Acciones habituales pueden llegar a ser muy dañinas para la salud dental
Hablar de hábito es referirse a todas aquellas acciones que se repiten en el tiempo de manera sistemática y que, por lo mismo, se transforman en parte de la vida de las personas. Es así como mantener ciertas costumbres como el hábito de estudio, de alimentación equilibrada o de realizar actividad física periódicamente, se transforman en conductas tremendamente beneficiosas en la salud de las personas. No obstante, todo lo bueno tiene su opuesto y, como tal, también existen acciones habituales que son dañinas y hay algunos que tienen grandes repercusiones a nivel dental.
Así lo afirma la doctora Andrea Werner, docente de la Facultad de Odontología de la Universidad de Concepción, quien explica que los hábitos que pueden existir son variados, y se relacionan con aspectos que van desde la alimentación hasta la higiene, y pueden tener consecuencias tanto en los dientes como en sus estructuras de soporte - encías y tejido óseo-.
Consumir tabaco, tomar café en exceso, comer alimentos muy ácidos, no lavarse los dientes, comerse las uñas o el bruxismo son sólo algunos ejemplos de conductas que son dañinas para los dientes.
Según aclara la directora de Odontología de la Universidad San Sebastián, Patricia Maureira, estas conductas dañan los dientes porque, detalla, "provocan tinciones dentarias, erosiones, microfracturas en el esmalte del diente -capa más externa- y también fracturas más graves que pueden comprometer la dentina. También se pueden producir desgastes dentarios, desde leves hasta muy severos que pueden producir dolor y, luego, en etapas más tardías, pérdida de dimensión vertical y necrosis del diente". A lo anterior, agrega que se pueden producir daños en la mucosa bucal como consecuencia del traumatismo crónico.
En ese sentido, si bien la intensidad, frecuencia y dirección en la que se ejecuten estas acciones determinan la magnitud de las consecuencias, éstas pueden ser inmediatas, mediatas o tardías. "Lo más grave son las fracturas dentarias y la necrosis pulpar. También hay consecuencias estéticas, fonéticas y funcionales, por ejemplo, al perder el diente su forma original, ya que cada grupo dentario tiene una función determinada ya sea cortar, desgarrar o moler los alimentos", puntualiza la profesional.
Por lo mismo, enfatiza que nunca hay que olvidar la importancia de cuidar la dentadura, no sólo evitando los malos hábitos que detallan la odontóloga y endodoncista de la Universidad del Desarrollo, Cristina Zurita y Andrea Werner (ver recuadros), sino que manteniendo una higiene adecuada y visitando periódicamente al dentista.
Además, hay que tener en cuenta que muchas acciones perjudiciales se asocian a componentes psicológicos, por lo que para lograr quitar un mal hábito, es también clave determinar cuál es la causa que lo provoca, pues podría requerirse un tratamiento multidisciplinario. Un ejemplo son los trastornos alimentarios, anorexia-bulimia, que se inducen al vómito , cuyos pacientes suelen presentar erosiones en las piezas dentarias, que pueden llegar a ser de gran magnitud y repercutir gravemente en la salud de los dientes afectados.