Techo invita a construir un país más justo entre todos
Denunciar con datos duros y remecer a la ciudadanía con una realidad que es mucho más dura es lo que Techo-Chile busca con su Campaña de Captación de Socios 2015, la que se lanzó el 17 de agosto y se extenderá hasta el 6 de septiembre.
Serán semanas donde la meta va mucho más allá de convocar a los 215 nuevos socios que se requieren para la Región del Biobío mediante el gesto de realizar una acción caritativa, sino que es una invitación a tener un acto de justicia social. Así lo afirma Pedro Cisterna Gaete, director de Techo-Biobío, quien cuenta que es urgente realizar transformaciones estructurales en nuestro país y, sobre todo, demostrar que trabajar para construir un país con menos desigualdad no es sólo una tarea del Estado o de las ONG's, es una responsabilidad de todos.
Y las cifras arrojadas por la Primera Encuesta de Diagnóstico de Campamentos que realizó Techo en nuestro país en mayo de 2015 para objetivar esa realidad que cada día ven, avalan esta necesidad: el 91% de las familias que viven en campamentos no tienen alcantarillado, 76% de las familias que viven en los campamentos no tiene acceso a la red de agua potable, 48% no tiene acceso regular a la electricidad y sólo uno de cada 100 habitantes de campamento logra llegar a la universidad.
SUSTENTAR COBERTURA
Es la cuenta pública que, sostiene, nadie quiere escuchar y que se suma al hecho de que en los últimos cuatro años el número de quienes viven en campamentos ha aumentado de 27 mil a 34 mil personas, y según el catastro de la fundación son 681 los asentamientos precarios en el país. Cisterna puntualiza que a nivel local la cifra es de 155 campamentos, lo que se traduce en más de ocho mil familias viviendo en ellos. Sin embargo, la fundación trabaja con 36 comunidades en la Región del Biobío.
Es por esto que también es tan importante la campaña de captación, porque el aporte de los socios es fundamental para sustentar el quehacer de la fundación. Pero si bien no se tiene claro cuál es el porcentaje de aporte por región de los socios, sí se sabe que en Chile, la colaboración a nivel nacional es menor a la que tienen las otras oficinas de Techo en Latinoamérica.
Es que según Pedro Cisterna hoy hay muchos espectadores que ven la pobreza como una situación que se debe erradicar, pero faltan protagonistas que trabajen por ello. Así, incrementar la cantidad de socios también podría significar, en el futuro, el aumento de la cobertura del trabajo de Techo.
"Aumentar socios es involucrar a la ciudadanía en la solución de la problemática, que ésta llegue a más ojos, que la realidad sea mucho más visible", dice.
TRANSFORMACIONES
Desde hace 18 años la fundación trabaja y se involucra cada día con las comunidades de los campamentos, los que para Pedro Cisterna son la muestra de lo que es la pobreza dimensional en todo su esplendor. "Lo que viven las familias de los campamentos cuesta en el día a día combatir y éstos expresan un resumen de todas las problemáticas que existen en nuestro país en cuanto a la educación, trabajo, salud e ingresos", manifiesta.
Pero este resumen de lo que significa la injusticia en Chile no es una situación que hoy día está puesta como prioridad desde el punto de vista de la política pública, agrega.
Por eso, uno de los horizontes a los que apunta Techo es incidir en la política pública para cambiar las condiciones estructurales del sistema capitalista que rige en Chile, que es el que según Cisterna genera segregación e inequidad social, y que en muchas ocasiones obliga a las personas a vivir en campamentos.
"La política pública debe enfrentar procesos de transformación en su mas puro sentido y origen, que tiene que ver con probidad y ética, porque no sé qué tiene de ético que hoy en Chile existan 34 mil familias viviendo en esas condiciones adversas", plantea.
Pero, además, quieren impactar en la forma en como país se entiende el crecimiento y el desarrollo.
El desafío es grande, reflexiona, porque parece que en Chile es la competencia el paradigma fundamental de estos aspectos y lo cierto es que en una competencia siempre hay ganadores y perdedores. "Pero los pobres siempre salen perdiendo. Por eso, si queremos generar un país más justo e igualitario, nuestro motor de desarrollo debería apuntar a horizontes distintos como la solidaridad o cooperativismo", concluye.