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Gobierno de Túnez destituye a jefes de policía tras atentado

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El primer ministro tunecino, Habib Essid, confirmó ayer la destitución de los jefes de la policía en la capital Túnez y en el barrio del Bardo, tras la cadena de errores que concluyó con el atentado yihadista en el que murieron 21 personas, 20 de ellas turistas extranjeros.

La oficina de Essid indicó que también fueron relevados el responsable de la Seguridad Turística y el jefe de la Brigada de Inteligencia, junto a otros dos altos cargos de Seguridad.

El propio Essid, que fue alto cargo del Ministerio de Interior durante la dictadura del derrocado Zine el Abedin Ben Ali, visitó el domingo el lugar de la matanza para constatar en persona los errores de seguridad que se le atribuyen a las fuerzas tunecinas.

La masacre ocurrió el pasado miércoles cuando un joven de unos 20 años abrió fuego contra un autobús en el estacionamiento del Museo el Bardo y en el que viajaban unos 40 turistas, la mayoría de ellos de habla hispana.

En esa primera ráfaga perecieron siete personas. Después, el terrorista y sus ayudantes entraron en el Museo del Bardo, el más importante de Túnez, y tomaron a un número indeterminado de rehenes antes de ser acribillados a balazos por la policía, acción en la que murieron otros trece turistas y una empleada tunecina.

La difusión el domingo de un video en el que se veía a tres hombres armados en el interior del museo obligó a las autoridades tunecinas a admitir que uno de los atacantes había logrado huir.

Un error que se suma a una larga cadena de fallos, ya que la policía tenía a uno de los atacantes fichados desde que regresó en diciembre de forma clandestina desde Libia, pero no lo detuvo al no considerarlo peligroso.