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Adultos mayores cultivarán sus propias hortalizas en invernadero de Coronel

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Un invernadero confeccionado por el propio personal del Establecimiento de Larga Estadía para el Adulto Mayor, Eleam, de Coronel, es la novedad para los cerca de 30 residentes con que cuenta el hogar, el que fue inaugurado este fin de semana.

El objetivo de la iniciativa, que se enmarca en el Mes del Buen Trato al Adulto Mayor, es que a través de este invernadero, que lleva el nombre de la primera residente del hogar, María Campos Seguel, se logre el cultivo de hortalizas y plantas, dentro de un ambiente protegido, las cuales puedan ser consumidas e integradas a la dieta de los adultos mayores.

"Este invernadero es una iniciativa muy destacable. Los adultos mayores están fascinados con poder ayudar en los cultivos, es una forma de mantenerlos activos y entregarles responsabilidades, como lo será la preocupación por las plantas y verduras", señaló el seremi de Desarrollo Social, Patricio Torres.

Agregó que "el trabajo del Senama, la preocupación por los hogares que mantiene y el procurar este tipo de actividades, ya que los adultos mayores son capaces de muchas cosas, sólo debemos, como en este caso, de proporcionarle las herramientas".

Con la bendición a cargo de un pastor evangélico y el tradicional corte de cinta, se dio por inaugurada la nueva dependencia, la cual se ubica en el mismo recinto del Eleam y que ya ve sus primeros productos.

Cabe señalar que este proyecto se enmarca en el nuevo Modelo de Atención Centrada en la Persona, el que pone en relieve el papel central de la persona atendida, sus gustos, sus preferencias, sus valores, su vida cotidiana, garantizando al máximo su autonomía, y beneficio terapéutico, contribuyendo de esta forma a mejorar la calidad de vida de los residentes del centro de Coronel.

De esta manera, acelgas, lechugas hidropónicas, perejil, cilantro, orégano y otros productos también serán cultivados en casa, una terapia sana, deliciosa y cuyos encargados serán los mismos que luego tendrán el gusto de consumirlas en las comidas.

Corporación trabaja desde San Pedro para evitar que comida se desperdicie

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Un tercio de la comida que se produce en el mundo se bota. Un dato duro de asimilar si se piensa que sólo basta recorrer el centro de Concepción durante la noche para ver la gran cantidad de personas que están en situación de calle y que requieren, entre otras cosas, alimento.

Según estadísticas de la Seremi de Desarrollo Social, en la Región hay 869 personas en situación de calle. Pero, la cantidad de quienes viven con inseguridad alimentaria, aunque indeterminada, es mucho mayor.

Toda esta información llevó, en 2012, a un grupo de empresarios locales a ver qué se podía hacer. Fue así que inició el trabajo de Red de Alimentos, corporación privada sin fines de lucro que, por ahora, funciona como filial de la organización del mismo nombre. Ésta comenzó a funcionar en octubre de 2010.

El trabajo que realizan desde la bodega que tienen en San Pedro de la Paz lo resume de la siguiente manera Clahudett Gómez, gerente Red de Alimentos: "Somos un puente entre la industria agroalimentaria y las personas que están en situación de inseguridad alimentaria. La industria no es perfecta. Genera excedentes. Siempre habrá productos que no se pueden comercializar y hace seis años atrás estos alimentos se botaban en el vertedero".

El cambio se produjo en 2009, cuando el Servicio de Impuestos Internos generó una circular que permite a las empresas entregar alimentos que no están aptos para la venta (pero sí para consumo, pues aún no han vencido) a organizaciones sociales sin fines de lucro que atienden a población vulnerable.

Antes, los caminos eran dos: pagar un impuesto de un 35% en caso de regalarlos o botarlos.

Crecimiento

Detrás de Red de Alimentos hay nombres conocidos. Alberto Miranda, Patricio Bahamondes, José Miguel Stegmeier, Mario Seguel, Roger Sepúlveda y Jorge Serón integran el Consejo Asesor, que es presidido por Felipe Bravo.

"Ha sido complicado porque en Chile existe un ambiente de desconfianza y esto es en base a donación. A pesar de todo hemos encontrado soluciones y hemos avanzado bastante. Hemos entregado más de 65 mil kilos y más de 5 mil personas han recibido el beneficio", contó Alberto Miranda, ex presidente de la Cámara de la Producción y el Comercio de Concepción.

Patricio Bahamondes, consejero de la Red, agrega que ha sido harto trabajo, pues no es fácil convencer a los empresarios para que colaboren. "De cada 10 que visitamos para que se integren conseguimos una o dos, pero los resultados están a la vista. Al principio incluso algunos pensaron que no íbamos a conseguir funcionar. Nos ha costado, pero ya nacimos y eso es lo importante", afirmó.

Los resultados los avalan. Cuando partieron llegaban a 710 beneficiarios y lograron reunir poco más de 400 kilos de alimentos. Hoy su cobertura alcanza a 19 organizaciones sociales de distintos puntos de la Región y han logrado entregar más de 65 mil kilos de comida.

Desafíos

El primero es independizarse. Patricio Bahamondes contó que están haciendo los trámites para sacar personalidad jurídica, lo que les permitirá convertirse en Banco de Alimentos Biobío.

"Vamos a tener mayor autonomía, vamos a poder hacer nuestros trámites de manera local, manejar nuestros tiempos, los pocos pagos hacerlos de manera directa. Va a ser mayor agilidad administrativa que se va a traducir en mayores beneficios para quienes atendemos", resumió.

También el objetivo está en seguir creciendo, tanto en organizaciones atendidas como en empresas colaboradoras. Por ejemplo, de acuerdo a información que han recopilado, sólo en Concepción las salas de venta de los supermercados botan una tonelada de alimentos. La idea es que esos productos, aptos para ser ingeridos, lleguen a la mesa de alguien y no al vertedero.

"El desafío es que las empresas confíen en que el alimento no va a ser mal utilizado. Nosotros vamos a cuidar toda la cadena hasta que llegue al consumidor y va a ser consumido por personas que lo necesitan", aseguró la gerenta de la corporación.

Añadió que para ello obtuvieron, gracias a financiamiento del Gobierno Regional, una cámara de frío donde mantienen los alimentos. Este año están postulando otro proyecto para adquirir un nuevo equipo y además, comprar refrigeradores a las instituciones con las que trabajan. Así se mantendrá la cadena de frío y podrán aumentar su capacidad.

Con nombre y apellido

Clahudett Gómez comenta que las organizaciones sociales funcionan con déficit, por lo que no pueden solventar todas las necesidades que tienen. Como los alimentos están en las cosas básicas, ahorran en calefacción, arreglar el techo o comprar frazadas nuevas. Entonces, los bancos de alimentos les permiten ahorrar la alimentación, con lo que esos fondos pueden redestinarlos a otras necesidades.

La cifra, aproximadamente, es de un 30% de ahorro. Así lo confirmó la Hermana Rosa Pino, directora del Hogar Villa Nazaret. "Es una alegría y un beneficio grande, porque nos permite poder llevar una mejor calidad de vida a los que atendemos, con una dieta más equilibrada", aseguró.

Con la red benefician a las 80 niñas que atienden en el hogar de Niñas Sor Vicenta en Los Ángeles, y las 34 adultos mayores que reciben en la residencia que administran en Tomé.

A otras organizaciones esta ayuda les permite multiplicar el impacto. Es el caso de la Corporación Opción. Loreto Hermosilla, coordinadora zonal de la organización contó que como son una institución colaboradora del Sename, deben ceñirse a lo que la institución estatal les fija.

Ellos trabajan con niños en vulneración, abuso sexual, neglicencia parental grave, situación de calle. En la actualidad atienden a cerca de 500 menores en las cinco oficinas que tienen en la Región.

Lo aportado por Red de Alimentos les ha ayudado en dos líneas. La primera es poder darles un gustito a los pequeños cuando les entregan confites, ya que son productos a los que no tienen acceso con frecuencia. La otra tiene que ver con el apoyo prestado a las redes de los menores.

"Con esto tengo la libertad de entregarle un apoyo alimenticio al grupo familiar completo. Si se considera que un grupo familiar consta de 4 personas, estamos hablando de por lo menos 2 mil personas beneficiadas", planteó.

En el caso de la fundación La Concepción y de la Corporación Catim, el apoyo les ha permitido mejorar la alimentación de sus beneficiarios. En el primer caso, son jóvenes de la provincia de Arauco que llegan a estudiar a la Región. En el segundo, niños vulnerables y personas en situación de calle que utilizan sus albergues.

Para ampliar la red, trabajan de dos maneras. Una es a través de la visita de la asistente social de la Red a la organización que puede resultar beneficiada. Pero, quienes quieran obtener más información o hacer los contactos pueden hacerlo en las bodegas del organismo, ubicadas en Megacentro de San Pedro, a través de la página web o en el teléfono 2735488, según mencionó la gerenta de la Red.