Sector floricultor tiene gran potencial para crecer en la Región del Biobío
La industria de las flores en Chile continúa siendo una actividad que tiene mucho terreno donde desarrollarse. Esto no solo involucra a los productores, sino a todos los que participan dentro de la cadena de valor, desde los importadores de material de propagación, flores de corte, empaques, investigadores, asistentes técnicos, entre otros.
Es la visión del ingeniero agrónomo, Mario Cely Aldana, importador colombiano radicado en Chile y miembro de la Asociación de Productores y Exportadores de Flores de Chile (Apef).
El experto señala que uno de los mayores problemas que se deben enfrentar es la falta de información con un grado de precisión que permita desarrollar estrategias de fomento hacia el sector. "En nuestro caso, dependemos de las cifras oficiales que entrega el Censo Nacional Agropecuario, que se realiza cada 10 años, en una actividad cuyos ciclos productivos pueden durar en algunos casos 60 días, por tanto dicha información oficial no resulta muy útil".
Asimismo, el Censo indica que en el país hay más de 2.100 hectáreas dedicadas a esta actividad, sin embargo, las estimaciones de este gremio, apuntan a no más de 1.500 hectáreas, considerando bulbos y flores de corte.
la buena noticia
Las superficies se han venido reduciendo sistemáticamente, por los problemas de falta de mano de obra y agua en centros importantes de producción como la Cuarta Región (Ovalle, Limarí principalmente) y Quinta Región (Valle de Longotoma). Esto ha hecho que las producciones se desplacen a zonas de mayor disponibilidad de agua como la Región Metropolitana.
Lo anterior es una buena noticia para ustedes, dice Mario Cely que se estima la superficie destinada a la producción de flores en la Región del Biobío ha aumentado significativamente (90%), precisamente por la buena disponibilidad de agua, la alta rentabilidad por metro cuadrado que tienen las flores, su cercanía a centro masivos de consumo como Concepción, Los Angeles y Temuco.
Esto no solamente se percibe a nivel de la agricultura familiar campesina, sino además en las pymes dedicadas a la producción de flores para exportación- en flores no existen grandes empresas productoras- afirma Cely. Ello, por el considerable aumento en la exportaciones, especialmente de peonías, las cuales han estado en sus mayores valores históricos.
Detalló que hace poco se inició la ejecución de un Nodo de flores en la Región de Los Lagos, proyecto financiado por Corfo, que involucra a más de 35 productores de la zona sur de Chile, considerando algunos productores de Biobío, donde se destacan los lilium, tulipanes, gladiolos e incluso claveles.
Los principales centros de venta siguen siendo las pérgolas y florerías, pero empiezan a ser importantes los supermercados.
redes de contacto
Es por lo anterior que el profesional plantea que es necesario el desarrollo de redes de contacto que favorezcan el intercambio de información entre todos los eslabones de la cadena, dado que Santiago continúa siendo el centro hacia y desde donde se mueve la mayor cantidad de flores del país, al punto que muchos comercializadores deben viajar a Santiago a comprar las que se producen en su propia zona.
Por ahora la poca oferta y los altos precios siguen frenando el desarrollo del sector y en ello coincidieron diferentes actores del sector florícola del país, quienes esta semana se reunieron con profesionales de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) para conocer las brechas de su negocio, y en busca de fortalecer el mercado de las flores de corte.
Esta instancia que se instauró por el FIA en el año 2000, con el fin de financiar proyectos de innovación que desafiaran las limitantes del sector, fue congelada en administraciones anteriores, sin posibilidad de que floricultores y el Estado compartieran experiencias.
Pero se retomó y el encuentro tuvo una buena convocatoria. Asistieron más de 25 personas entre empresarios, pequeños productores, académicos y estudiantes relacionados al ámbito floricultor. Destacó aquí la presencia de la Apef, que por primera vez participó de este cónclave en sus cinco años de existencia.
El director Ejecutivo del FIA, Héctor Echeverría abrió el encuentro y se refirió al escenario actual del sector.
Dijo que en los últimos años esta industria se ha diversificado bastante, consiguiendo nuevas variedades que han ingresado al país. Hoy contamos con importaciones que alcanzan los US$19 millones anuales, mientras que en exportaciones solo US$5 millones. Por lo tanto hay una brecha que cubrir", señaló, manifestando la necesidad de tener flor de calidad para abastecer el mercado interno y contribuir en el aumento de las exportaciones.
La autoridad reconoció también la pérdida de calidad en la producción, dada a la cantidad de intermediarios que existen en la cadena de comercialización.
En tanto, el presidente de la Apef, René Cuevas, mencionó los principales ejes de trabajo para la industria, esperando un alza de 25% anual en el consumo local de flores.
los desafíos
"Como asociación debemos trabajar en tres frentes. Una es la trasferencia tecnológica en todos los ámbitos de las flores de corte, la parte comercial donde debemos fortalecer el mercado interno porque se necesita de una buena base para poder partir, y la innovación a fin de reemplazar las importaciones con flores propias de nuestro suelo local", dijo Cuevas.
Estos desafíos también involucran al ámbito académico, según admitió Danilo Aros, profesor de floricultura de la Universidad de Chile.
"Si bien es importante el contenido técnico en la enseñanza de las flores, es fundamental instruir sobre una visión más global del sector. Yo no les voy enseñar densidad de plantaciones o kilos por hectáreas que finalmente están en manuales, sino que la idea es ayudarlos a entender cómo funciona el rubro y el proceso de la transferencia tecnológica, es decir cómo acercarse a los agricultores". Reconoció también un aumento en el interés de los universitarios por su curso, pasando de 10 en 2010 a 24 en 2014.
Este mes los asistentes junto a las autoridades de FIA sostendrán un nuevo encuentro, con el objeto de fortalecer el curso de la industria en el mercado.