Después de cinco años de espera, ayer fueron entregadas las llaves de las nuevas viviendas de los habitantes de las tres aldeas de Tumbes, en una ceremonia que dejó atrás los fríos inviernos en mediaguas.

La ceremonia contó con la presencia del intendente del Biobío, Rodrigo Díaz, quien afirmó que "estamos iniciando la etapa de vida en sus nuevos hogares, es algo que a uno le sobrecoge el corazón profundamente, porque aquí ha habido un trabajo de muchas mujeres, partiendo por las dirigentes de esta organización, de muchos hombres de este país también que han trabajado en sus distintas instituciones para poder sacar adelante este proyecto".

En el acto se congregaron varias autoridades regionales y comunales, comenzando la entrega de llaves para las 200 familias beneficiadas, de las cuales 132 corresponden a personas afectadas por el terremoto y tsunami del 27 de febrero del 2010. Hasta el momento vivían en los 3 últimos campamentos existentes en la Región, como son Meryland, Fernando Paz y San José, en la comuna de Talcahuano.

Las otras 68 familias corresponden a la postulación regular a viviendas, aunque la mayoría de ellas son damnificados ligados a la pesca artesanal.

El jefe regional añadió que "no ha sido fácil, ha habido que botar un cerro, hemos tenido que conseguir terrenos que no teníamos, hemos tenido que traer agua hacia donde no había, pero nunca con una descalificación".

A juicio de la dirigenta de los vecinos, Lilian Bastidas, termina una etapa de mucho esfuerzo, donde "la gente que tuvo que pasar estos años en aldeas, y lugares con mucho frío y humedad y hoy día es un día bien especial, una etapa lograda, superada".