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Las buenas razones para reír con Coco Legrand

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En la historia del humor chileno el nombre de Coco Legrand ocupa un sitial de honor. Son miles los compatriotas que durante décadas han visto sus espectáculos en vivo, pero quizás lo más relevante es que con él se han formado una visión crítica, ácida y sin tapujos sobre distintos aspectos de nuestra idiosincracia. Así sucede con su último show 'Terrícolas, corruptos pero organizados', el cual regresa al Teatro de la Udec el 1, 2 y 4 de abril a las 21 horas. Las entradas ya se pueden adquirir en boletería del recinto y por sistema Ticketek.

Se trata de un panorama atractivo incluso para los penquistas que ya vieron el show; pues una de sus características más notorias es el análisis de la contingencia política y social del país, lo cual ha cambiado bastante en los últimos dos años. El humorista además comentó que otra de las variaciones del espectáculo que ya cumple seis temporadas en cartelera es que se incorporan temas más personales y familiares, así como un toque de tragedia, aunque siempre con el humor reflexivo presente en sus 45 años de carrera.

'Terrícolas sigue una historia, una estructura. La base es un vistazo al Chile de hoy desde la mirada externa de un extraterrestre que llega a invadir el planeta. Allí los penquistas serán testigos de un tremendo aparataje tecnológico que ningún otro montaje mío había mostrado, con estructuras móviles y pantallas Led que sobresalen desde el escenario, es un gran despliegue técnico', contó.

Aquel sentido del espectáculo impacta a los asistentes desde el primer momento, con una introducción audiovisual con efectos de última generación en que se ve la destrucción de Santiago previa a la llegada del simpático alienígena. El show está divido en tres partes.

'Comienza con dos señoras pirulas, de unos 65 años, que se encuentran en un gimnasio en una torre del sector oriente. Hablan de la edad, del paso del tiempo, de los maridos, de su entorno. Están pal gato, ya no se pescan ni un resfrío. De pronto ven que llega un meteorito y son las primeras en morir. Hay una suerte de homenaje a las películas clase B que disfruté en mi infancia', comentó.

CRÍTICA Y REFLEXIÓN

Otro aspecto del show, que además incluye la participación de su 'partner' Jaime Azócar y del ballet Circus OK, es que permite conocer bastante sobre la intimidad y las emociones profundas del comediante. 'Es un monólogo que ha gustado muchísimo. Me saco la máscara y digo como me siento; un hombre mayor que cuando creía saber todas las respuestas, se dio cuenta que le cambiaron las preguntas.

Hablo de la desconfianza generalizada, de la búsqueda ciega del éxito económico por sobre los valores. Evito transformarse en un payaso, en hacer algo light, pues tocar temas profundos y reales es lo que me ha caracterizado por años. Si alguien nota un sesgo de amargura o rabia, es a partir de sus propias reflexiones; pero mi convicción es que el humor te da precisamente esa paz necesaria para percibir lo que te rodea. Siento que este show es un aporte, en especial a las generaciones más jóvenes', contó Coco Legrand, quien con este espectáculo pone término al ciclo para luego preparar su montaje de despedida que llevaría por título 'El Chaplin rojo'.