El factoring es un instrumento financiero que aporta un porcentaje de las cuentas por cobrar de las empresas, resolviendo problemas de liquidez y de descalce financiero. Además lleva consigo la cobranza de las facturas y la recaudación de las mismas.
Este método es bastante utilizado por las empresas que se encuentran en la etapa de crecimiento, por firmas que tienen un ciclo operativo muy largo y por empresas que reciben pagos a 30 días o más.
En la Región del Biobío solo hay un 20,5% de emprendimientos iniciales, y en gran parte porque faltan incentivos para comenzar con este tipo de actividad, de hecho anualmente hay un 3,2% de emprendedores que desiste y esta cifra va en alza en medio de un escenario económico que se ha complicado y en donde faltan motivaciones para emprender, indicó a este medio el gerente general de CFC Capital, Juan Campos.
Agregó que comenzaron con sus servicios en la Región de Biobío hace un par de años y durante los últimos 3 hemos han tenido un alza sostenida de un 20% en emprendedores que utilizan este sistema.
Para muchos emprendimientos es un instrumento vital, ya que el capital de trabajo inmovilizado en una factura vuelve rápidamente a la caja. También por muchas pymes, ya que la mayoría de los grandes pagadores se toman su tiempo para pagar a sus proveedores, tiempo que a veces no pueden esperar ya que hay fechas impostergables como el pago de IVA, Imposiciones, sueldos, etc.
A nivel regional, según el ejecutivo, hay tres principales tipos de actividad económica: la basada en recursos, en eficiencia y en innovación, "y nosotros tenemos clientes de los 3 tipos, esto porque el factoring es igual de útil independiente del tipo de negocio, lo que varía es la utilidad a los recursos que se consiguen de este financiamiento".
El factoring es una herramienta muy útil para todo tipo de emprendimientos y pymes, sin importar la antigüedad que tengan y sirve para aquellas empresas que necesitan liquidez inmediata y para aquellas empresas que no cuentan con un departamento de cobranza y recaudación.
En el caso del factoring, según la evaluación del crédito es el porcentaje que se cobra y este se descuenta de la misma factura cedida, el cliente no tiene que realizar un desembolso aparte.
Campos dijo que la cantidad de emprendedores en la Región del Biobío ha aumentado considerablemente durante los últimos años. Es por esa razón que éstos han comenzado a buscar nuevas formas de financiamiento que no sean solo los créditos bancarios, ya que en los primeros meses es cuando comienzan a aparecer, las deudas tributarias, Dicom y finalmente la quiebra de la empresa. En el caso del factoring, en esta zona se aumentaron un 63% las colocaciones de esta herramienta financiera en los últimos dos años, remarcó.
Respecto al número de emprendimientos fallan por problemas de financiamiento, el representante de CFC Capital indicó que hay encuestas que señalan que el 34,8% apunta a que el financiamiento debe ser el eje prioritario a los emprendedores, porque lo que ocurre, generalmente, es que los emprendedores o empresas pyme caen en un círculo vicioso porque tienen poco o nada de acceso a financiamiento y además no reciben los retornos de dinero dentro de un plazo prudente.
Ante esta situación es que los emprendedores están comenzando a buscar nuevas formas de financiamiento como son el programa de emprendimiento y pymes con herramientas como el factoring, el leasing o leaseback.
El factoring funciona mediante la cesión de las facturas por parte del cliente a CFC Capital, procedimiento que se materializa mediante el endoso en la cuarta copia cedible y la firma del contrato de cesión. La empresa de factoring realiza un análisis financiero al cliente y su pagador, determinando la viabilidad del financiamiento de acuerdo a parámetros crediticios, una vez aprobado, la factura es verificada y notificada al pagador, una vez finalizado el proceso los dineros son abonados a la cuenta del cliente.
La ventajas sobre los créditos es que no representa una deuda directa a la empresa, no figura en el sistema, por lo tanto, no limita la capacidad de financiamiento bancario de las empresas e incluye servicios como la evaluación de crédito, cobranza y la recaudación de los documentos.