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El caso Matute Johns y las familias chilenas

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En noviembre del año pasado se cumplieron quince años de la desaparición del estudiante Jorge Matute Johns. Dimensionar la dolorosa huella que ha provocado y seguirá provocando este hecho sobre su familia y amistades es, desde luego, imposible. Formular, en cambio, un par de reflexiones desde una perspectiva disciplinar, pensando en la sociedad y en las familias chilenas, es prácticamente un deber.

Lo primero que deseo sostener es que para la sociedad chilena debe resultar inaceptable que no se lleguen a aclarar los sucesos que condujeron a la desaparición y -desde el año pasado confirmado- homicidio del estudiante. Sencillamente, no podemos como integrantes de la sociedad admitir que esto acontezca.

En el mismo sentido, cada una de las autoridades con algún grado de injerencia en el proceso debe considerar que situaciones como ésta son parte del capital que como sociedad vamos heredando a las futuras generaciones. Que pasen los años impunemente, sin identificar a responsable o responsables, es renunciar a señales psicosociales de seguridad básicas para quienes nos siguen -como dice el poeta David Preiss- en el largo clavel de las generaciones. Es asumir que a cualquier hija o hijo, sobrina o sobrino, nieto o nieta, le puede ocurrir lo mismo: desaparecer y no tener justicia. Y eso no puede, ni debe tolerarse. Una sociedad se construye, en buena medida, siendo capaces de ofrecer a hijas e hijos seguridades mínimas, y no sólo físicas sino también psicosociales.

Lo segundo que quiero plantear es un tema ético y que, hasta lo que se ha dado a conocer, podría haber afectado en algunos momentos al proceso investigativo que se lleva a cabo. En investigación cualitativa se ha acuñado el concepto "conocimiento culposo" referido al conocimiento sobre un acto o situación que, en el transcurso de alguna investigación, se obtiene y que está reñido con las leyes. Tiendo a pensar que hay un aire de familia entre este concepto y el caso de filtraciones relativas a la investigación sobre la desaparición de Jorge Matute Johns. Quien contribuye a este tipo de permeabilidad sobre los avances y posibles sospechas que derivan del proceso debiera considerar seriamente los aspectos éticos involucrados, considerando que dichas filtraciones podrían ser su propia y personal contribución a la sociedad que dejará como herencia.