El Chile de la Copa América
Transcurrida la semifinal de Copa América, tenemos más de una razón para celebrar. No sólo hemos destacado ampliamente gracias al talento de nuestros seleccionados, sino que además, en lo extradeportivo, Chile ha sabido mostrar buena parte de su identidad, proyectando la diversidad y riqueza de nuestro territorio, nuestra capacidad organizativa y, sumamente importante, los valores positivos que caracterizan a los chilenos.
Un torneo deportivo como la Copa América se convierte en una vitrina privilegiada que puede agregar valor a la imagen país. No es casual el atractivo que despierta ser sede de eventos de alta convocatoria, como los juegos olímpicos, la copa mundial de fútbol o los juegos panamericanos, entre otros. Ese interés no sólo tiene relación con los retornos directos en turismo, marketing, o consumo, sino también con los beneficios en cuanto a reputación y fortalecimiento de la marca país. Esto es fundamental, en el entendido de que una imagen país bien lograda, que define a la nación ante el mundo, es sinónimo de desarrollo y competitividad.
En este sentido, el deporte juega un rol protagónico, al ser un claro indicador de calidad de vida, nivel cultural y desarrollo. Justamente en virtud de esto, hace algunos días concretamos una alianza estratégica con el Ministerio del Deporte, que contempla implementar acciones conjuntas para conectar el deporte con otras cualidades de Chile a destacar en el exterior y, al mismo tiempo, apoyar las metas deportivas y promover el respaldo a nuestros exponentes.
Por eso es destacable que en lo que va del torneo Chile haya sabido proyectar un país ordenado, tolerante y acogedor. Una muestra de ello es la campaña de Unicef y Fútbol Más, "América nos une, no hagas tú la diferencia", que promueve el respeto a los otros países y que ha contado con una alta, y espontánea adhesión entre los espectadores de los distintos encuentros.
Actitudes como esta reflejan uno de los grandes activos de Chile: los valores de nuestra gente y nuestra marcada disposición a la solidaridad y la integración. Estos aspectos de nuestra identidad son los que trascienden las contingencias y se plasman permanentemente también en otras instancias, como las campañas solidarias ante los desastres naturales y las distintas misiones de paz en las que Chile participa a nivel internacional.
La imagen de un país es un elemento estable, que implica una evolución más profunda que lo que dicta la coyuntura y, en eso, instancias de alta visibilidad como Copa América son clave.
Cada chileno tiene responsabilidad en que sigamos mostrando los atributos distintivos de nuestra identidad en este gran evento, fortalezcamos nuestra imagen y generemos con esto un impacto positivo para todo el país, ya que la forma en que una nación es valorada, puede significar una diferencia crítica en el éxito de sus negocios, comercio y turismo, así como en sus relaciones diplomáticas y culturales.