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¿Estamos a salvo?

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Que la delincuencia haya encontrado en la tecnología un cómodo refugio no es nada nuevo. Cada día conocemos nuevos ataques contra objetivos variados, desde gobiernos y grandes corporaciones a usuarios anónimos de todo el mundo. Nadie parece estar a salvo y los criminales parecen estar siempre un paso por delante de las autoridades y las empresas de seguridad. Un contexto complejo y marcado por la cada vez mayor sofisticación de los ataques y su globalización así como por las multimillonarias pérdidas o el irreparable daño a la privacidad de las personas que provocan. Con este incierto panorama encima de la mesa cabe preguntarse ¿estamos a salvo?

Siempre es complicado hacer predicciones sobre el futuro, pero no parece descabellado plantear algunas tendencias ante las que estaremos alerta en los próximos meses sin riesgo a equivocarnos. Los dispositivos móviles, en especial los smartphones, se convierten en el gran blanco para ataques dada su gran extensión entre la población.

Por eso vemos que para este 2015, los ataques estarán enfocados al robo de información personal y de contraseñas que tenemos en nuestros dispositivos móviles. Ahí donde el autocuidado digital es fundamental, más allá de la tecnología de cifrado y de seguridad que también avanza día a día.

Tampoco debemos perder de vista los ataques de denegación de servicio, los conocidos como DDoS. Estos ataques, muy mediáticos por los nombres y marcas de sus víctimas, han encontrado además un nuevo aliado en el gran ancho de banda de los servidores Unix, que aportará más potencia.

En 2015 veremos como las contraseñas, que seguirán siendo un arma clave de la protección de los usuarios, dan paso a otras fórmulas de seguridad como identificaciones por huella dactilar o escaneo de iris. También comenzamos a ver los primeros pasos de una sinergia hasta ahora inédita, la del aprendizaje automático y el big data, que será una herramienta sumamente efectiva no para combatir la ciberdelincuencia, sino para adelantarnos a ella, que es el gran objetivo de la industria de la seguridad.

Muchas otras tendencias se unirán a las mencionadas en la lucha contra los el crimen tecnológico y las empresas de seguridad debemos seguir colaborando con las autoridades en esta materia. El camino está marcado y debemos seguir por la senda iniciada ya tiempo atrás. ¿Estamos a salvo? Nunca podemos ser categóricos en esta respuesta, pero sí estaremos mejor preparados para enfrentar los nuevos peligros que llegarán. Y eso es tan positivo como esperanzador.