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'Diab' busca cambiar la realidad de quienes padecen pie diabético

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La diabetes ha aumentado exponencialmente en el mundo y Chile no es la excepción. Eso significa que las complicaciones derivadas de esta enfermedad también. Así lo afirma la diabetóloga Nina Rojas, quien cuenta que cada veinte segundos se amputa un pie o parte de éste como consecuencia de la diabetes.

Y es que el pie diabético -infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos-, es una de las principales complicaciones con la que deben lidiar los pacientes con diabetes mellitus.

Según explica la profesional, son varios los factores que pueden desencadenarlo. Entre éstos se encuentra el componente traumático -mala biomecánica de pisada que provoca que aparezcan callos o juanetes-, y también vascular. No obstante, el principal, es decir en el 80% de los casos, es debido a un factor neurológico: el paciente no siente los nervios hasta la punta del pie. Si esto se suma que muchos de estos pacientes tienen poca visión de sus pies y de la planta del éstos, junto a una falta de exhaustividad a la hora de examinar a los pacientes diabéticos, las consecuencias son nefastas.

'El pie diabético y la amputación se transforman en un gran problema social, porque incapacita a la persona. Esto es aún más grave si se considera que de cada diez pacientes ulcerados, nueve son hombres y el promedio de edad es de 62.4 años. Generalmente es el hombre el que sustenta el hogar, muchas veces la hija mayor es la que renuncia a sus estudios para quedarse cuidándolo, entonces se produce una desorganización a nivel de las familias', sostiene.

CENTRO ESPECIALIZADO

Sin embargo, de alguna u otra manera las complicaciones derivadas del pie diabético se pueden prevenir, pero para ello hace falta crear consciencia, educar, prevenir y realizar diagnósticos exhaustivos.

Justamente, esa son parte de las tareas que buscan cumplir con la creación de 'Diab', Centro de Rehabilitación Integral del Pie Diabético, del que la doctora Nina Rojas es presidenta.

Formado por dos diabetólogos, dos enfermeras, dos cirujanos vasculares y una fisiatra, este centro especializado, que Rojas afirma es único en nuestro país, surgió desde una necesidad. 'Era imperante que tuviéramos todo lo que requiere un paciente con pie diabético para su atención en un solo lugar físico. Por eso acá tenemos una consulta, una sala de curación y una sala de rehabilitación, ya que no se puede tener a un paciente de este tipo y pedirle que se desplace a distintos sitios para ser atendido en todas las aristas que su tratamiento requiere', dice. Y hasta antes de que este centro existiera era eso lo que sucedía: los pacientes debían desplazarse, pedir hora y esperar para recibir una atención de calidad en el Hospital Regional de Concepción, donde Nina Rojas se desempeña también; o bien de manera particular.

NO ES PRESTACIÓN

La gran cantidad de pacientes que ha llegado a atenderse en 'Diab', según Nina Rojas dejan de manifiesto una grave realidad. 'Estas palabras que para muchos parecen conocidas, pie diabético, en Fonasa no son una prestación, a pesar de que la diabetes es una patología GES, lo que realmente es algo difícil de creer. Esto se traduce en que dentro del sistema público se atiende al pie diabético, pero una persona no puede comprar un bono, pues no hay un código para ello, sólo hay uno para curación avanzada de heridas', cuenta.

Lo anterior, para la profesional es como si un edificio se cayera y recién ahí comiencen las preocupaciones sobre cuáles eran las condiciones de éste y no antes, ya que significa que se atiende la diabetes como enfermedad, pero el diagnóstico fino, vascular y traumatológico, no está incluido. 'Aquí no existe prevención ni educación, sólo existe curación. Con este centro queremos ofrecer, sugerir y cambiar la realidad. En el mundo se conoce al pie diabético como la cenicienta, la gente atiende a la diabetes hasta la rodilla, de ahí para abajo se les olvida. Entonces, si se le olvida a quienes deben atender la diabetes, cómo no se le va a olvidar a las autoridades que no atienden diabetes. Somos nosotros los responsables y los llamados a poner hincapié en que ésta es la primera causa de amputación no traumática del pie, en el mundo, en Chile y en Concepción', reflexiona.

Por eso, con 'Diab', el anhelo es también solicitar a la autoridad pertinente que se le ponga un código Fonasa a la prestación Pie Diabético.

Esto sería un gran paso para cambiar la realidad, ya que en la actualidad las opciones son atenderse en el sistema público de salud, uno que no da abasto, o atender de manera particular; pero la economía del hogar no siempre es suficiente para ello.

DISMINUIR AMPUTACIONES

Según cuenta la profesional, la experiencia ha mostrado que cuando hay una úlcera y una amputación en un pie, tres años después, si no hay cuidado de parte del paciente y/o del equipo médico, sucederá lo mismo en el otro pie.

Con la creación de los centros como 'Diab', que van de la mano con educar y prevenir, este panorama mejoraría.

Es por lo mismo que en un país donde la diabetes es parte de la realidad de miles de personas, uno de los principales desafíos es que existan más unidades especializadas, porque de otra forma la problemática va a seguir empeorando.

'Un paciente amputado, aparte de deprimirse, es uno que se va a deteriorar entero. Nuestra labor, una que llevamos varios años en esto; es incentivar a que se abran centros como éstos y estamos con toda la disposición de ir y decir cómo lo hemos hecho, porque nuestra intención no es salir volando a atender en todas partes, porque no podemos'.

De hecho, la pretensión, dice, es educar sobre la diabetes, tanto a los pacientes como a sus familias, en que deben preocuparse de sus pies mucho antes de que presenten una lesión.

'No desconocemos que hay veces que las amputaciones serán inevitables, pero queremos salvarle la mayor cantidad del pie posible a todos los pacientes que lleguen, y si es posible, todo el pie', concluye.

Diabetólogos, fisiatra,