El 9 de diciembre de 2013 el Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia comenzó a impartir justicia y a resolver las controversias medioambientales que aquejan a la Región del Biobío y a otras 5 regiones al sur de ésta, específicamente, en las materias relacionadas con la legalidad o no de los actos administrativos que realiza la Superintendencia de Medio Ambiente o el Servicio de Evaluación Ambiental, y con las demandas por daño ambiental.
En poco más de un año y medio esta entidad especializada ha visto 25 causas en este ámbito, de las cuales 8 ya han sido resueltas por los tres ministros que la componen. Cabe recordar que hay otros dos Tribunales Ambientales, uno en Santiago, que está operando, y otro que debe implementarse en Antofagasta.
Sobre el trabajo que ha desarrollado el órgano en este período, el presidente y ministro del Tercer Tribunal de Valdivia, Michael Hantke -quien ayer dio una charla a juristas de la Región para dar a conocer cómo se realiza la tramitación de una causa al tribunal- comentó que el conocimiento que tiene la comunidad y los abogados de la entidad ha ido en aumento, y que el reflejo de eso es que cada vez son más las causas que ingresan y que ya se piensa en entregarles más áreas ambientales sobre las que deban resolver.
"El reconocimiento ha significado que en el Congreso existan varios proyectos de ley que buscan aumentar la cantidad de materias que debe resolver el tribunal, como es la ley de glaciares, el derecho de la minería, el Servicio Nacional de Biodiversidad (…). Esto es un reconocimiento de la capacidad y de la especialidad de la justicia.
ALTAS EXPECTATIVAS
El funcionamiento de la nueva entidad (que no depende del poder judicial pero sí es supervigilado por éste) no estuvo exento de criticas, ya que los ministros de la Corte Suprema sostuvieron que la creación de este tribunal debilitaba la judicatura, al dividir y repartir las competencias judiciales entre diversos órganos de distintas naturalezas. Esto es específicamente en relación a los recursos de protección que se presentan en las Cortes de Apelaciones.
Respecto a este punto, Hantke sostuvo que el máximo tribunal del país clarificó esta situación: "En varias sentencias precisó que las Cortes de Apelaciones, por norma constitucional, tienen el deber de cautelar los derechos de las personas de vivir en un ambiente libre de contaminación, en los casos graves y urgentes (…), pero, si es para discutir sobre la legalidad o temas de fondo donde no hay ninguna urgencia que resolver, para esos casos están los tribunales ambientales".
-Yo creo que sí se han ido cumpliendo las expectativas y en muchos casos sobrecumplido éstas. El tribunal ha tomado la decisión de acercarse a la comunidad, vincularse con las Corte de Apelaciones (...). También decidimos, como en el caso de Bocamina II, no escuchar los alegatos en Valdivia, sino en donde se estaba produciendo el conflicto. Además de las competencias que se tenía, se han hecho cosas más allá de lo que necesariamente estaba establecido. En ese sentido hemos sido proactivos.
-Uno tiene que estar siempre dispuesto a que vaya a suceder y espero que eso ocurra. Los cuestionamientos no encuentro que estén mal, creo que en una sociedad democrática la posibilidad de que la gente opine es loable, no es un hecho negativo, por tanto la crítica es un elemento que nos hace crecer en vez de temerle.
-Si hay una cosas que la comunidad tiene que entender es que las expectativas que puedan tener respecto a nuestro tribunal podrían ser distintas a la realidad. Ellos pueden creer que estos tribunales vienen a solucionar todos los problemas de contaminación, de discusión de temas ambientales, y que nosotros seamos el paladín de estos temas, pero la comunidad tiene que saber que el tribunal se rige por una ley, y los jueces pueden hacer lo que ésta dice. La ley de Tribunal ambiental tienen 49 artículos. La gente podrá entender que nos limita en alguna medida (…). Nosotros no vemos temas sobre contaminación por hidrocarburos, problemas con la ley de bosque o de caza, entonces, ahí puede haber una sobreexpectativa respecto a lo que es la realidad del tribunal ambiental. Los jueces podemos pronunciarnos dentro del marco que el poder legislativo nos ha dado.
LEGISLACIÓN AMBIENTAL
A pesar que no quiso opinar sobre si la ley ambiental chilena es deficiente, ya que no es de su competencia, siendo resorte del poder legislativo, el presidente del Tercer Tribunal expuso que esta área del derecho es bastante especial y diferente a otro tipo de legislaciones.
"Es un área del derecho que evoluciona más rápido por lo que está sucediendo en el planeta, el cambio climático, los problemas de sequía, son hechos de preocupación mundial que evolucionan muy rápido. Para ser justos, podría ser que nunca vamos a tener una normativa que sea óptima, porque siempre va cambiando y el conocimiento va evolucionando", dijo.
Otro punto donde planteó su opinión fue respecto a si será necesario potenciar los tribunales en el caso que la cantidad de causas aumente. Hantke aclaró que tienen la capacidad instalada para absorber un aumento razonable de causas, pero sostuvo que si hubiera un traspaso mayor de competencia que implique un incremento superior de éstas y que se afecte la calidad del servicio que se presta a la comunidad, se podría pensar en aumentar el tamaño del tribunal (con más salas) o generar nuevos tribunales en el territorio.