Florida o la banda penquista que hace arte con la música
No se puede considerar de otra manera. Lo que hizo Joel Maripil, la noche del viernes en Casa de Salud, fue simplemente increíble. En algo más de 30 minutos, el músico y poeta de origen mapuche se fue ganando a los presentes -alrededor de 250 personas-, a partir de sonidos, textos y expresiones propias que captaron la atención, respeto y entusiasmo final.
Ello, sólo con su voz, el trance emergido del sutil sonido del kultrún y relatos cantados cual rogativa. En este caso, musical.
Una presentación de formato lúdico y atmosférica que desde el texto y relato no sólo educó y encantó a la audiencia -al inicio media indiferente para luego verse seducida por el ritmo del mapudungún-, sino que concluyó con respetuosos y entusiastas aplausos. Notable versión de "Mami que será lo que quiere el Negro", clásico de Wilfrido Vargas, interpretado en la correspondiente lengua mapuche.
ARTE Y MÚSICA
El anterior, quizás sea uno de los mejor sintonizados teloneos, considerando la banda que venía ya de madrugada: Florida.
Algo interesante en relación al octeto en la escena penquista desde fines de 2011 es que la disposición en el escenario resulta a tono con el discurso y las atmósferas sonoras construidas por el grupo, a partir de lo que han definido como trip folk. Sin embargo, y más allá de las manidas definiciones, lo de Florida es una apuesta con una estética y mirada muy bien enfocadas en la ciudad de origen.
Concepción y sus alrededores emergen con letras y frases de una musicalidad acuosa, nostálgica y de contemplativa poética letrística. Expresiones como "cada color vuelve al sol" o "es la lucidez que produce el mar", en cortes de una belleza particular; hacen que lo de estos músicos esté hecho para el disfrute y la atención consciente del auditor.
Es éste el que debe estar dispuesto a dejarse seducir (y llevar) por rincones que golpean desde un relato experimental, pero sin ser abstracto. Samples, teclados, las bases rítimico/sonoras de ese bajo profundo y cuerdas elegantes de guitarras a lo lejos seducen desde el cruce de estilos y formas.
Esa concepción trip hop de banda sonora sirve para que Florida busque, también, en los instrumentos acústicos de los pueblos originarios. Todos elementos en sintonía con la banda y voz de Jorge Fierro.
Precisamente, es éste un aspecto destacable y que resume un tema como "Cabalgata", donde las búsquedas autorales se evidencian. El corte lleva a estos artistas a un nivel de búsqueda más alto en clave de soundtrack.
Para ingresar a Florida es necesario darse el tiempo. "Florido" y los 11 cortes que componen su debut discográfico (2014) son la prueba. Es la invitación para emprender un viaje por las sensibilidades profundas del ser humano y la naturaleza del siglo XXI. Cual "Ummagumma" o aquellos discos/viajes fantásticos de Yes en los 70, Florida asciende, provoca y expresa. Y lo que pudieron hacer Los Jaivas en sus tiempos originales, los penquistas le dan una vuelta y un giro hacia la actualidad. Es la experiencia que resulta de un grupo, que hace arte con la música.