Dólar alto genera varios problemas en operación interna de la economía
Hay preocupación en el mercado. Y no es para menos si el peso chileno se ha depreciado un 15% desde hace un mes y medio, luego de que el lunes el dólar llegara a los $680, sin descartarse que en los próximos días pueda acercarse o superar los $700.
Cristian Echeverría, director del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, estimó que de acuerdo a lo volátil que está el mercado, es probable que el dólar llegue a los $700 en el corto plazo, pero no cree que de acuerdo a la situación de recuperación mundial y lo que pueda pasar con la economía local se mantenga en ese rango en forma permanente.
Hay que recordar, dijo, que hace un mes y medio la divisa estuvo bajo los $600, por lo que hasta el lunes, cuando llegó a los $680, se produjo una depreciación brutal, de un 15%. "Ese tipo de fluctuaciones no se veían hace mucho tiempo y las causas de esto son varias y están todas relacionadas, pero la fundamental es la expectativa de normalización de la tasa de interés en Estados Unidos, es decir, al alza de la tasa de la FED, que ha dislocado los mercados financieros en casi dos años", estimó.
TRASPASOS
Consideró que esto se debe a que aún hay una cantidad de dólares importante en el sistema financiero, entonces se están traspasando de una a otra clase de activos de manera muy rápida, por ende, la expectativa de rentabilidad norteamericana, en bonos, le ha puesto el pecho al crecimiento de la bolsa en ese país, ha provocado salida de capitales desde las economías emergentes, y lo seguirá provocando. Por eso, explicó, las monedas se han depreciado, porque ha aumentado la demanda por dólares.
Respecto a si esto repercute en la inflación, Echeverría señaló que estará sobre el rango meta del Banco Central, con tasas sobre el 4%. "Por eso, creo que el emisor está en un encrucijada, porque sino baja las tasas la economía demorará más en reactivarse, aunque la tasa ya es bastante baja, porque un 3%, en términos reales, es negativa, con una inflación de 4%".
El economista del Centro de Estudios de Corbiobío, Ariel Yévenes, estimó que es posible que la divisa norteamericana llegue a los $700 aunque no en el corto plazo, pues ello demandaría de una recuperación mucho más rápida de la economía norteamericana y, a su vez, que China ande mucho más lento y provoque una caída mucho más marcada en la demanda de commodities. A un plazo más largo, si esta combinación de factores se consolida y a su vez nuestra economía no repunta, sin duda que perfectamente podría llegar a dichos valores.
COMBINACIÓN
Al igual que Echeverría, Yévenes no estima que el alza se deba al precio del cobre. También aquí se combinan con datos de mejores expectativas de recuperación de la economía norteamericana, con su consecuente retiro paulatino de estímulos monetarios.
Sí cree que impactará a los consumidores, fundamentalmente porque habría presión sobre los precios de los bienes importados, pero también se constataría un incremento generalizado en los precios en la economía, dado que en términos de combustibles y costos energéticos somos muy dependientes de lo externo, especialmente en lo que trasporte de mercancías se refiere.
Renato Segura Domínguez, director de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad San Sebastián, indicó que si el dólar rompe la barrera sicológica de los $700, aumenta la probabilidad de que el Banco Central intervenga en el mercado de las divisas para mantener la inflación en el rango meta, alinear las expectativas y romper las burbujas especulativas. Si bien no es usual que el instituto emisor intervenga el mercado del dólar, ya hemos conocido experiencias en dicho sentido como lo ocurrido el 2008 a raíz de la crisis subprime.
"Un dólar anormalmente alto genera varios problemas en el funcionamiento interno de la economía: presiones inflacionarias; caída en el poder de paridad de compra de los ingresos familiares; aumento en el precio de los combustibles; encarecimiento del costos de producción en sectores económicos que dependen de las importaciones de materias primas e insumos (agricultura, ganadería, manufactura, etc.); aumento en el costo de la deuda y dolarización de la economía, entre otros", sostuvo.
En el caso de los alimentos, dijo, el precio se incrementa porque el costo sube debido a que una buena parte de los insumos para su producción son importados (fertilizantes, pesticidas, petróleo, etc.).
A su vez, Mario Valenzuela Silva, vicedecano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, manifestó que el alto precio de la moneda estadounidense puede ser una buena noticia para sectores exportadores no minería ligados a industrias manufactureras, entre otras, y a los sustituidores de importaciones, principalmente aquellos ligados a los bienes de consumo, tales como línea blanca y vestuario.
DEPENDIENTE
"Sin embargo, para sectores exportadores como el de minería, y muy particularmente la industria del cobre, que es dependiente de las importaciones de bienes de capital de tecnología avanzada, tales como maquinaria y equipos, puede afectar sensiblemente sus niveles de inversión en el presente con tipos de cambios tan elevados, particularmente cuando se percibe que estas alzas cambiarias no son sostenibles en el tiempo. No olvidemos que el nivel de inversión privada en el país se ha resentido notablemente durante el año pasado y en el presente, incluyendo el sector minería. Por lo tanto, a mi juicio hay que tener más cuidado y ser más rigurosos con las apreciaciones que se hacen en materia cambiaria en el país", afirmó Valenzuela.
El presidente de la Cámara de Comercio de Concepción, Víctor Muñoz, no ocultó su preocupación con el alza sostenida que ha experimentado la divisa norteamericana. "Es muy peligroso que el dólar se dispare. Hasta hace unos meses estaba a $500 y tantos, pero ahora está sobre los $670 y eso implica un alza de nuestros productos y materiales, que son todos importados, porque nuestra industria nacional ya prácticamente no produce", remarcó.
Además, destacó que con este incremento, también se impulsa el petróleo, lo que se traduce que las empresas de transporte suban los fletes y por ende las mercancías. Por eso, tarde o temprano ese costo se tendrá que traspasar a los consumidores. A modo de ejemplo, muchas de las telas con las que algunos negocios trabajan vienen de China, Estados Unidos, México y Brasil, por eso, subrayó, es peligroso lo que está pasando.
De hecho, en este momento las empresas no han aplicado alzas significativas, pero sí hubo incrementos menores el semestre pasado y desde fines del año pasado. "Los márgenes los hemos mantenido para no ver reducidas las ventas", dijo el dirigente.
Reconoció que como gremio no han conversado de manera formal respecto a qué estrategias seguirían como gremio para enfrentar la situación, pero sí, tras bambalinas, han sostenido reuniones entre unos pocos dirigentes y algunos comerciantes en que tienen claro que la situación se viene compleja. "Si Brasil cae en una crisis nos va a repercutir. Yo he sido unos de los principales en decir que el comercio minorista ha sufrido todas las crisis internacionales, hemos tenido golpes constantes. Así que se ve un panorama económico preocupante, estando Chile en buenas condiciones, pero políticamente mal".