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Correcto uso de las boletas de honorarios

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Los casos Penta y SQM han puesto en el ojo de la opinión pública el uso de las boletas de honorarios como una herramienta para evadir y eludir impuestos. Estas investigaciones marcarán sin duda un antes y un después en la justicia chilena, por lo mismo, hay varias consideraciones que deben incorporarse al bagaje tributario de las empresas y personas naturales.

Lo primero es que el Servicio de Impuestos Internos (SII) tiene la facultad legal para fiscalizar e investigar cualquier gasto incurrido por una empresa, a cualquier título. Por lo tanto, la actual investigación se enmarca simplemente dentro de las facultades normales y ordinarias que puede ejercer la autoridad respecto a cualquier contribuyente. Sin embargo, el honorario en sí mismo, no tiene nada de ilegal ni de elusivo tributariamente, en la medida que corresponda a servicios que se han prestado efectivamente por una persona natural, en forma independiente, y que el valor respectivo se enmarque dentro de parámetros de mercado para el servicio de que se trata.

Por otro lado, si el honorario se utiliza para enmascarar o encubrir una renta distinta a la proveniente de un servicio independiente prestado por una persona natural, tendrá carácter ilícito y, eventualmente, de delito.

La empresa tiene plena libertad para contratar servicios por parte de personas naturales, y pagarles un honorario o sueldo, según sea el tipo de relación contractual que se establezca. Lo importante es que esa relación contractual no se contraponga con la real naturaleza de las cosas.

En cuanto a financiamiento político, el honorario es estrictamente un pago por un servicio que una persona natural presta en carácter independiente a otra persona natural o jurídica por ende no puede usarse para pagar campañas.

Asimismo, y en lo que respecta a las sociedades anónimas o por acciones, un accionista perfectamente puede percibir un honorario de la sociedad en la cual participa, en la medida que corresponda a un servicio real que el empresario presta a su sociedad y el valor del honorario se corresponda con parámetros normales de mercado para un servicio de esa naturaleza. Así, el honorario será gasto para la sociedad desde el punto de vista tributario y renta para la persona natural.

En las sociedades de personas (sociedades de responsabilidad limitada, colectivas o empresas unipersonales), sólo se acepta como gasto un sueldo o remuneración (no honorario), en la medida que el empresario trabaje efectiva y permanentemente en la empresa, y sólo hasta el límite imponible.

Claudio Bustos A.

HH u horas humanas

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Una hora-hombre o una hora-persona es una unidad de estimación del esfuerzo necesario para realizar una tarea cuya unidad equivale a una hora de trabajo ininterrumpido de un trabajador medio. Representa una cantidad de tiempo continuo para realizar una determinada tarea; por ejemplo: una hora de clase o servicio técnico y o producción parcial de un producto final. No incluye el tiempo de descanso, entre otros. En la producción material e intangible se relaciona a la productividad del trabajo donde aquella puede oscilar entre baja, media o alta. Se escribe generalmente que en Chile la productividad del trabajo es baja y que afecta a nuestro grado de desarrollo social e individual.

El tiempo en la poesía tiene otra connotación: se refiere al diálogo de un hombre con su tiempo, donde el verbo o la palabra acción refleja el tiempo. Para el caso, representa un diálogo individual y poético con el tiempo; aquí, el tiempo es vivir esperanza y desesperanza, recordar el ayer, pensar en un mañana, pero el paso del tiempo es el presagio de la nada en la exclamación poética de A. Machado y que se expresa en símbolos, como el agua en las coplas de Manrique: 'nuestras vidas son los ríos que van a dar al mar' o en el reloj: 'daba el reloj las doce', que integra el pasado, presente y futuro.

Por su parte, el ocio creativo es una dimensión olvidada y reemergente del uso del tiempo: se define como 'el conjunto de actividades orientadas a una ocupación activa del tiempo libre mediante acciones que fomentan el desarrollo de la creatividad individual y fomentan la interacción social'. En esta dimensión: 'la sociedad actual está regida por un elevado ritmo de vida, donde la tecnología avanza vertiginosamente, cada día se tiende a buscar el mejorar la calidad de vida y a optimizar el bienestar personal...' Un camino o tendencia es ocupar el tiempo libre desde el punto de vista educativo, fomentar la autoestima y el desarrollo personal de manera constante. Por otra parte, mucha gente o la mayoría descubre que su vida discurre por una rutina insatisfactoria y ni siquiera conoce sus límites, sus posibilidades de crecimiento, ni sabe cuáles son sus deseos…' Es preciso, entonces reflexionar sobre esto y luego tomar decisiones simples pero trascendentes, organizar el tiempo personal en horas humanas de trabajo, otras tantas de descanso; así como aquellas para la imaginación y la creación individual.

En esa dirección, el tiempo HH acelerará su productividad, el descanso se alzará como un derecho inescrutable y el tiempo de la imaginación y creatividad individual acicateará una buena vida humana. En consecuencia, que el tiempo sea una oportunidad de libertad civilizadora en cada cual y en nosotros.

Rafael Galdames Fuentes

Otro botón de muestra

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Actualmente se está proponiendo la creación de un Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y, dentro de ese accionar, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) convocó a los directores de Museos de la Región del Biobío, encuentro que prosperó por la asistencia de los convocados.

Independientemente del gobierno de turno, nos damos cuenta de la necesidad de crear esta instancia, ya sea nacional o regional, puesto que los museos son lugares muy desprovistos en general, y presentan variadas necesidades, no precisamente 'para saquearles la información que resguardan', como mencionó un despistado presente. Previo a esa reunión se hizo llegar, con bastantes días de anticipación, un documento explicativo de la propuesta; sin embargo, por los resultados del encuentro, al parecer, no hubo una lectura previa, ni comprensión de lo escrito, puesto que el tiempo se invirtió en una tanda de preguntas insulsas, que fueron cada una, contestada con una paciencia envidiable, y sin llegar a cumplirse totalmente el objetivo inicial. Otra asistente, desinteresadamente, propuso el chantaje 'yo te hago el trabajo siempre y cuando tú me asegures un incentivo' y remató con el broche de oro: 'Yo hago el trabajo y tú te llevas los laureles', es decir, desconfianzas instaladas, enraizadas prácticamente en algunas de estas 'especialistas' en la materia, por lo que se desprende que, poco menos, no hay nada que hacer.

Sabemos que toda propuesta es perfectible, por lo tanto, cuestionable y mejorable si es necesario, solo que debemos manejarnos con respeto y altura de miras. Inevitable el sentir una especie de vergüenza ajena, por la mezquindad y el desacierto de algunas acciones, como inevitable también el recordar las reuniones de colegios, donde cada apoderado sólo quería monologar sobre su hijito, perdiéndose un tiempo precioso, en vez de desglosar y apuntar a las cosas verdaderamente importantes.

Y como otro botón de muestra, es también inevitable recordar el actuar de los borrachitos, que reiteran lo mismo, una y otra vez, como disco rayado, para posteriormente dar unas trasnochadas disculpas. Pareciera una estrategia sistémica para desvirtuar este tipo de reuniones e irse en saltos, brincos, jadeos y corcoveos. Ojalá esta iniciativa prospere, saltándonos todo lo accesorio e innecesario, y trabajar, con arte, en aras del Arte.

Violeta Cáceres C