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Hombres son los más afectados por enfermedades dentales

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Muchas personas todavía piensan que carecer de dolor de muelas o de signos que evidencien alguna enfermedad, es sinónimo de tener una buena salud dental.

Sin embargo, lo anterior se trata de un error, lo que queda demostrado en las cifras que se manejan hoy en Chile. De acuerdo a éstas se estima que el 90% de los hombres de entre 35 y 44 años sufre de enfermedades periodontales, mientas que un 98% de los adultos mayores también la padecen.

Según explicó el doctor Ricardo Diez, odontólogo de Clínicas Norden, la enfermedad periodontal es la patología, junto con las caries, más prevalente en el ser humano, manifestándose en algunos casos en las encías que, "en casos severos, puede llevar incluso a la pérdida de una pieza dental".

El control periódico con el dentista es fundamental, ya que con una adecuada limpieza -cada seis meses como mínimo- es posible "remover la placa bacteriana, detectar tempranamente alguna señal y resolver a tiempo lo que pueda estar ocurriendo", agregó.

Tal y como detalló Diez, en los últimos años se ha evidenciado que la periodontitis es una enfermedad que afecta a los tejidos que sostienen a los dientes. Esta patología infecciosa, causada por bacterias, se relaciona con enfermedades cardiovasculares -infartos prematuros, entre otros- y endocrinas, como la diabetes.

CUIDADOS

Los principales síntomas de la periodontitis son encías rojas e hinchadas que sangran; encías que están retrocediendo (dientes más largos), dientes móviles, mal aliento persistente y dolor. Puede producirse por la placa bacteriana -la que es habitual- y cuando ésta por mala higiene, se multiplica, crece y causa enfermedad.

Las recomendaciones para evitar estos problemas de salud, apuntan a al cepillado de dientes cuatro veces al día y utilizar seda dental o cepillos interdentales, con lo que se prevendrán enfermedades vinculadas a la presencia de gran cantidad de bacterias dentro de la boca.

Al menos cada 6 meses, es decir, dos veces al año, se debe acudir al dentista para que evalúe la situación, detecte si hay algún problema y solucionarlo rápidamente.

"Con ello, conseguiremos mantener nuestra salud a medio y largo plazo", afirma el cirujano dentista.

Violencia obstétrica, el impacto de acciones u omisiones en salud

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La violencia contra la mujer puede afectar su vida, su salud e integridad física. La más conocida es la violencia física o psicológica que se contextualiza dentro de una relación de pareja o familiar.

No obstante, muy poco conocemos sobre la violencia obstétrica, problemática que acontece durante el proceso del embarazo, el trabajo de parto, el parto y el posparto, sufrida principalmente por las mujeres, pero también por el entorno familiar y/o por los recién nacidos o nacidas.

El concepto de la violencia obstétrica incluye: un trato deshumanizado de parte del/de la profesional que asiste a la mujer, donde prima la jerarquía o rango profesional; un abuso en la medicalización, intervencionismo o darle una orientación anormal a un parto de bajo riesgo, lo que origina pérdida de la autonomía, la intimidad y la capacidad de tomar decisiones tan básicas como la postura que le acomoda a la mujer durante el trabajo de parto; no asistir oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas; obstaculizar el apego precoz del niño o niña con su madre sin una causa justificada; practicar el parto por vía de cesárea, existiendo condiciones para un parto natural, sin obtener el consentimiento informado de la mujer.

Según la Organización Mundial de la Salud, no existe justificación para una tasa de cesárea superior a 15%, sin embargo, en las últimas décadas la tasa de cesáreas ha tenido un progresivo aumento a nivel mundial. En Chile, hoy se habla de una epidemia del parto quirúrgico, pues la tasa de cesárea global alcanza sobre 40% y nos sitúa en el tercer lugar entre 34 países. ¿En cuántas de estas intervenciones hubo componentes de violencia obstétrica?

La violencia obstétrica no es poco frecuente. Una de cada cuatro mujeres expresan el abandono, la discriminación, la violencia física y verbal, mal uso de la tecnología o las intervenciones innecesarias.

Así, el parto puede ser altamente traumático para algunas mujeres, donde 2 a 6 % desarrollan un trastorno de estrés posparto. Con frecuencia este trauma es el resultado de las acciones u omisiones de los/las profesionales que la asisten.

La mujer que tiene un parto es sana y las personas sanas mayoritariamente llevan adelante procesos fisiológicos, de evolución natural y espontánea, bajo su control y consentimiento. De ahí que la mujer necesita recibir una atención humanizada y segura durante todo el proceso de la gestación, así como se le debe garantizar los beneficios de los avances científicos.

El parto humanizado promueve que se respete a la familia en sus particularidades - etnia, religión, nacionalidad - y que se la acompañe en la toma de decisiones seguras e informadas. En varios países se ha legislado sobre los derechos de la madre, hijo/a y padre en relación al embarazo, parto y posparto. En nuestro país se hace imperioso legislar al respecto.