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Hogar de Cristo necesita cinco mil nuevos socios en la Región

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Las tragedias parecen parte de la realidad que debe enfrentar Chile de manera periódica. Claros ejemplos son los terremotos que han afectado a diferentes zonas, el devastador incendio en los cerros de Valparaíso y las inundaciones en el norte del país. No obstante, la solidaridad, tanto de personas anónimas como de diversas instituciones, es una que se hace notar ante las dificultades.

El Hogar de Cristo es una de las instituciones que de manera permanente ha levantado iniciativas para ayudar a superar los obstáculos impuestos por las emergencias. Pero también para devolver dignidad y dar alegría a quienes viven una tragedia diaria.

Y es que son miles los chilenos en situación de pobreza. Así lo manifiesta la directora regional de la fundación, Cecilia Ponce, quien apunta que en la Región del Biobío son 500 mil las personas que viven y sobreviven con esta adversa condición, una que tiene distintas caras y que da fe de una cruda desigualdad social.

De este total, especifica que son alrededor de seis mil los que se atienden en alguno de los 108 programas que el Hogar de Cristo tiene en la Región, que abarcan desde Quirihue y Tirúa, y en diversos frentes.

HACERSE CARGO

Pero para poder llevar a cabo estas obras sociales no sólo se necesita del ímpetu de los funcionarios y voluntarios que son parte de la organización, sino que también se requieren fondos. En ese sentido, son los socios los principales financiadores de esta labor que lucha, día a día, por mejorar la calidad de vida de miles de personas.

Relevando esa importancia es que la directora regional invita a la comunidad penquista a hacerse parte de esta obra solidaria con siete décadas de historia, pues ayer se lanzó la campaña de captación de socios 2015. "Al igual que todos los años las metas son grandes, ya que a nivel país se requieren cincuenta mil nuevos socios y el desafío regional es alcanzar a 5.190 nuevos socios", puntualiza.

Para ella, además de que el aporte monetario es clave para que los programas del hogar se puedan desarrollar, ser socio de esta obra es también hacerse cargo la realidad de la pobreza en Chile y seguir con la misión que el padre Alberto Hurtado dejó al haber iniciado esta obra en pos de terminar con las desigualdades, injusticias e inequidades.

Según afirma Cecilia Ponce, este año el mensaje de campaña es "Ayúdanos a que Chile no deje de sonreír", consigna en la que quieren también dar a conocer la alegría que como entidad les mueve.

¿Cómo hacerse socio en la Región? Ponce cuenta que para ello las personas se pueden acercar a las obras del Hogar de Cristo, llamar al 6005008000 o acceder a la página web www.hogardecristo.cl. Cuenta que también se encontrarán captadores de socios en algunos supermercados Líder y Acuenta, así como también en Mall Plaza Mirador Biobío.

"Muchos se preguntan porqué es necesario hacer este tipo de campañas constantemente, pero hay tener en cuenta que cada año son muchos los socios que nos dejan y es fundamental invitar a otros a participar para que esta obra pueda seguir funcionando", expresa.

La campaña culminará el próximo 15 de junio.

Los desafíos de Chile para que todas celebren la maternidad

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La mortalidad materna es un grave problema de salud pública, que tiene un gran impacto familiar, social y económico. La muerte de una mujer en el período del embarazo, parto o puerperio es una tragedia evitable. Más de un millón de niños/niñas cada año pierden a sus madres debido a su muerte en el período de la gestación o parto, con las consecuentes carencias afectivas y de protección. Además, ya que actualmente una gran proporción de mujeres en edad fértil son trabajadoras y económicamente activas, las muertes maternas generan una pérdida de la productividad económica y una disminución en los ingresos familiares.

Más de una mujer muere en el mundo cada minuto producto del embarazo y parto, no obstante hay que tener presente que menos del 1% ocurre en países desarrollados. Esto sugiere que esta mortalidad puede ser evitada si se dispone de recursos y servicios de salud adecuados. Se estima que un 40% de las mujeres tiene alguna complicación durante la gestación, parto o post parto y 300 millones de mujeres sufren complicaciones a corto o largo plazo relacionadas con estos eventos. Podemos mencionar prolapso o descenso uterino; fístulas o comunicación entre el tejido urinario, genital y/o fecal; incontinencia urinaria; dolor en las relaciones sexuales; daño nervioso; infección diseminada a la pelvis e infertilidad.

Recientemente se ha publicado un ranking que compara datos de salud y bienestar de madres y sus hijos/as en 179 países. Según la investigación, Noruega es el mejor país para ser madre, mientras Chile ocupa el lugar número 48 a nivel mundial. Respecto al riesgo de muerte materna, Chile ocupa el tercero del continente, por debajo de Canadá y Uruguay.

La mortalidad materna es la expresión más objetiva de la inequidad y desigualdad a la que están sometidas las mujeres. De ahí, que la maternidad como asunto de salud debe ser materia de regulación en la legislación sanitaria. En Chile, hoy los desafíos son: el manejo integral de las gestaciones en las adolescentes y en mujeres que postergan su maternidad; la humanización del parto y la disminución de las altas tasas de cesáreas, considerado una alarma sanitaria. Pero, la maternidad tiene también la naturaleza de un hecho jurídico del cual surgen derechos y obligaciones. De ahí que la legislación laboral y de la seguridad social debe contener disposiciones concretas acerca del resguardo de la mujer no sólo durante el período de gestación, sino que en todo su proceso reproductivo.

La maternidad involucra diversos matices como son los aspectos psicológico, social, espiritual, cultural, afectivo y biológico, de ahí que deben resguardarse las acciones realizadas a favor de la mujer en época de su gestación, parto, cuidados posteriores y crianza.

matrona y

académica del Ipsuss, USS