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Rutinas de tonificación y estiramiento evitarán lesiones en los esquiadores

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Cada estación tiene sus propios atractivos y cuando llega el invierno uno de los favoritos de grandes y chicos es la nieve, que no sólo ofrece atractivos paisajes, sino que también la posibilidad de realizar algún deporte.

Mantener los cuidados adecuados es uno de los factores imprescindibles para que las visitas a la montaña sean un experiencia positiva. Uno de los deportes con más adeptos es el esquí, que sin las precauciones necesarias puede producir lesiones en rodillas, hombros, muñecas o codos.

En esto la clave es mantener una condición física acorde, por lo que se debe tener una correcta preparación que incluya ejercicios aeróbicos. Así lo afirmó el kinesiólogo Luis Avendaño, quien sostuvo que "un buen trabajo previo de musculatura y articulaciones va a ayudar a evitar que ocurran situaciones que pongan en peligro la integridad física del deportista".

"Muchas personas sufren lesiones al esquiar y no saben porqué. Pero esto se explica por la carencia de una preparación física, que no se debe hacer sólo en los días previos a la subida a la montaña, sino que de manera constante", afirmó.

ACTIVIDAD FÍSICA SEGURA

Según señaló Avendaño, una de las recomendaciones que deben tener en cuenta quienes se lancen al deporte es la ejecución de ejercicios de tonificación y estiramientos de músculos inferiores, abdominales, región lumbar y cervical, los que se deberán realizar previo a la puesta de los esquís.

"Las rodillas son una zona que generalmente sufren mucho, así que hay que preocuparse de ellas. Una buena acción es ir haciendo movimientos de flexoextensión, laterales y sentadillas", aconsejó el profesional.

La hidratación tampoco debe ser dejada de lado, ya que "al igual que todo deporte, la ingesta de líquidos es necesario para evitar deshidratación, que afecta el correcto funcionamiento del organismo".

El preparador físico Gustavo Uribe, en tanto, señaló que siempre es positivo que quienes no tengan mucha experiencia en los deportes de nieve, realicen cursos, lo que entrega nociones básicas para disfrutar estos momentos.

"Con mucha frecuencia uno ve que los buenos deportistas han aprendido de niños. La experiencia es muy importante para saber hacer distintos tipos de movimientos sin lesionarse, o saber cuándo la nieve es mejor o en qué zonas es más seguro", aseveró.

Bloqueador solar, protector de labios y gafas de sol son dos elementos que no pueden faltar. Asimismo, tal como afirmó Uribe es importante elegir los implementos adecuados para cada persona.

"Siempre lo mejor es ir a establecimientos especializados, que pueden entregar una buena asesoría. Al elegir la bota hay que fijarse que sea cómoda y que tenga el tamaño correcto para no arriesgarse a accidentes", planteó.

En cuanto al vestuario, el preparador físico aconsejó guiarse por la regla de las capas. "Partimos con una primera capa delgada pegada a la piel. La segunda debe ser gruesa, para proteger del frío. Y la tercera es la que evitará que la humedad llegue a la piel, por lo que debe ser de tela impermeable".

Sexualidad en las personas mayores

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El tema de la sexualidad siempre resulta algo complejo de abordar, sobre todo si consideramos que existen factores sociales, culturales, religiosos y personales que han influido en cómo abordamos el tema. La comprensión del comportamiento sexual va más allá de definirla como una necesidad de carácter fisiológico.

Se entiende como la expresión de una energía que se manifiesta desde lo afectivo, psicológico, conductual y emocional, permitiendo que cada persona se pueda ajustar al medio social de manera funcional. La vivencia de ser personas sexuadas permite la identificación social y los distintos roles a lo largo de la vida. En las personas mayores la sexualidad se centra en lo afectivo, lo que permite favorecer la estabilidad emocional, la comunicación, la transmisión de cariño, etc.

El envejecimiento determina cambios en los ancianos y la imagen corporal sufre transformaciones difíciles de asimilar, esto determina que en muchas ocasiones la sexualidad sea rechazada o negada, principalmente por los otros más que la propia persona mayor.

La representación social de la vejez, permite construir un imaginario social que se basa en las expectativas que son generadas y compartidas por los distintos grupos sociales, es lo que conocemos como pre juicios, los cuales no son respaldas por un conocimiento teórico, sino más bien responden al pensamiento y las creencias populares.

A partir de los pre- juicios se construyen los estereotipos, las cuales son imágenes rígidas a las que les atribuimos características fundadas en los prejuicios, generalmente con una connotación negativa. En general se asume este estereotipo también por desconocimiento de la etapa de vida y que además se asocia a un tema tabú como es el sexo. Las personas mayores fueron socializadas en una época en que el tema sexual estaba fuera de discusión y era visto como "malo".

Por lo tanto, en la actualidad su apertura es bastante restringida y se desconoce por qué no ha habido un traspaso abierto de experiencia. El sexo en el hombre es algo dado e inevitable. El estereotipo de que las personas mayores no tienen vida sexual ni deben tenerla, no se ajusta a la realidad. Los seres humanos somos sexuales desde el nacimiento hasta la muerte. Además del contacto genital, la sexualidad puede expresarse a través de muchas formas: afecto, caricias, compañía e intimidad.

Aún en los casos de discapacidad o enfermedad que impidan responder a la sensación sexual, ésta sigue existiendo. La actividad sexual no solo cumple funciones físicas o fisiológicas, sino también, contribuye a la sensación de identidad e intimidad y garantizan la vitalidad de las personas.

Los adultos mayores pueden disfrutar de su sexualidad si reconocen sus características y si, tanto ellos como las personas más jóvenes que les rodean, reconocen estas características como normales y saludables. Esto supone que los adultos mayores acepten su propia sexualidad y que dispongan de un entorno lo suficientemente íntimo y protegido como para poder desarrollarla independientemente.