Secciones

Violencia en el pololeo

E-mail Compartir

La violencia en el pololeo o noviazgo es toda acción u omisión que dañe tanto física, emocional o sexualmente a su pareja con el fin de dominar y mantener el control sobre ésta.

Se debe considerar que la edad que es más vulnerable a la violencia es la adolescencia. Según la OMS tres de cada diez adolescentes denuncian recibir violencia durante el noviazgo.

Debemos considerar que el adolescente no denuncia (Black et al. 2008) debido a que no consideran la asistencia legal como opción viable debido a que piensan que la agresión es menor de lo que sucede con los adultos y que al denunciar se enterarán sus padres por ser menor de edad.

La violencia se desarrolla a poco tiempo de iniciar el romance y muchas parejas se casan obviando esta difícil situación de la cual la pareja no se da cuenta o no le da importancia, ya que al estar enamorados no les permite pensar objetivamente y confunden maltrato y ofensas con amor e interés.

Las formas de maltrato son múltiples, por ejemplo, controlar a la pareja, aislarla socialmente, denigrarla, humillarla, celos excesivos, ridiculizarla ante otros, agresión física, forzarla a mantener relaciones sexuales.

Siempre se presentan factores de riesgo que propician a ser violento tales como haber estado expuesto a violencia intrafamiliar durante la niñez, alto nivel de ira, baja autoestima, validación de la violencia como método de resolución de problemas, actitudes sexistas o ideas patriarcales, consumo de alcohol y drogas.

Para los adolescentes en relación de pololeo es importante evaluar si están en una relación de violencia: ¿su pareja se tensa constantemente y luego la insulta?

Posteriormente sucede una segunda etapa donde existe la agresión física. Por último, busca la reconciliación, arrepintiéndose.

Para quien se encuentre en alguna de estas tres fases, está viviendo -sin duda- una relación de violencia.

Si la relación está en un clima de violencia no quiere decir que la pareja la está provocando, por lo que se debe hacer un alto, ver lo que está pasando, cortar la relación, ponerse en manos de un profesional y denunciar. No se debe tomar los hechos con liviandad y pensar que "me cela porque me quiere", "estábamos jugando y se le pasó la mano" o "me golpeó porque yo lo provoqué".

El pololeo es una instancia para conocerse, disfrutar, madurar juntos, no para temer, manipular o lastimar. Todo debe mantenerse en una relación de respeto y libertad para el otro, situación que también los padres deben vigilar y estar atentos.

Doctora Lorena Salazar,

especialista en Medicina

Familiar