La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tibisay Lucena, anunció ayer que las elecciones parlamentarias en el país se celebrarán el próximo 6 de diciembre. La campaña electoral comenzará el 13 de noviembre y deberá culminar la noche del 3 diciembre.
La fecha de la celebración de los comicios que renovarán la totalidad de los 165 escaños de la unicameral Asamblea Nacional, actualmente con mayoría de 99 diputados chavistas, había desatado múltiples especulaciones en las últimas semanas y la oposición dudaba incluso de la posibilidad de que se convocasen este año, tal como estaba previsto.
El anuncio de la cita electoral era también una de las principales reivindicaciones de la huelga de hambre que comenzó hace 29 días el opositor encarcelado Leopoldo López y que fue seguida por varios militantes de su partido.
"Nunca se dio señales de que no hubiese un proceso electoral este año", remarcó la presidenta del CNE y condenó que, pese a ello, la oposición emprendiera en contra de su institución lo que tildó de "campaña de desprestigio tremendista".
"El CNE no actúa bajo presión", menos de sectores que han "neurotizado al país", sostuvo Lucena, que también dio cuenta de "acusaciones absurdas" en su contra, tales como el supuesto cambio de domicilio de electores de sus tradicionales lugares de votación.
Las parlamentarias del 6 de diciembre mantendrán la misma estructura utilizada por el CNE en las elecciones precedentes de hace cinco años y en esta ocasión se ratificó la invitación a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para que envíe a sus observadores electorales.
La titular del organismo rector del voto de los venezolanos también subrayó la limpieza del sufragio en Venezuela e insistió en que es "uno de los más seguros del mundo".
Además, Venezuela es "el único país del mundo que da resultados oficiales el mismo día" de la celebración de los comicios a diferencia de otras naciones que para ello deben esperar no solo semanas sino "incluso meses", apostilló.
En ese sentido, recordó que los procesos electorales venezolanos se someten a auditorías públicas previas, posteriores e incluso en el mismo momento de la votación, "lo que hace de este sistema uno blindado".
El CNE organizó y efectuó en mayo pasado las elecciones internas para que los opositores aglutinados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) decidieran con qué candidatos afrontarán las parlamentarias de diciembre, y el próximo domingo hará lo propio con los aspirantes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Ambos bandos buscan alcanzar la mayoría en la Asamblea Nacional en momentos en que Venezuela está sumida en una crisis económica caracterizada por una inflación galopante y problemas severos de escasez. El Presidente Maduro ha dicho que esa mayoría es necesaria "para garantizar que la revolución siga".
La oposición -que acusa al oficialismo de imponer su mayoría legislativa para elegir entre sus simpatizantes a los miembros de los poderes públicos- dice que es vital garantizar "la separación de los poderes".
La oposición también denuncia que la Asamblea ha delegado en maduro sus facultades de legislar y ha renunciado fiscalizar al Ejecutivo.