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El estrés de la mitad del año

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Estamos en un periodo del año cuya característica más evidente es el estrés que surge frente al cumplimiento de tareas y demandas, tanto en el ámbito laboral como también en el escolar.

En este punto del año es, además, cuando se necesitan más espacios de relajo y ocio, debido al cansancio acumulado en meses anteriores y en proyección a lo que acontecerá en los meses venideros: Fiestas Patrias, Navidad, cierre del año 2015, por ejemplo.

Las manifestaciones del estrés son variadas y pueden ser más o menos punitivas en cada caso. En los adultos se manifiesta generalmente con insomnio, bruxismo, exceso de sueño durante el día, agotamiento físico y una cierta incapacidad para descansar. En el caso de los niños se puede evidenciar de forma similar, pero tal vez con menos intensidad, y en los más pequeños son más comunes las rabietas o manifestaciones de frustración, sobre todo cuando se levantan o se acuestan.

Dentro de este panorama complejo y poco deseable, la incapacidad para descansar aparece como un fenómeno extraño, considerando que la mente y el cuerpo requieren un espacio de distensión, pues pareciera ser que el organismo en su conjunto se resiste a abandonar la presión del día a día y considera que no hacer nada es una pérdida de tiempo.

La mente proyecta tareas y las resuelve y ajusta, sin que la demanda se presente. Es interesante observar esto en hombres y mujeres en ejercicio laboral, pues la orientación a la meta supera el reconocimiento de los malestares que aquejan a diario y, si a esto se suman gastos y presupuestos de mediados y fin de año, el panorama se complica aún más.

El ocio, la distensión y la calma del cuerpo y la mente son ejercicios básicos para disminuir el estrés negativo. Hacer nada en algunas ocasiones puede colaborar con nuestra salud mental y disminuir gastos en medicamentos y atenciones médicas. Un espacio al día en el que se pueda caminar sin comprar, conversar sin hablar de trabajo, compartir con la familia sin pensar en el futuro, revisar un buen libro o comentar una película, todas recetas simples que facilitan la disminución de la tensión que ocasiona vivir para trabajar y para pensar en exceso en el futuro.

El sobrepeso puede adelantar la aparición del Alzheimer

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Tener sobrepeso a los 50 años está ligado a la aparición temprana del Alzheimer en adultos cognitivamente sanos a esa edad, según un estudio que publicó ayer la revista Molecular Psychiatry.

Según los científicos del Instituto Nacional del Envejecimiento (NIH) de EE.UU., cada unidad añadida al Índice de Masa Corporal (IMC, el cociente entre la masa y el cuadrado de la estatura) en la mediana edad significa que la enfermedad puede aparecer 6,7 meses antes.

Estudios previos ya habían apuntado a que algunos cambios en el estilo de vida, como una mejora en la dieta y el ejercicio regular, pueden retrasar la manifestación del Alzheimer.

Los investigadores se basaron en los datos de 1.394 pacientes cognitivamente normales que se sometieron a pruebas neurosicológicas cada dos años durante una media de 14 años.

Dentro de ese grupo, 142 personas desarrollaron la enfermedad y, entre ellos, aquellos con un mayor IMC a los 50 años sufrieron los primeros síntomas del mal de Alzheimer antes que el resto.

Daños neurológicos

A partir de 191 autopsias, los científicos también comprobaron que la obesidad en la mediana edad está asociada con daños neurológicos en el cerebro relacionados con el Alzheimer.

"Estos resultados son importantes porque añaden una cantidad importante de conocimiento sobre la relación entre la obesidad y el Alzheimer, pero sobre todo indican que mantener un Indice de Masa Corporal saludable desde la mediana edad puede contribuir a que se produzca un efecto protector para la aparición del mal décadas después", afirmó Madhay Thambisetty, autor principal del estudio.

Para el científico, son necesarias nuevas investigaciones que involucren a un mayor número de pacientes para determinar el IMC concreto a partir del cual comienza a elevarse el riesgo de una manifestación temprana del Alzheimer.

Los encargados del estudio subrayaron que los resultados estadísticos de esta investigación no profundizan en los mecanismos que hacen que el sobrepeso y la obesidad influyan en la aparición de la enfermedad.

En el mundo entero hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia, y cada año se registran 7,7 millones de nuevos casos, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La enfermedad de Alzheimer, que es la causa de demencia más común, acapara entre un 60% y un 70% de esos casos.