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Beber café podría prevenir infartos

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Tomar entre tres y cuatro tazas de café al día podría reducir el riesgo de infarto por obstrucción arterial, según un estudio realizado por científicos surcoreanos entre población local y publicado hoy en la revista especializada británica Heart.

El equipo de científicos, perteneciente al hospital Kangbuk Samsung en Seúl, concluyó que una cantidad moderada de café reduce la presencia de calcio en las arterias coronarias, un elemento considerado responsable de la ateroesclerosis.

Los científicos apuntaron, no obstante, que serán necesarias más investigaciones para confirmar lo expuesto y determinar la explicación biológica de los supuestos efectos del café a la hora de prevenir la obstrucción de las arterias.

La investigación se realizó sobre una muestra de más de 25.000 hombres y mujeres surcoreanos con una edad promedio de 21 años y sin síntomas de enfermedades cardiovasculares.

La ateroesclerosis, consistente en la acumulación de lípidos en la pared vascular, puede causar el estrechamiento y endurecimiento de las arterias, lo que forma peligrosos coágulos de sangre capaces en última instancia de desencadenar un derrame cerebral o un infarto.

Así, el ratio de calcio en las arterias de quienes beben entre tres y cuatro tazas de café al día es un 10 por ciento menor que en el caso de las personas que toman entre una y tres tazas y casi un 20 por ciento más bajo en comparación a quienes beben menos de una, según el estudio de los surcoreanos.

"Las evidencias sugieren que el consumo de café podría mantener una relación inversa con el riesgo de enfermedades cardiovasculares", según las conclusiones del informe publicado en la revista británica.

Expertos han advertido, en todo caso, que el estudio se ha llevado a cabo en Corea del Sur, país con una dieta diferente a la de otros, por lo que los resultados podrían no ser extrapolables a otros lugares del planeta.

Distribución simétrica de la carga es la ventaja del uso de mochilas

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Niños y jóvenes pasan gran parte del día en los establecimientos educacionales, lo que implica que sean variados artículos los que deben transportar cada día. Desde un estuche y cuadernos, hasta su colación. Ello hace que las mochilas o bolsos se transformen en elementos esenciales para los estudiantes.

Pero por ser de uso diario de lunes a viernes durante, por lo menos, diez meses del año; si su utilización es inadecuada, transportar peso en la espalda y/o hombros podría tener consecuencias negativas como trastornos musculoesqueléticos, que van desde dolor y cansancio, hasta variadas deformaciones a nivel de raquis y tronco. Así lo explica el kinesiólogo Eduardo Mellado Quintana, académico de Biomecánica de Kinesiología de la Universidad San Sebastián, quien agrega que son los niños las personas con más riesgo de presentar alguna alteración o molestia con el uso de mochilas o bolsos, debido a que no están preparados para resistir mucha carga y sus articulaciones se pueden desviar en forma más severa a nivel raquídea. Asimismo, pacientes que ya presenten alguna alteración también tiene mayor riesgo de verse perjudicados con el uso de mochilas o bolsos.

MOCHILA: MEJOR OPCIÓN

No obstante, con un correcto uso en cuanto a tiempo, carga y buena posición, estos riesgos comienzan a desaparecer.

En ese sentido, el profesional explica que la edad, cantidad de carga a transportar y contextura física del niño o joven, son aspectos que deben considerarse a la hora de escoger el bolso a mochila adecuada.

"Para transportar peso, lo ideal siempre es la distribución simétrica de la carga, por lo que a la hora de elegir entre el bolso de una correa o una mochila, esta última es la mejor opción, porque además de la mejor distribución de las cargas, ayudan a corregir la postura del tronco, al mismo tiempo que libera las manos, lo que permite tener una mejor interacción con el medio, lo que es muy necesario a la hora de subir al microbús o portar algún objeto adicional", aclara.

MÁS RIESGOS

La desventaja de los bolsos de un solo tirante es que presentan mayor riesgo de producir desviación frontal del raquis, más conocida como escoliosis, condición que es generada por las cargas asimétricas sobre la espalda y el raquis. En el plano sagital -vista lateral- dice que, dependiendo la cantidad de carga transportada, se producen desbalances músculo esqueléticos, lo que podría traer consecuencias adicionales, como el riesgo de caídas, debido a que un exceso de carga obliga a la persona a mirar en dirección más vertical que horizontal -con la mirada hacia el suelo-, que al intentar corregir para horizontalizar la mirada genera una postura que produce trastornos músculo esqueléticos tanto a nivel cérvico braquial -cuello irradiado a las extremidades superiores- así como en la zona baja de la espalda a nivel lumbopélvico por desbalance biomecánico. Agrega que las consecuencias también podrían afectar en la ventilación pulmonar.