto al senador por el que votó, sí tiene aprobación", analizó Hohmann.
Puente, por su parte, agregó que en los indicadores de confianza de los consumidores, cuando le preguntan por la situación del país a 12 meses o 5 años, la repuesta es negativa, pero cuando se refieren al aspecto personal, en el mismo horizonte, es mucho mejor.
La razón para esta diferencia, según el académico, es la falta de objetividad para esa crisis de confianza, que no refleja correctamente la situación del país. "A mí el dato que me resultó más sorprendente en estos indicadores fue cuando se le preguntó a la gente por el Congreso y contestó 3%. Yo tengo una buena opinión de la política chilena, sobre todo porque viví en Venezuela", apuntó.
Hohmann manifestó que se generaron expectativas desbordadas en Chile, sobre todo con el segundo gobierno de Bachelet. Se venía con una tendencia de crecimiento muy notable, de 5,3% en la administración anterior, que objetivamente parecía no mantenerse porque se iba a terminar el ciclo de los commodities, pero la agente mantuvo expectativas. "Si uno analiza, por ejemplo, hasta después del Mundial de Brasil del año pasado, la ciudadanía, en todas las encuestas, decía que la situación económica iba a estar mejor y las expectativas se comienzan a derrumbar cuando la gente empieza a sentir que se venía un frenazo a fines del año pasado".
Entonces, agregó, las personas empiezan a echarle la culpa al sistema político, a las grandes empresas que cobran más, etc. Se pierde la confianza porque alguien engañó.
RAZONES OBJETIVAS
Puente añadió que es clave para una recuperación económica mejorar las expectativas, pero también insistió en que hay razones objetivas para tener un menor crecimiento, como factores cíclicos y estructurales de largo plazo que "nos llevan a esperar un menor crecimiento, lo que se acentúa si se tiene superpuesta una crisis de confianza, que va más allá de la real situación de la economía".
Por ende, la forma de salir de esto sería que el gobierno cambie el rumbo. En eso cree Hohmann, quien indicó que si se aprecia la aprobación que tienen todas las reformas del gobierno es muy baja y hay dos cosas que se pueden hacer: o se cambian estos proyectos o se modifica la calidad con las cuales se han venido haciendo, porque esa desaprobación es demasiado importante. "La gente piensa que estos proyectos son malos, a pesar de que en sus títulos parecieran ser reformas positivas e incluso hay quienes las consideran necesarias. Entonces yo sí creo que va a ser necesario, para recuperar la confianza, un cambio de rumbo".
El ex secretario de Estado explicó que la gente pensaba que dejar de crecer no estaba en el mapa de nadie, la ciudadanía estimaba que las reformas se harían sin efectos en el crecimiento. La clase media chilena estuvo en una senda de prosperidad continua durante los últimos 20 años, con crisis breves, pero aquí se interrumpió eso. "Hay que retomar el crecimiento, pues hoy hay una percepción de recesión, en la cual no estamos, pero hoy la gente requiere hechos y para eso es necesario un cambio de rumbo. (El presidente) Lagos hizo un agenda procrecimiento con la Sofofa, y no había desconfianza y hoy se requiere reeditar alguna fórmula, una agenda que coloque al crecimiento en el primer lugar y a la recuperación de los agentes, tanto de los consumidores como empresas en primer lugar".
Alejandro Puente coincide, pero también piensa que hay reformas que son necesarias y el punto es hacerlo bien, pues es difícil quedarse con cosas que hay en sistema educacional que teníamos o, incluso, en la reforma laboral hace falta un nuevo trato. A modo de ejemplo, el reemplazo en huelga, en que hay estudios que señalan que deben haber servicios mínimos, "en ese tipo de ingeniería de detalles hay que hacerlo mucho mejor".
Su punto, explicó, es que no se trata de renunciar al cambio, sino que debe ser bien entendido y orientado, ya que se corre el riesgo de que si no se hacen bien está el riesgo de dar el salto a alternativas populistas, que es una cosa que debería preocupar dado esta caída en los niveles de confianza, cerró.