Asipes repudia ataque a personal Sernapesca
La Asociación de Industriales Pesqueros, Asipes, repudió las agresiones que han recibido durante el ejercicio de las labores fiscalizadoras funcionarios de Sernapesca que trabajan en el combate de la pesca ilegal, quienes paralizaron ayer a raíz de las constantes muestras de violencia por parte de grupos de pescadores artesanales.
La movilización, que sólo considera el cese en la atención a público y no la paralización de otras actividades, según se informó, surge como respuesta a reiterados hechos de violencia que se han producido a nivel nacional, los que se han intensificado, ocurriendo el último de estos incidentes en Lota, la semana pasada.
Macarena Cepeda, jefa de Sustentabilidad de Asipes, señaló que como asociación "condenamos los ataques a funcionarios de Sernapesca que buscan impedir su labor fiscalizadora, poniendo en evidencia la desprotección que enfrentan, cuya misión es resguardar el patrimonio pesquero de todos..
La Asociación de Funcionarios del Sernapesca realizó ayer un paro de actividades en repudio a las agresiones de las que han sido objeto, puntualmente en las localidades de Caldera, Constitución, Iloca, Coronel, Lebu, Talcahuano, Calbuco, Quellón, entre otras. "Hemos sido víctimas de acciones muy violentas de parte de usuarios, que terminaron con inspectores de Sernapesca lanzados al mar, agresiones físicas y verbales, amenzas de muerte, vehículos volcados, vehículos incendiados, directivos secuestrados, destrucción de oficinas, etc.
Cepeda agregó que este tipo de acciones están estrechamente vinculadas con la pesca ilegal, flagelo que azota con fuerza al sector pesquero nacional desde hace algunos años.
Las cifras al respecto son alarmantes: "de acuerdo a evidencia recopilada en 2014 se estima que el mercado negro de la merluza común es, a lo menos, tres veces la cuota anual que le corresponde al sector artesanal legalmente. Es decir, si a ese sector le correspondieron 7.600 toneladas el año pasado, ilegalmente se capturaron probablemente 22.800 toneladas.
Hay además, un impacto económico importante en las arcas fiscales, debido a que los más de US$30 millones anuales que mueve esta actividad ilegal no paga ninguna clase de tributo.