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Tejer aumenta la creatividad y reduce los niveles de tensión

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Poco a poco el clima invernal se va apoderando de los días, dando la bienvenida a una temporada en que la se privilegia el realizar actividades en espacios cerrados. Esto, por cierto, se transforma en una oportunidad para echar a volar la imaginación.

Así, una de las actividades más sencillas, económicas y que permite la participación de todos quienes se sientan motivados, sin importar edad o género, es la llamada "Lanaterapia", una rutina cuyo centro está en el ancestral acto de tejer; es decir, entrelazar fibras de manera mecánica o a mano.

Según explica Catalina Serra, docente de la escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Santo Tomás Concepción, hay investigaciones en el área de las Neurociencias que reportan los beneficios de desarrollar manualidades. "En el caso del tejido, este trazado tiene cualidades terapéuticas, pues favorece la salud mental, reduce los niveles de tensión y estrés, mejora la autoestima e insta a la creatividad", afirma.

Asimismo, por el desafío mental que representa, agrega, es que fortalece funciones cognitivas como la concentración, atención y memoria. Esto favorece también la recuperación física, principalmente en quienes tienen alteraciones en la motricidad fina.

TRABAJO COLECTIVO

Potenciar las relaciones interpersonales es otro de los beneficios que de la Lanaterapia, cuando se forma parte de grupos o colectivos enfocados en el mismo objetivo. "Se desarrollan lazos, aumenta la comunicación, y se crean redes sociales y comunitarias de apoyo", dice la académica, quien, justamente, guía talleres de este tipo.

Enfatiza en que "no se trata solo de simples actos motores. Tejer se define desde qué significa y lo que representa en nuestras vidas hasta la satisfacción que da el trabajo terminado".

Es en este sentido en el que Catalina Serra menciona la Lanaterapia como un instrumento terapéutico, una acción que se refleja físicamente en quienes presentan patologías motoras, porque el movimiento de los palillos o el uso del telar implica poner en práctica la fuerza muscular y la resistencia de las articulaciones; pero también en el bienestar que provoca para él o la tejedora. "Mientras se realiza el trabajo manual, se pierde la noción del tiempo, se eleva el grado de concentración y se da sentido de logro personal, que en ocasiones podríamos asociarlo con un estado de plenitud", argumenta.

Finalmente, la docente propone como opción comenzar a explorar la Lanaterapia u otras manualidades con plena conciencia del impacto positivo que generan y desde allí generar un cambio beneficioso para nuestra calidad de vida.