Una duda que siempre aqueja a los jóvenes, es cuándo es el momento propicio para iniciarse en el mundo bancario. Un sinfín de dudas y complejos, desde no poseer ingresos fijos hasta no tener la edad suficiente, son recurrentes a la hora de tomar en cuenta esta opción. Sin embargo, ya sea que reciban una mesada de sus padres o ganen su propio dinero, es muy importante contar con una cuenta para manejar su capital.
"Dar el primer paso al obtener una cuenta bancaria, sin importar la edad que se tenga, es un avance hacia tener una vida financiera sana, y un futuro en donde podremos, con conocimientos y práctica, cumplir nuestras metas sin preocuparnos que los presupuestos, pagos o el consumo innecesario sean un problema", señaló Sofía Macías, Consultora MasterCard para la región LAC.
La experta dijo a este medio que siempre antes de tomar un producto financiero el ideal es estar lo más informado posible, de esta forma la persona no adquiere una deuda más allá de sus posibilidades, y puede cotizar las mejores tasas dentro de sus opciones financieras.
Indicó que ser transparente por parte de las instituciones, y ser activo por parte de las personas, resulta fundamental para que no haya problemas en un futuro cercano, tanto en temas de crédito como de deudas. En ese sentido, es importante potenciar una educación financiera integral tanto desde el mundo privado como del público, para aminorar los riesgos que supone un usuario desinformado o que no tenga claridad sobre lo que significa tomar una responsabilidad con una institución financiera.
Para que esta educación se dé de forma adecuada, primero debe haber una inclusión apropiada de la mayor cantidad de gente al sistema bancario. A medida que las personas comienzan a tener acceso, empiezan también a preocuparse por educarse en esta materia, ya que deja de ser algo lejano.
Por ende otro aspecto fundamental para una educación financiera apropiada, es que cada vez más personas pueda bancarizarse, no necesariamente mediante cuentas bancarias o créditos hipotecarios, si no que empezar de manera gradual con tarjetas de prepago, cuentas simplificadas, y acceso al débito, de forma que cada vez más chilenos se sumen a la tendencia mundial y a las innovaciones financieras, y así, aumente su interés por educarse en esta materia.
Respecto a que si en Chile es muy fácil abrir una cuenta, Macías indicó que según datos del Banco Mundial, en Chile el 63% de las personas mayores de 15 años tiene una cuenta en una institución financiera tradicional, un 21% más que en 2011. Además, el acceso a tarjetas de débito se ha más que duplicado en 4 años, pasando de un 26% en 2011, a un 54% en la actualidad.
Estas cifras, agregó, "nos hablan de que en Chile cada vez más personas tienen acceso al mundo financiero, esto en gran medida gracias a aportes valorables como la Cuenta Rut, que bancarizó a un considerable grupo de chilenos hasta ese momento ajenos al mundo financiero. En nuestro país el acceso se masifica cada vez más, lo que es positivo, de esta forma el desafío es ahora trabajar de forma mancomunada entre el sector público y privado, para que la inclusión venga de la mano de educación, y se logre una apropiada inserción de nuevos usuarios al sistema financiero actual".
Sin duda, eso sí, la educación financiera es un tema fundamental. Permitirá a quien esté apropiadamente informado sobre los beneficios y cuidados que tomar al emprender en el mundo crediticio, una responsabilidad y orden que le significará mejorar sus oportunidades y poder optar a cumplir sus sueños de forma responsable.
El desafío de educar en esta materia es integral. Ni el sector privado puede desconocer su labor en llegar a cada vez más personas con sus programas de educación financiera, ni los padres ni profesores pueden dejar de enseñarle a los jóvenes nociones básicas sobre ahorro y el valor del dinero.
Desde MasterCard, existen programas como "Consumo Inteligente", donde a través de capacitaciones o clases online, se enseña a los tarjetahabientes a ser responsables con su capital y ordenar sus finanzas, además de educarlos y resolver sus dudas sobre temas más específicos del mundo financiero. Este esfuerzo es una ayuda enorme para que las personas puedan estar cada vez más alfabetizados en esta materia.