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Monseñor Chomali suma lapintura a sus facetas artísticas

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Si se considera la creación artística del monseñor Fernando Chomali en los últimos años bien se le podría tildar como un 'hombre del Renacimiento' aquel que incursionaba en las más diversas facetas de la creatividad. Y es que la autoridad eclesiástica cuenta con estudios de guitarra clásica, ha realizado dos exposiciones de fotografía, escribió dos obras de teatro y ahora se suma la pintura.

Aquella inquietud artística se podrá apreciar desde este martes en la Sala de Exposiciones del Arzobispado, a un costado de la catedral; muestra en que además se incluye una serie de marinas del sacerdote Nelson Rivera.

Si bien hay que considerar cierta distancia con los artistas consagrados, la exposición da cuenta de una inquietud estética que viene desde el coleccionismo familiar, y que también tiene una dimensión espiritual y religiosa. Estilísticamente escapa a cualquier etiqueta, yendo desde lo naif al arte geométrico, el informalismo o el expresionismo abstracto; entre otras corrientes.

'Siempre he procurado una dimensión estética de la vida, pues en general hay una visión demasiado racional. Esto es parte de mi vocación sacerdotal, pues todas estas expresiones artísticas pretenden, justamente, conocer la belleza y, al final, llegar a Dios', sostuvo el monseñor.

-Empecé hace tres años con un cuadro blanco, y cada cierto tiempo le daba una pincelada. Me quedó gustando y decidí hacer otro. Las pinturas iban apareciendo en mi mente, generando una necesidad por llevarlas al lienzo. Igual es un trabajo bastante lento. Algunas de estas obras tardaron más de dos meses.

-Muchos de estos cuadros han surgido en la oración y he sentido una necesidad imperiosa de realizarlos; aunque con la convicción de que lo que está en mi mente es mucho más bello de lo que consigo plasmar; pero pienso ir mejorando.

La gracia de esta arista es que llegue a creyentes y no creyentes, lo que constituye una dimensión muy católica de mi vida, porque es universal. No me considero un artista ni un pintor en el sentido estricto de la palabra; jamás he tomado clases de pintura; pero creo que esto le puede producir una alegría a la gente, y la fiesta pascual se trata precisamente de eso.

Todos los cuadros tienen un mensaje; por ejemplo los tubos de pintura o los pinceles que se ven pegados unos a otros significa que lo desechado también tiene una dimensión estética. Además se juega con la idea de la oscuridad y la luz. Hay mensajes claramente evangélicos, como la poesía de Teresa de Jesús o la parábola del hijo pródigo. Lo que más me inspira es la palabra de Dios y hay múltiples formas de presentarla.

-Esto representa bastante bien mi personalidad en el sentido que siempre estoy haciendo cinco cosas al mismo tiempo. Tengo muy claro que el sentido de mi vida va por el lado de la dispersión. Puede ser que no vuelva a pintar o que me baje una inspiración tremenda por hacer otras cosas.

Lo que más me interesa es mostrar lo que tengo en el corazón, la exposición es un acto de humildad; el asunto pasa por atrevernos y mostrar que nuestra experiencia estética tiene un valor.

Me sentí halagado cuando le mostré los cuadros a una artista connotada y me dijo que les encontraba un sentido. Hay una cierta posibilidad de ser aporte.

Cuando le mostré a mi familia el cuadro de los tubitos mi sobrina me dijo '¿porqué no cuelgas los pinceles?', sugiriendo que abandonara la pintura; pero lo que hice fue hacer otra obra a partir de esa sugerencia.

Una cosa es el cariño que te pueden tener las personas y otra es la verdad de las cosas. Si me preguntas... hay cuadros que me gustan y que los tengo en mi casa como parte de la decoración.

Lo otro es que tengo 58 años, y a esta edad uno se pone más libre. No temo a pasar vergüenza de que a alguien no le gusten mis cuadros.

-Soy una persona que, por naturaleza, piensa que todos pueden ser un aporte. Lo que si, la belleza, la verdad y el bien van juntos. He visitado muchos museos y no hay nada que me produzca contradicciones vitales. Trato de ver o analizar lo que el autor quiso mostrar, y tengo una mirada muy positiva de los artistas y de su contribución. Ellos son, en definitiva, los que embellecen el mundo y eso lo respeto porque estamos en un proceso de vulgarización muy potente en la sociedad.

Me da mucha tristeza ver como en una ciudad universitaria

Optamos por exponer justo

Chomali se reconoce