"Nos aferramos a nuestra realidad mientras otros partían al extranjero"
El próximo viernes 4 de septiembre, la emblemática agrupación Sol y Lluvia tiene agendado un show masivo en el Gimnasio Municipal de Concepción, el cual se enmarca en la celebración de los 35 años de intensa trayectoria.
Pocas bandas nacionales han sabido expresar de mejor manera el sentir de un pueblo que "Sol y Lluvia. Con letras directas y variedad rítmica rockera, los autores de "Adiós general", "A desatar esperanza"y "En un largo tour" se transformaron a pulso en un referente contestatario en tiempos de dictadura, postura que hoy ha calzado en el marco de protestas y movimientos estudiantiles.
Aquella impronta es la que se vivirá este viernes en el Gimnasio Municipal con un show que han denominado "Conce no se rinde". Este es un concepto que la banda ha aplicado en distintas ciudades del país.
UNA LARGA TRAYECTORIA
El fundador del grupo, Amaro Labra, se dio tiempo para comentar la independencia y dificultades que han traído los últimos tiempos, así como la cercanía que hoy consiguen con las nuevas generaciones.
- Estuvimos todo el tiempo en Chile, salvo en 1988 que hicimos una gira de dos meses por Canadá. Aquí en Chile estaban en el asunto del plebiscito y lo vivimos a la distancia con los residentes de Toronto. Escuchábamos las noticias y los resultados del Sí y el No con bastante atención y fue como si nunca hubiésemos salido del país. El resto del tiempo nos mantuvimos siempre en Chile, trabajando en lo que nosotros sentíamos que era más que un deber, era nuestra vida y nuestra realidad.
-
-No fue tan así. Nosotros lográbamos hacer nuestros conciertos casi completamente. Hubo algunos que fueron más difíciles que otros de hacer, pero generalmente estábamos rodeados de mucha vigilancia policial, lo que más que nada era una forma de ahuyentar a los que podían llegar. Si se daba que al final de cada espectáculo habían casos de persecución a la gente que salía muy potente, muy llena de energía.
En general sufrimos dos eventos que fueron fuertes para nosotros, como una detención con un secuestro donde al final no supimos dónde nos llevaron. Estuvimos dos días detenidos con mi hermano. El otro fue un atentado, incendiaron un taller que teníamos. En ambas situaciones no quisimos hacerlas públicas porque pensábamos que el terror funcionaba así, y en la medida en que la gente supiera que nosotros éramos sujetos públicos se daría el objetivo de amedrentar. Así que nos quedamos piola, y ahora lo cuento porque nadie se va a asustar por eso.
-
- Creo que hemos ido creciendo juntos con los acontecimientos y eso nos hizo ser parte de un pueblo que cantaba y se sentía identificado con nosotros. Lo notamos en los antiguos fans, pero también en la respuesta súper bonita de las nuevas generaciones. Eso es lo que hace que nos mantengamos y que seamos como una especie de banda de culto. Estamos teniendo una retroalimentación bastante fuerte y emocionante de la generación que vivió la dictadura y que nos acompañamos mutuamente en esos momentos de terrible situación. Es bien potente encontrar gente muy emocionada, pues son parte de una generación que también en su época tenía que irse para la casa y seguir trabajando por seguir libertades.
-
- Recorrimos harto esta zona en la época de la dictadura, desde Curanilahue, Tirúa, Lota o Coronel hasta fiestas masivas en universidades. Creo que aquí hay harta cultura social y musical, lo cual la hace una plaza muy interesante. Recuerdo una de las últimas participaciones en la Universidad de Concepción que fue algo realmente grande y bonito.