Comercio se esfuerza por mantener a raya la delicuencia pero invierte poco
La seguridad del sector comercio en el Gran Concepción, depende exclusivamente de las inversiones que cada cual realiza para autoprotegerse de los más diversos delitos de los que son víctimas y con cada vez mayores grados de violencia.
Según confirmó el presidente de la Cámara de Comercio de Concepción, Víctor Muñoz, no existe un catastro de lo que el comercio invierte en sistemas de seguridad. "Muchos van cambiando sus cortinas, pero la mayoría no gasta en tecnologías o en contratar empresas de seguridad por el costo que significa, aunque hay más oferta y los precios han ido a la baja".
La alternativa entonces es trabajar en coordinación con las reparticiones públicas, como la oficina de seguridad de la Municipalidad de Concepción y el coordinador de la seguridad pública de la Gobernación, con Carabineros, la PDI y la Fiscalía, pero básicamente estas coordinaciones se producen cuando se producen ventas masivas por festividades como Navidad, Día de la Madre o del Niño, detalló Víctor Muñoz.
Sobre el recambio de vitrinas y cortinas en las joyerías del sector de Caupolicán, Muñoz precisa que el asunto nace de las protestas y saqueos, "porque en general al comercio no le conviene tener las cortinas cerradas".
Según la última estadística disponible, que recoge la XI Encuesta de Victimización del sector, realizada por la Cámara Nacional de Comercio (CNC), un 40,1% de los establecimientos consultados en Concepción y Talcahuano dijo haber sido víctima de un delito y/o falta en el segundo semestre de 2014.
La cifra es inferior al 43,7% alcanzado en la encuesta correspondiente a igual período de 2013, y al comparar con las otras ciudades sondeadas, el índice de Concepción esta vez es el más bajo.
El sondeo -que se realizó entre el 4 de marzo y 21 de abril de 2015 a 1.214 establecimientos de Iquique, Antofagasta, Viña del Mar-Valparaíso, Gran Santiago, Concepción-Talcahuano, Temuco y Puerto Montt- reveló que en la ciudad penquista los ilícitos que afectan en mayor proporción son: hurto hormiga (19,7%), hurto (16,4%), el robo con violencia (9,2%) y graffiti (5,9%).
A su vez, para un 79,5% de los establecimientos victimizados que denunciaron algún delito no hubo resultados en contraposición de un 12,8% que sí los obtuvo y un 5,1% que dijo en parte.
Por otro lado, para un 41,4% de los consultados la seguridad del barrio en el que se ubica su negocio es bastante seguro y un 13,8% lo considera muy seguro. Un 36,2%, en tanto, cree que es poco seguro y apenas un 8,6% dice que nada seguro.
Por otra parte, la mayoría de los encuestados (44,7%) considera que la violencia con la que actúan los delincuentes es igual, mientras que un 40,8% afirma que es mayor que hace un año y un 14,5% plantea que es menor.
los más afectados
Jorge Lee, presidente de la Comisión de Seguridad de la CNC explica que en general el comercio, por ser tan amplio y variado, se divide en grandes subsectores; Retail, Hoteles y Restoranes, Logística, Comercio Minoristas y Otro Comercio.
En este contexto, sostuvo que el delito más frecuente es el hurto y aquí el más afectado es el Retail, seguido de los supermercados que se ve afectado con un 1,5% a un 2% del total de sus ventas anuales. Siguen las farmacias, con un 1,5% y las grandes tiendas entre en 1,2% y el 1,3%, que son lejos las que más invierten en seguridad, en equipamientos, cámaras y guardias de seguridad.
Un tema no menor es la victimización vicaria, que en resumen es la vivencia de la victimización ajena como propia. Y es que la violencia de un asalto la sufren todos lo que presencian el acto delictivo, más aún quienes por su labor están expuestos en el largo plazo a estos hechos, pudiendo incluso conllevar situaciones de estrés postraumático y alto temor frente a determinados contextos.
En alguna medida esto se ve en el pequeño comercio en los barrios. Antes el comerciante abría a las 8 y cerraba a las 11 de la noche. Hoy es a la inversa. Aquí no existe inversión en seguridad y el impacto es mucho mayor, es emocional y sicológico, dice Jorge Lee.
el rol del estado
El tema aquí, detalla Lee, es que no son los comerciantes los que deben precaverse sino el Estado es el que debe preocuparse de que no ocurran asaltos y tiene el deber de garantizar la seguridad pública..
El ejecutivo va más allá y precisa que la seguridad pública es el brazo armado del Estado y sobre el que tiene el monopolio. La seguridad privada en cambio, son las decisiones particulares para resguardar el patrimonio propio y proteger a las personas. "Cuando hay un índice de temor, la seguridad ciudadana, que es la resultante entre la seguridad pública y la privada, debe aumentarse". Esa es la ecuación, concluye.