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Comerciantes podrán instalar láminas de seguridad en vitrinas

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El gerente comercial de Autobahn, Ricardo Leiva, destacó que sellaron un convenio con la Cámara de Comercio de Concepción y su vicepresidenta María Zulema Abarzúa, gracias al cual están ofreciendo las láminas de seguridad con un descuento especial para todos los comerciantes, asociados o no al gremio mencionado.

La dirigenta recalcó la importancia de este tipo de innovaciones para proteger la inversión de los comerciantes y manifestó que ante las difíciles condiciones que encuentran para desarrollar su labor y los crecientes niveles de delincuencia es importante contar con todas las medidas disponibles para velar por sus negocios.

Leiva destacó que las láminas adecuadas deben escogerlas de acuerdo al tipo de riesgos más frecuentes, así por ejemplo un local expuesto a los grafitis callejeros puede optar por una película para evitar ese problema; pero también hay solución para quienes temen el ataque de asaltantes en sus vidrios o para aquellos que necesitan cuidar sus productos del daño que les produce la exposición a los rayos UV o la alta temperatura.

"Ya son tres los intentos de robo en nuestro local Autobahn Concepción, primero entraron en febrero por el portón y nos robaron alrededor de $7,5 millones en especies. Dos días después, alrededor de seis personas intentaron violentar el vidrio de la tienda; pero no lograron entrar, ya que contaba con la lámina de seguridad Llumar. Eso nos decidió a lanzar este producto para uso comercial y residencial por la demora que produce a los delincuentes, que logra inhibir su acción".

Así relató su experiencia de éxito con el uso de las láminas de seguridad el gerente comercial de Autobahn Concepción, Ricardo Leiva, quien contó que el 14 de abril se produjo un tercer intento de robo, el que "afortunadamente no se concretó, gracias a la instalación de las mismas láminas".

El ejecutivo contó que las láminas Llumar sirven además como filtro de los rayos UV, para disminuir el brillo del sol y así proteger a la familia y los objetos que se encuentran en el interior del inmueble. En el caso de una sala de ventas o de un departamento piloto, por ejemplo, permitirán que los sofás u otros muebles conserven su color original por más tiempo sin necesidad de poner cortinas.

"Las películas Llumar también protegen a la familia, pues si se llega a romper no provocará heridas en las personas que estén cerca; pero lo que más nos importa a los penquistas es que disminuye los costos de calefacción al aportar al aislamiento de la casa u oficina", señaló el gerente comercial, quien explicó que este producto mejora el desempeño del vidrio de la casa u oficina, ahorrando energía y disminuyendo las emisiones de carbono, por lo que son amigables con el medio ambiente.

Ricardo Leiva dijo que estas láminas son especialmente recomendadas para colegios, hospitales, universidades, oficinas comerciales, hoteles o edificios públicos pues en caso de accidente, explosiones o asaltos, las láminas más gruesas cumplen estrictas normas de resistencia para mitigar los efectos sobre las personas.

"Falta mejorar la comunicación para lograr transferencia tecnológica"

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El objetivo de Pedro Villar es uno: la transferencia tecnológica, que no es otra cosa que la tendencia que hay en la sociedad a que toda la investigación primaria, llegue a través de distintas vías al mercado.

Con este prisma es que este empresario y también académico apuesta con el programa "Juego de Negocio", que va todos los domingo a las 22 horas por TVU.

Este profesional, que cuenta con un postgrado en la Universidad Adolfo Ibáñez, donde también hizo clases, fundó hace muy poco tiempo la empresa "Factor Innovación", donde se dedican a hacer asesorías en el área de manera externalizada, es decir, se llevan los problemas de la firma y con un equipo lo desarrollan. "Es decir, tomamos la problemática y después de un tiempo le damos soluciones por medio de una metodología de trabajo".

UN MUNDO

Hasta el año pasado hizo docencia en la citada casa de estudios, pero decidió independizarse, porque al hacer la innovación al interior de la empresa a veces ésta se cansa, porque además de producir debe aplicar el proceso.

Con tanta reunión y consultorías en las que participa, se dio cuenta que hay un mundo en la innovación en este país, que es cerrado o precariamente desarrollado, con mucho commodities, que vive de los precios internacionales y que por lo mismo no puede hacer proyección.

Villar aseguró que en Chile hay mucha investigación y, además, es número uno en patentamiento, y por eso el programa trabaja en una línea, la transferencia tecnológica, que es el tema duro que está detrás.

"Pero esta es una simplificación académica, porque para que ese camino transcurra hay un montón de agentes. Muchos dicen 'de la universidad al mercado', pero para que eso ocurra hay que orquestar muchos agentes. Por ende, un primer paso es mejorar la comunicación, difundir lo que se está haciendo en la U. Pero no es solo darlo a conocer, porque entre los científicos ya lo hacen, sino traducir del lenguaje un poco hostil, en algunos casos, hacia el entendimiento de cualquier persona".

La esencia, apuntó, es que si una científica habló de las zeolitas, que son filtros naturales, es saber si se entiende o no, porque si es comprendida, que es el primer paso de la transferencia tecnológica, alguien podría pensar en invertir es eso, saber más del producto, que además es de bajo costo.

"Hay un detalle que refleja muy bien en la situación en la que estamos. Una de las investigadoras me dijo que están pensando en una empresa para la cual nuestro producto cuenta con ciertas características. Pero resulta que nunca había estado en una firma como esa, es decir, su solución es especial para esa compañía, podría cambiarle la vida. Eso está bien, pero ocurre que los tiempos de los científicos están dados para más investigación, sus incentivos están en eso, no trabajan interdisciplinariamente con otros. Entonces, en ese diagnóstico creemos que este programa es frontal y tratamos de traducir para que cualquiera que vea el programa, en las plataformas existentes, pueda acercarse", contó.

PROBLEMA PAÍS

La particularidad de los temas que toca es que ninguno es hoy un negocio, están basados en una necesidad, no hay una industria desarrollada, estimó. Dijo que la idea es que al final del ciclo pretende hacer un encuentro con todos los científicos que hayan participado de los programas. El objetivo es que también lleguen potenciales inversionistas.

Aclaró que el programa es producido íntegramente por él y tiene la proyección de llevarlo a todo Chile, porque así mayores son las opciones de que las ideas se conozcan y que éstas sean acogidas por potenciales interesados.

Pedro Villar dijo que la falta de transferencia no es un problema solo de la Región, sino que es un problema país, donde la desconfianza pesa y además hay una historia de nación subdesarrollada de copiar, de traer tecnología de otros lados, es como la costumbre que hay. "Yo diría que faltan incentivos. En otros países siempre ha existido la triple hélice: la empresa, la academia y el Estado como un ente que favorece. El Estado de Chile ha sido muy tibio en acometer con respecto a la transferencia tecnológica. Está el Fondef, pero es para el científico. Faltan incentivos para que sean otros los que interfieran entre la universidad y los negocios. Esos son los brokers de la innovación, alguien que ande con una cartera de proyectos y que los venda como si fuera de él. Eso es lo que hace falta", estimó.