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Día de la hipertensión

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Uno de cada tres adultos tiene presión arterial alta en el mundo, afección que ocasiona alrededor de la mitad de las muertes por accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca, ha revelado un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este informe, que considera la situación de 194 países, es una evidencia del dramático incremento en las condiciones que desencadenan la enfermedad cardíaca y otras enfermedades crónicas, en particular en los países de bajos y medianos ingresos. En países de altos ingresos, el diagnóstico generalizado y el tratamiento con medicamentos de bajo costo han reducido significativamente la presión arterial media en todas las poblaciones y esto ha contribuido a una reducción en las muertes por enfermedades del corazón.

En el marco del Día Mundial de la Hipertensión, que tiene lugar hoy 17 de mayo, la OMS ha llamado a los gobiernos, a los profesionales de la salud y a toda la sociedad a prestar más atención al control de la presión arterial para prevenir enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, entre otros problemas potencialmente mortales.

Ha dicho que la hipertensión, que es el principal factor de riesgo para sufrir y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de manera prematura, afecta a unos 250 millones de personas en América y, en la mayoría de los países, las tasas del control de la presión arterial son inaceptablemente bajas.

Se estima que en América Latina y el Caribe, alrededor del 80% de las personas con hipertensión no tienen un control adecuado de su presión arterial. Según el Estudio Epidemiológico Prospectivo Urbano Rural sobre Hipertensión, en Argentina, Brasil y Chile, de forma combinada, sólo el 57% de los hipertensos conoce su condición, únicamente el 53% de ellos está bajo tratamiento, y sólo el 30% de los tratados tiene su presión arterial controlada.

La hipertensión ocasiona alrededor de la mitad de todas las muertes por accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca a nivel mundial. Asimismo, la obesidad se duplicó entre 1980 y 2008, y el 12% de la población es considerada obesa. Los niveles más altos se dan en América (26% de los adultos) y los más bajos en sureste de Asia (3%). De allí el llamado de la OMS a preocuparse de esta verdadera epidemia mundial.

Los caciques

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Por esas casualidades matemáticas que siempre nos sorprenden, de momento la fecha del regreso a la democracia en 1990 corresponde exactamente a la mitad de mi vida. Y si también le ocurre a usted, o una cifra parecida, agobia saber que les hemos estado viendo las mismas caras a ciertos parlamentarios por 25 años ya. Y parece suficiente.

Dentro de todos los parches que se le aplicaron a la Constitución de 1980, se les pasó por alto el límite de las reelecciones en el Poder Legislativo, sumado a otras autoridades con tendencia a soldar sus petacas en el sillón, como los alcaldes y concejales. No quisiéramos creer que sí lo previeron, y prefirieron callar.

Recién ahora se discute con seriedad una ley que impida a estos nobles servidores públicos apernarse en sus puestos como si fuese un hábito arraigado, una necesidad de sobrevivencia, una costumbre familiar, una inversión a futuro. Una ganga de derecho adquirido similar a los vendedores ambulantes que se creen dueños de alguna esquina, y de ahí no los sacan ni con un tractor, ni con un alcalde hacendoso y cumplidor, que no es el caso en esta ciudad.

Además de que la gran mayoría de ellos no son simpáticos, cansa ver los mismos rostros de parlamentarios repetidos como en una habitación de espejos, verlos envejecer tal como envejecemos nosotros, ellos tan duchos en el arte de la retórica vana ante las cámaras de televisión. Viejos lobos de mar fogueados en los secretos del muñequeo a gran escala, decididos con pertinacia a jamás soltar la teta generosa. ¿Para qué soltarla, para que la agarre otro fulano? No, de ninguna manera.

La reelección permanente - que suena igual que revolución permanente - provoca la misma deformación que padeció el Chile republicano del siglo XIX: la creación de caciques en regiones y provincias. El parlamentario empotrado en su escaño adquiere tanta influencia, que todo pasa por su persona, incluso debo admitir que en ciertas zonas se les venera como padrecitos de los pobres para conseguir una mediagua en invierno o un bloqueador solar en verano. De igual modo pasan por sus manos los nombres para otros procesos eleccionarios menores, para cargos en los gobiernos regionales o para la designación del real jardinero de la plaza. Lamento no contar con un amigo cacique, y tener que pelar el ajo solito cada día.

Todavía es un proyecto, transcurrirá algún tiempo para que veamos los efectos deseados: más que sea un montón de caras nuevas, aunque traigan los vicios viejos, y el retiro de las pistas de los carcamales cuyos nombres y timbres de voz nos hemos aprendido a la fuerza, como una lección de castigo que ya se extiende por un cuarto de siglo. ¡Qué fatalidad!