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Megaincendio de Quillón: más de mil hectáreas recuperadas

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"El incendio fue salvaje, en mi vida nunca había visto algo tan impresionante (…) Lo perdí todo", es el recuerdo que tiene Julio del Solar (69) del megaincendio de Pichiqueime , que según la investigación de fiscalía se inició el 29 de diciembre de 2011 y que afectó a las comunas de Florida, Quillón, Ránquil, San Rosendo, Quirihue y Chillán. El siniestro generó que más de 25 mil hectáreas -9 mil pertenecientes a pequeños y medianos propietarios- fueran consumidas por las llamas durante una semana.

A poco más de tres años de ese hecho, son pocos los vestigios que quedan del daño que causó el fuego, en gran parte porque las especies arbóreas de los sectores dañados se regeneraron en forma natural y también a raíz del trabajo de reforestación que realizó la Conaf desde 2012 al 2014. De esta forma, se lograron replantar 1.013 hectáreas pertenecientes a 281 propietarios que producían plantaciones forestales de pino y eucaliptos. Se favoreció a las personas que tenían como máximo 10 hectáreas.

El jefe del Departamento de Desarrollo y Fomento Forestal de la Conaf, Alejandro Canales, comentó que el trabajo desarrollado por la corporación permitió recuperar de las 9 mil afectadas casi un 11%. "Este porcentaje representa el 80% de los pequeños propietarios afectados por el incendio (…).Atacamos a los complejos y a lo prioritario en su minuto", declaró.

LABOR REALIZADA

La labor desarrollada por Conaf se financió con recursos del Gobierno Regional (Gore) a través del Fondo de Desarrollo Regional (Fndr), los que destinaron $657 millones para recuperar las plantaciones dañadas por los incendios de enero de 2012. De esta forma se renovaron más de 700 mil plantas, correspondiendo a 70% a pino y 30% a eucaliptos.

Patricio Molina, extensionista forestal de Conaf, quien participó en el diagnóstico de daño que se provocó en la zona comentó que tras el incendio se realizó un trabajo en terreno por más de un mes y se hizo un catastro con los municipios para ver cuál era la cantidad de personas afectadas.

"En un principio fue bastante complejo porque había bastante requisencia para volver a reforestar, el impacto que originó el incendio en las personas provocó un cierto grado de temor y estrés de tener bosques cerca de sus casas o propiedades", contó el profesional.

Molina explicó que el siniestro dejó en evidencia un riesgo debido ha que existían "procesos erosivos severos, incluso con desmoronamiento de cerros".

Es por eso que la primera tarea fue proteger rápidamente estas áreas para prevenir la erosión, para esto plantó pinos, ya que son la especie que se puede implementar en este tipo de suelo, como contó el jefe del Departamento de Desarrollo y Fomento Forestal de la Conaf.

Asimismo, la corporación hizo un trabajo de despeje y desmalezamiento, y en las especies plantadas se dispuso una malla protectora para evitar que los conejos las destruyeran.

Estos bosques, en el caso de los pinos podrán ser cosechados dentro de 18 años más y en el caso de los eucaliptos dentro de los próximos 10 años.

EL DAÑO CAUSADO

Las pérdidas ocasionadas por las llamas dejaron a cientos de familias con el dolor de haber perdido todo, muchos como Marcos Fierro (57) tenía su plantación -en el sector Peñablanca, comuna de Quillón- lista para ser cosechada, no obstante, el siniestro lo llevó a vender sus casi 3,5 hectáreas como un bosque quemado. "El bosque ya tenía como 20 años y fue vendido como madera quemada, en un valor ínfimo respecto a las expectativas que tenía como anhelo", recordó el propietario el daño que causó las llamas ese día de Año Nuevo de 2012. "Nos pilló de improviso, no estaba nadie preparado. Primero salí a proteger a mi familia y a algunos vecinos, tratando de salvar algunos trigos y tirando agua para proteger la casa".

Julio del Solar, quien vive hace 45 años en el sector Vegas de Concha, comuna de Ránquil, contó que el día del incendio se encontraba sólo con su esposa. "Mis sobrinos arrancaron en una camioneta y me gritaban tío… tío arranquemos… arranquemos. Yo subí a mi señora y se fue, toda la gente arrancaba para el río en Ñipas".

Para los dos propietarios que fueron beneficiados con el programa este aporte que recibieron les permitirá que sus familias puedan recuperar económicamente la pérdida que tuvieron a raíz del incendio, que provocó además que dos personas fallecieran debido a las llamas.

"Para mí el ser beneficiado ha sido bueno porque son recursos con los que yo no contaba, yo solo no pude haberlo hecho", declaró Fierro.