Secciones

'Patiperro' japonés trajo su música al centro

E-mail Compartir

Quién no soñaría con pasar dos años recorriendo el mundo. Para ello habría que ser un millonario con mucho tiempo libre, pero el japonés Hideki Sakomizu ha demostrado que se puede cumplir con sólo talento y una guitarra. Ayer fue el turno de Concepción, donde el músico se instaló en la Plaza de la Independencia para compartir sus melodías a cambio de algunas monedas de los transeúntes.

Esa ha sido la modalidad de financiamiento para el patiperro artista de 30 años, quien inició su extenso periplo hace dos años en Londres. 'Con Chile ya son 73 países los que he recorrido. Ha sido un viaje hermoso y lleno de bonitas experiencias, pasando por Europa, Asia y Norteamérica', comentó Hideki ante la vista de curiosos penquistas que no dejaban de tomarle fotografías.

'Mis inicios en la música fueron a los 15 años, y después armé la banda de rock American Shorthair. Cuando decidí que quería recorrer el mundo mi estilo fue variando hacia la música folk, pues así podría desenvolverme con más facilidad tocando en las calles. En Chile la gente ha sido muy generosa y amable; siempre tomando fotografías o preguntándome sobre mis viajes y mi arte. No he tenido problema alguno, salvo en Santiago donde los carabineros no me dejaron tocar en el centro', contó.

Para Hideki, Concepción será una de sus últimas paradas en nuestro país, tras lo cual seguirán Argentina, Paraguay y Uruguay. 'Antes había estado en Perú y en Colombia, y de ahí fui bajando en el mapa. En Chile llevo cerca de dos meses, y ya estuve en Calama, Antofagasta, La Serena, Viña del Mar y Santiago. Siempre viajo en bus y me quedo en hostales. Lo que junto en las calles es la única manera de costear los gastos, y hasta ahora me ha resultado bien', contó.

Sin embargo, el músico japonés agrega que no en todos los países la llegada con el público se da de igual manera. 'Por ejemplo en naciones de Asia como India, Tailandia o Vietnam te encuentras con gente demasiado pobre, pero no por ello menos amable. En vez de dinero a veces comparten comida, artesanías o distintos regalos. Incluso con una sonrisa uno se siente gratificado. Eso da cuenta del poder que tiene la música para unir a las personas'

'Si bien no he conocido a muchos músicos en este país, si he podido apreciar el arte que se hace en las calles, y me ha encantado la variedad de folclore que tienen. Todas esas experiencias las voy compartiendo en mi Facebook, red social que también ha servido para hacer contactos previos a mi llegada a cada ciudad', finalizó el artista nipón.