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Santa Teresa de Jesús es homenajeada en la Ucsc

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Actividades solidarias y litúrgicas son parte de la Semana Pastoral en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, las que tienen por objetivo celebrar el aniversario número 22 de la direcciónpastoral. Una de éstas será una eucaristía que se realizará el viernes a las 13.00 horas y que será encabezada por el arzobispo penquista, monseñor Fernando Chomali, canciller de la casa de estudios.

Además, como en el 2015 se conmemoran los 500 años del natalicio de Santa Teresa Jesús de Ávila, fundadora de las Carmelitas Descalzas, se unió esta celebración al programa, buscando rendir homenaje a la figura de quien se convirtió en una líder dentro de la Iglesia Católica, no sólo por sus acciones dentro y fuera de esta institución, sino que también por su herencia artística a través de la poesía y la música.

Es así que desde el recién pasado lunes hasta hoy, mediante charlas, poemas y música se ha rescatado el legado de la religiosa.

De hecho, hoy se realizará la jornada final con la charla "Hombres de ciencia: ¿Buscaríais a Dios, al modo de Santa Teresa, en el gusano de seda?", dictada por el rector de la casa de estudios, Juan Miguel Cancino y que fue la misma ponencia que dio en el Congreso Interuniversitario "Santa Teresa de Jesús, Maestra de vida" que se efectuó en Ávila (España) a principio de agosto, oportunidad donde también el grupo "Velut Luna" interpretará música renacentista.

Cita es a la 19.00 horas en el Centro de Extensión de la Ucsc.

"Al plantearse un matrimonio, hay que dedicar energía para no llegar a crisis"

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El 2001 la Fundación Familia Unida comenzó sus actividades en Concepción, las que tienen por objetivo principal generar y/o potenciar la unión familiar en sus más diversos aspectos. Es por eso que organizan distintas tipos de charlas orientadas a ayudar en aspectos relacionados con la paternidad y apoyar en la formación de hijos, así como también en la relación de pareja.

Es así que en los años de trayectoria, la ONG detectó que una de las dudas más frecuentes tiene que ver con cuál es la manera en la que se puede prevenir el deterioro del matrimonio.

Y, según afirmó el médico psiquiatra Arturo Roizblatt, lo primero que se debe hacer es observar si la pareja le da valor al matrimonio como compromiso, entendiéndolo como un contrato para toda la vida. "Esto, en los tiempos actuales, incluso puede llegar a ser setenta años. Entonces, hay que percatarse de la seriedad de esa decisión, evaluando muy bien la calidad de la relación prematrimonial para que, lo más lúcidamente posible, evalúen la viabilidad de ese noviazgo, pensando que en el matrimonio generalmente no se mejoran los defectos, no disminuyen los conflictos y, por lo tanto, no se puede iniciar ese matrimonio pensando en que 'las cosas van a mejorar'. Ya casados si observan deterioro deben consultar lo más precozmente posible", aconsejó.

Precisamente a esta temática apunta la próxima conferencia que Familia Unida realizará en la capital penquista y que contará con la participación del experto, que con gran experiencia en temas de parejas casadas, dictará la charla "Matrimonio Feliz en el siglo XXI: lo podemos lograr", actividad que se desarrollará mañana 20 de agosto en el Aula Magna del Arzobispado a las 19.45 horas.

Al respecto, el profesional sostuvo que "el principal desafío que hoy tienen las familias para lograr un fortalecimiento consiste en reconocer en aquellas que funcionan satisfactoriamente, la fuente en la que se puede realizar una mejor crianza a los hijos y, además, lograr una mayor satisfacción matrimonial", precisando que lo último siempre va a ser diferente en cada caso, dado que depende de la importancia que se le otorgue a esta institución (matrimonio), "considerando que hay una tendencia sociocultural a quitarle relevancia y trascendencia".

DETERIORO

DE LA RELACIÓN

Uno de los aspectos que el profesional lamentó es que el matrimonio, como institución, se ha ido deteriorando desde el siglo pasado. Cuenta que las causas más comunes de las rupturas son variadas, y por un lado pueden deberse a cambios en la forma de ser de una persona, lo que hace que se dificulte la relación.

Lo anterior, tal como explicó Roizblatt se llama trastorno de personalidad, lo que es tratable, pero se debe considerar que lo primordial es que el individuo tenga la capacidad de reconocer que tiene dificultades en relacionarse.

"También puede haber problemas en personas que no han dejado a su familia de origen y son más leales a ellos que al matrimonio, o quienes privilegian el trabajo, el deporte o los niños y no a la pareja", indicó el psiquiatra.

Todo lo anterior puede convertirse en el detonante de una crisis, en especial cuando los matrimonios no aprenden a enfrentar discusiones o conflictos. En esos casos habitualmente terminan enojados y rompiendo la relación.

Pero, según el profesional, en vez de aquello, "se debe aprender a discutir de tal manera que se solucione el conflicto, siendo el extremo de esto la aplicación de la ley del hielo que en algunos matrimonios puede durar días, semanas o meses con el efecto negativo que tiene para toda la familia".

A largo plazo dichas acciones van deteriorando la relación, por lo que el consejo del especialista apunta a enfrentarlos, con el objetivo de que la relación continúe en buenos términos.

MEJORAR Y NO CULPAR

Respecto de la dificultad de enfrentar adecuadamente los problemas que van surgiendo, Arturo Roizblatt planteó que el motivo es porque, erróneamente, ambas partes no se escuchan.

"Culpan al otro y no se cuestionan qué es lo que está haciendo cada uno para que el matrimonio no funcione. Lo correcto sería pensar qué puede hacer uno mismo para mejorar, más que culpar al otro", afirmó.

Y aunque popularmente se piensa que las dificultades que puedan aparecer durante el transcurso del matrimonio podrían ayudar a fortalecerlo, el médico psiquiatra, que además entregó algunas sugerencias positivas (ver recuadro), precisó que más importante que usar las crisis para crecer, lo verdaderamente relevante tiene que ver con que al plantearse un proyecto a largo plazo, como lo es el matrimonio, hay que dedicar energía para no llegar a crisis, aprender a visualizar los primeros indicios para no llegar a ese nivel".

¿Cómo se vive el tiempo en familia?

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Las familias, según su etapa de ciclo vital, tienen diferentes necesidades en relación al tiempo, tanto el que se ocupa en actividades que comprometen de manera individual, como aquel que está destinado a compartir con las otras y los otros miembros del clan.

Al formarse la pareja una parte importante de los ajustes iniciales tiene que ver con la negociación de los tiempos que cada uno dedica a sus actividades individuales. Así se transita desde el "tiempo juntos", construyendo el "nosotros", hasta regular los tiempos y la relación con las familias de origen, como pasa por ejemplo cuando se acercan festividades importantes ("¿Dónde vamos esta Navidad, donde tu familia o la mía?).

La llegada de las hijas y/o hijos es el tiempo de espera, periodo de prepararse para el reto de asumir la crianza. Y es dependiendo de las circunstancias en las cuales es llamado cada uno y cada una de los hijos e hijas, cómo se vivirá este tiempo de espera.

Para algunas familias los hijos llegarán "antes de tiempo", para otras familias este periodo significa una larga espera. Cuando éste se prolonga y se evalúa que no es posible una maternidad o paternidad biológica, la opción de la adopción implica otro proceso marcado por tiempos que varían y que cada pareja vive de manera única y particular.

Y cuando llegan las hijas e hijos, la crianza supone una reorganización importante del tiempo. El tiempo y la energía que significa el cuidado de ellos demanda a la pareja ceder tiempo para la crianza, hasta que se logra ajustar nuevamente el nosotros, preservando el espacio de intimidad diferenciado de la tarea parental. A veces este periodo supone una gran exigencia y lleva a parejas con hijos pequeños a consultar: llega el tiempo de pedir apoyo.

En la medida que van creciendo los hijos, se van ajustando nuevamente el tiempo. En la etapa escolar, involucrarse en las actividades de las hijas e hijos, las tareas escolares, las actividades extraescolares y las actividades sociales.

Con hijas e hijos adolescentes, es tiempo de estar presentes y acompañar el camino de la búsqueda de la identidad. A veces este tiempo se cruza con aquel de cuidar de nuestros padres y madres, cuando problemas de salud se pueden presentar.

Hasta que llega el tiempo de dejar partir a las crías, cuando ya están en condiciones de asumir su vida de adultos y continuar su camino. A veces este tiempo coincide con el de dejar de trabajar, con la oportunidad de reorganizar nuevamente el tiempo, el tiempo que queda.

En cada etapa tenemos la oportunidad de revisar si esta distribución del tiempo nos acomoda y quizás es tiempo de pensar en cambiar algo.

Y usted, ¿en qué tiempo está?