El debate presidencial se abrió en Concepción
Ambos representaron dos visiones de país. Sin embargo, coincidieron en un diagnóstico claro: Hay un Chile que no está en crecimiento, donde persiste la desigualdad.
Allende, en calidad de presidenciable, expresó un discurso en que apuntó a todos los tópicos de un programa de gobierno. Lo mismo hizo Piñera.
En materia de descentralización, la senadora aseguró que "si hay algo que Chile debiera poner más es en materia de descentralización". Agregó que "el país no resiste más con la centralización". Y en ese sentido, aseguró que no basta sólo con la aprobación de la ley de elección directa de intendentes, sino también se debe apuntar a la distribución de recursos y a economías regionales más basadas en los commodities que en productos primarios.
A pesar de sostener que hay una baja en el crecimiento económico, enfatizó que "Chile no está en recesión".
En ese punto, también precisó en la importancia de un cambio estructural en la economía que apunte a otorgarle mayor valor agregado a lo que se produce en Chile. Allende expuso el ejemplo de Codelco, donde dijo que en su mayoría se exporta concentrado de cobre.
La senadora también criticó a las grandes empresas, de quienes señaló que muchas veces terminan generando situaciones poco competitivas. "Abuso a los consumidores o como lo hemos visto, conductas colusivas. Tenemos entre todos que tomar medidas. Debemos asegurar el correcto funcionamiento del mercado", destacó.
Junto al crecimiento, también habló de confianza, donde señaló que "sin ella es muy difícil que los países avancen". Añadió que hoy estamos viviendo un severo problema de ese tipo: "No hemos sido capaces de reconocer en qué nos hemos equivocado. Por qué el trabajador desconfía del empresario, por qué éstos desconfían de los sindicatos (...), por qué la desconfianza en las instituciones está presente".
Allende dijo que se deben tomar todos los caminos legales para frenar esa desconfianza. Reafirmó la idea de perder el escaño en el caso de faltas a la ley electoral por parte de los parlamentarios.
Respecto a la reforma laboral, expresó que "la relación entre trabajo y capital tiene que ser más equitativa. Hoy, a lo menos, el 70% de los trabajadores tiene un ingreso inferior a 600 mil pesos. Eso grafica una enorme desigualdad".
En materia de cambio constitucional, Allende planteó que "Chile necesita un nueva Constitución. Nosotros queremos una discusión sin prisa y sin pausas".
Respecto de la reforma educacional, la líder del PS manifestó que "no queremos ese modelo de mercado que permite hasta lo que te dé el bolsillo (...). Vemos a la educación como un derecho que tiene que estar asegurado".
Allende aseguró que el futuro se debe enfrentar "con decisión y firmeza". Finalmente, la parlamentaria indicó que se deben hacer "esfuerzos coherentes" entre todos. "Hago un llamado a no sesgar en el diálogo. Debemos asumir que es un bien político que es necesario para el país", dijo.
En cuanto a educación, planteó que es necesario mantener un sistema mixto., que le hace bien al desarrollo de Chile. "Lo que hace esta reforma es abandonar esa lógica. (...) No debemos quedarnos en puras consignas", manifestó.
Sobre reforma laboral, el ex mandatario sostuvo que será "un nuevo y duro golpe para la capacidad de generar empleo".
Respecto de una nueva Constitución, Piñera afirmó que hay muchas dudas y "nada se descarta. Ni la Asamblea Constituyente ni el cambio institucional".
Luego apuntó a las consecuencias, donde aseguró que "le están haciendo un grave daño al país".
En ese sentido, destacó que "nuestra tasa de crecimiento ha caído violentamente (...). Estamos muy lejos de crear 250 mil empleos por año como fue en el gobierno anterior". Tal vez, una de sus frases más potentes fue : "Chile está peor hoy que en marzo de 2014".
Reafirmó que ha habido políticas mal diseñadas. "Si uno va fuera del país, le dicen qué está haciendo Chile, que se está pegando balazos en los pies", expresó el ex presidente.