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Aborto

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Antecedentes en relación al aborto, del libro "La realidad Médico Social Chilena 1939", del Dr. Salvador Allende Gossens (Ministerio de Salud, Previsión y Asistencia Social).

"El número de abortos es muy elevado entre nosotros, constituyendo un problema digno de la mayor atención, por lo que socialmente significa y porque origina una mortalidad y una morbilidad muy altas.

El Dr. Víctor Matus da los siguientes datos tomados de los servicios de Obstetricia y Ginecología, del Hospital Barros Luco. En ese hospital de 307 autopsias correspondientes a mujeres fallecidas en los diversos servicios, resultó que 91 fallecieron a consecuencia directa de abortos, es decir, más del 30%.

Algunas enfermas pasan de la Asistencia Pública a un hospital, pero en cambio, muchas otras son atendidas por servicios de ginecología o policlínicos, no consideradas en este recuento. Este mismo hecho hace presumir que el número verdadero de abortos sea muy superior a estas cifras porque tampoco no tenemos los datos que dicen relación con el aborto en las clases pudientes, que son tratadas en su domicilio o en clínicas privadas. Interrogadas 816 enfermas se vio que en total 787 habían tenido abortos de los que únicamente 232 fueron atendidas en servicios médicos.

Dice el Dr. Matus que el 14% de la mortalidad en los hospitales de mujeres corresponde a abortos. Corroboran las cifras anteriormente expuestas, algunos datos que hemos extraído del interesante trabajo que se ha publicado sobre esta materia, cuyo autor es el profesor de Obstetricia de la Universidad de Chile, Dr. Víctor Gazitúa. De un total de 1.022 abortos, se constató que 571 fueron espontáneos (56.4%) y 451 provocados (o sea 43.6%). El 36.7% de las fallecidas en la Maternidad del San Borja, lo fueron por aborto. En el hospital se practicaron en el lapso de tres años 1.900 autopsias. A consecuencia del parto fallecieron solamente 84 y por acusa de aborto fallecieron 282. La mortalidad por aborto ha dado en el Hospital San Borja un 14.84% de la mortalidad general.

En la maternidad que controla el profesor Gazitúa se atienden 1.400 abortos por año y de éstos se ha podido constatar que de 60% a 70% son provocados. Y, por último, debemos agregar que las más graves afecciones puerperales son producidas por los abortos provocados.

De la realidad numérica que hemos expuesto, fluye que el aborto entre nosotros es un hecho candente, vinculado a problemas de índole sexual, social y especialmente económico.

Son cientos de madres que angustiadas por la escasez de sus salarios se provocan abortos, a fin de evitar que un nuevo hijo merme sus ya insignificantes recursos. Cientos de madres que pierden su vida, impulsadas por su angustiosa realidad económica y miles de ellas que quedan estériles como consecuencia de las afecciones adquiridas a causa de los abortos".

La coma y el espacio

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Hay dos obras, entre las leídas allá en los años de infancia que, con el correr de los años, a una le hacen sentido por dar cuenta de situaciones que vamos viviendo en el día a día. Una es el cuento "Adiós a Ruibarbo", del autor chileno Guillermo Blanco; y otra es el poema del autor nicaragüense Rubén Darío, "Los motivos del lobo".

Me hacen sentido metafóricamente, porque en alguna etapa de nuestra vida derivamos en seres anestesiados por la rutina, como el caballo Ruibarbo, que brutamente conocía una sola vía, un solo derrotero y un espacio de cambio anulado a través de los años, a semejanza del hombre del mito de la caverna que sólo admite las sombras como reales y no ve la luz de otra salida.

Por otro lado,el lobo de Francisco de Asís, una fiera domesticada por el amor, convirtiendo su fiereza en humildad para convivir entre los hombres, y de esa convivencia tan humana en su esencia, renace en él su bestialidad, muchas veces más pura que las hipócritas convenciones humanas y así se expresa en el poema: "me vieron humilde…todas las criaturas eran mis hermanos… y así me apalearon y me echaron fuera…y entre mis entrañas revivió la fiera, y me sentí lobo malo de repente; mas siempre mejor que esa mala gente…".

Motivos que van haciendo sentido como para estar de acuerdo con un dicho, atribuido a Lord Byron, que reza: "Mientras más conozco a los hombres, más aprecio a mi perro." Generalmente, "esa mala gente'', regios, regias y soberbias, son soberbios especímenes que muchas veces pululan en instituciones, tal como autoridades que ostentan la solvencia que da, temporalmente, el poder; más que la solvencia que daría el conocimiento y el sentido común. Cuestionan hechos insignificantes, como por ejemplo, el gravísimo error de tener "los espacios antes de las comas y no después," demostrando así sus competitividades y experticias en fiscalizar el uso de tan importantes conceptos.

Existiendo en esas instituciones talentosas tantos problemas que sí son urgentes de resolver, se vuelven, de pronto, elegantísimas las formas por sobre la dignidad que, incoherentemente, llevan por estandarte pregonándola a diestra y siniestra.

Lo más probable es que si en Chile hubiera o hubiese existido, antes o ahora, un John Nash, con todas las distancias incluidas, jamás habría accedido a un Premio Nobel por sus aportes, entre otros, a la "Teoría de juegos y los procesos de negociación". Le habrían amordazado y cuestionado por incompetente, entre el lugar donde se colocan las comas y el lugar donde van los espacios; y bueno, es que los espacios son infinitos, la estupidez humana no tiene límites y la cobardía moral se respira implacablemente. ¿Y la coma? No lo dude: es muy importante saber ubicarla entre los espacios: no antes ni durante, sino después o viceversa. Y es que, el no colocarla podría provocar un imperdonable y espasmódico ahogo.