Estudian tácticas para motivar a comer sano
Dos estudios publicados en el Journal of the American Medical Association podrían entregar una solución para incentivar a los niños a que consuman una dieta más sana: basta con una simple fotografía y cambiar el enfoque de los adolescentes acerca de la comida rápida.
La primera investigación, realizada por la Universidad de Minnesota (EE.UU.), sugiere que mostrar imágenes de verduras a los niños ayuda a que consuman estos alimentos, usualmente postergados debido a la presencia y fácil preparación de la comida rápida, alta en grasas saturadas y carbohidratos.
Los autores del estudio realizaron sus indagatorias en los casinos de las escuelas y observaron que las fotografías de vegetales como las zanahorias y porotos verdes (conocidos en otros países como judías) aumentan su consumo.
Si bien la estrategia es efectiva, los investigadores advierten que los niños y niñas que respondieron a estas imágenes aún no consumen la cantidad recomendada por los especialistas, por lo que es necesario un incentivo adicional.
"La investigación sugiere que los pequeños cambios en el entorno del comedor pueden ayudar a los niños a comer más verduras. Por ejemplo, tú puedes ayudar a los niños a comer más verduras proporcionándolas antes de ofrecer cualquier otro alimento", explicó Traci Mann, miembro del equipo, y añadió que este gesto es más efectivo que ofrecer todas las opciones de comidas a la vez.
CAMBIO DE ENFOQUE
El segundo estudio, realizado por investigadores de las universidades de Texas y California en San Diego, indagó en cómo motivar a los jóvenes a tomar decisiones correctas acerca de las comidas y bebidas que consumen.
"Los adolescentes son notoriamente poco interesados en la alimentación saludable. En lugar de tratar de convencerlos para que les importe algo que no les importa, vinculamos la alimentación saludable a cosas que sí les preocupan", sostuvo Christopher Bryan, autor principal del estudio.
A juicio de los investigadores, es necesario ilustrar a los adolescentes acerca de los perjuicios de una mala dieta y orientarlos a propósito de la publicidad "engañosa" de la comida rápida. De esta manera, los jóvenes tendrán una mayor conciencia de lo que comen y tomarán decisiones "saludables".