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Dichato 2015 tuvo festival a la altura de los más grandes

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A partir de hoy, un equipo del municipio tomecino liderado por la alcaldesa Ivonne Rivas, va a comenzar a trabajar en lo que será el Festival Dichato 2016.

Y es lo que se debe hacer, más cuando la principal autoridad comunal asegura que "el próximo va a ser el mejor festival de Chile". Lo reafirma convencida de la calidad mostrada en esta ocasión, en base al trabajo realizado: sólo un mes para levantar el evento.

"Cuando hay voluntad y perseverancia las cosas se logran. Mire el festival que hemos hecho en tan poco tiempo, o sea, nada que envidiarle al de Viña del Mar", enfatiza la alcaldesa.

La principal gestora de la iniciativa realizada en dos jornadas, contó con el apoyo económico de 286 millones de pesos. El dinero fue aportado por la Presidencia, a través del Consejo de la Cultural, en el marco del programa "Verano para todas y todos" (sólo la producción artística bordeó los $ 100 millones).

PARA CONSIDERAR

Más allá del dinero, siempre necesario en instancias como ésta, si algo se concluye de las palabras de Ivonne Rivas, es que el cierre de este sábado frente a unas 25 mil personas -datos de producción- mostró una parrilla musical muy superior a varias de las recién vistas en la 56ª edición del evento viñamarino (mucho más enfocado en lo extra artístico).

Partiendo por María José Quintanilla, que encendió a los presentes, hasta el cierre con Chico Trujillo, el Festival Dichato 2015 bajó las cortinas con una noche muy bien distribuida en sus tiempos -promedio de 60 minutos por cada uno de los 5 números considerados y 15 minutos para el show pirotécnico- extendiéndose hasta más o menos las 2. 20 de la madrugada.

Hay que destacar la puesta en escena. Un imponente escenario -640 m2- supo como acoger artística y estéticamente a cada invitado. así se vieron cómodos los 11 músicos que acompañaron a la Quintanilla, como también la banda soporte de siete, que complementa el discurso de los hermanos Ítalo y Enzo Vásquez.

Sonido, luces y tres pantallas LED de visible disposición fueron el complemento de un show variado y atentamente seguido desde el switch a cargo de Alex Mora. La transmisión vía streaming, a través de sono.cl, complementó el trabajo hecho a tres cámaras, con las canciones y propuestas captadas en el escenario.

A quienes sí se les debería evaluar bien su continuidad el próximo año son los animadores.

Giancarlo Petaccia siempre fue el gran apoyo de una Pamela Díaz -tercera vez que asumía este rol- demasiado improvisada en su labor. Al no estar "dirigida" en el marco de una transmisión televisiva formal, la modelo cayó constantemente en una falta de discurso y repeticiones de muletillas molestas como "chiquillas" o "chiquillos". Ambas expresiones que deberían salir de su discurso en situaciones como ésta, sobre todo, cuando se ve enfrentada a un público masivo como fue el de Dichato.

"La Fiera" es querida, más que varias otras que pululan en el ambiente. Sin embargo, orientarla en el contenido es clave, más allá de su presencia física (ambos se veían muy bien). En este caso, era la figura de Petaccia quien marcaba el ritmo en las intervenciones, y algunas se tornaron en rellenos innecesarios. La pareja en escena es tremendamente importante, más si algún canal nacional se interesa en transmitir el festival.

PROCESO BIEN HECHO

El público familiar tuvo el respeto, entusiasmo y comportamiento para seguir el programa. El "monstruo" dichatino, sin embargo, emergió luego del fin de Los Atletas de la Risa, quienes debieron volver previo a Los Jaivas.

En lo artístico, Dichato 2015 tuvo una selección hecha desde la primera línea. Vaya un detalle no menor en esta justas. El tiempo que se maneja para su organización bordea entre los 6 y 9 meses. Por lo tanto, haber logrado esto es destacable, más si apuntamos que ninguno de los artistas del segundo sábado sonó a relleno.

Ojo, además, no siempre comparten show dos bandas que estos últimos años pecan por su ausencia en Viña: Los Vásquez y Chico Trujillo. Todos saben que ellos han negado su presencia en la Quinta Vergara, precisamente, por el tema de la transmisión televisiva. Por lo tanto, si es que no cambian su política y si hay televisión presente, capaz que nunca más estén en alguna de las próximas versiones del Festival Dichato.

Citando a la alcaldesa Rivas, esto fue un proceso de aprendizaje. Lo bueno es que lo hicieron bien.